2 De Octubre

Dos de octubre

Vivo en la unidad habitacional Tlatelolco, desde las ventanas del departamento puedo ver la plaza de las tres culturas, el martes en la escuela comentaron que el día de hoy nos reuniremos en la plaza, se puede observar cerca de dos mil compañeros, todos ellos están pendiente de los discursos de los dirigentes estudiantiles, quieren la libertad de nuestro compañeros que lo agarraron los granaderos por los pleitos con la vocacional 4 y la normal de maestros, dicen que están en el pocito por el campo militar número uno, otro habla de la represión del gobierno a las diferentes organizaciones, bueno ya es algo los lideres se están expresando libremente, esos deben ser de una prepa ya empezaron a ventar petardos, me dijo un líder que nada de cuetes o palomas solamente van a dar un discurso y luego alcanzamos a los demás en el zócalo, son luces de bengala y disparos los granaderos los tiene rodeados no hay manera de salir de la explanada, también los soldados están disparando a todos en la explanada, me asomo con mucho cuidado están disparando a las ventanas de los departamento, está completamente obscuro alguno vecino les abren las puertas a los estudiantes para que se escondan, pero hasta ahí llegan los soldados para sacarlos, aun no se veía de donde provenían, los militares ya habían bloqueado las únicas dos entradas haciendo que la gente corra en una misma dirección y lanzaban disparos sin pensar.

Carro tanques entraban ya a la plaza, los disparos no cesaban solo se escuchaban los gritos de desesperación y se veía como caía uno sobre otro, gente cojear porque estaba herida.

Cerca de las 9 comenzaron a llegar las ambulancias, desde mi ventana pude observar como militares tenían detenidos a estudiantes, los pararan de frente a una pared sin ropa, unos eran golpeados era completamente aterrador el panorama que observe.

Llovía, ya eran las 10 de la noche lo que se alcanzaba ver en la plaza era un escenario deprimente cuerpos tirados unos sobre por todo el alrededor, ya comenzaban a recoger los cadáveres era incalculable el número de muertos, los recogían como si fueran costales de papas, los bomberos ya limpiaban la plaza.

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