Año electoral, ¿Por quién votar?

Universidad Mesoamericana, Campus Quetzaltenango[pic 1]

Facultad De Ingeniería

Técnicas de Estudio I

Licda. María Hortencia Morales

Pablo Felipe García Ajpop

AÑO ELECTORAL… ¿POR QUIÉN VOTAR?

        ¡Baldetti renunció!, con esta noticia ha despertado el pueblo de Guatemala el día de hoy, este hecho que ha marcado un precedente histórico dentro de la política nacional. Esta “victoria” fruto del incesante grito de rechazo de quienes en algún momento alzaron el puño en señal de apoyo a la mano dura.    Toda la situación evidencia el trasfondo de la crisis ideológica que atraviesa la policía guatemalteca.  A vísperas de la octava elección popular el guatemalteco, se dispone a elegir un nuevo gobernante que no resulte de la misma “calaña” de todos los anteriores gobiernos de fracaso, por lo que se hace la pregunta ¿Por quién votar?

        Nuestro país está estructurado y organizado a través de un sistema democrático representativo, el cual entre otras cosas garantiza que el gobierno estará conformado como el pueblo exprese su voluntad a través de las elecciones  populares.

        Entonces, la democracia garantiza la transición del poder, y el cambio de procesos. Pero a pesar de este sistema transitorio, ¿Por qué Guatemala no es capaz de cambiar el rumbo que por tantos años ha tenido?

        En el caso particular de Guatemala, el sistema democrático tiene singularidades notoriamente destacables, y que son importantes  mencionar. A cada 4 años, se convocan a elecciones generales en las cuales son electos los funcionarios del poder ejecutivo y legislativo. En el caso del poder ejecutivo, la ley indica claramente que un presidente o expresidente no puede ser reelecto bajo ninguna circunstancia en una elección popular, lo que indica que cada cuatro años, el jefe de estado no puede ser la misma persona. Pero, sobresale el detalle de que por el otro lado, en el poder legislativo la ley si contempla la reelección ilimitada de un diputado.

        Llama poderosamente la atención lo anterior resaltado, de cierto modo puede ser un factor que explique la crisis de corrupción actual. A cada cuatro años se incurre en el error de que por medio de un voto inconsciente se vuelva a designar al poder a un diputado que en la mayoría de casos, no aporta nada a la construcción de un estado soberano y a una legislación que beneficie a las mayorías.

        Una reforma a la ley de partidos políticos, significaría un avance a la construcción de un verdadero estado de derecho, garantizar la transparencia, y exterminar las raíces más profundas de la corrupción.

        Otra deficiencia en el sistema político actual, es el clientelismo desmedido que se practica en tiempos de campaña. La razón principal del fracaso de la política en Guatemala es la venta inconsciente del voto de un ciudadano que no ve más allá de un regalo insignificante con el que un político corrupto pretende y por lo general consigue comprar su lealtad.

        Esto lleva a mencionar un problema derivado de esta mala costumbre en tiempos de campaña. Para que un partido tenga posibilidades reales de triunfar sea como sea en la contienda electoral, necesariamente debe tener un gran capital financiero para sufragar los gastos de la compra de votos. Este capital proviene de financistas en su mayoría empresarios y quizá de orígenes mucho más ilícitos.

        Por lo que un partido político para las elites financieras se vuelve una inversión a futuro, y para el político se vuelve una cadena que ata su voluntad a la de su patrocinador con lo que mata cualquier intención de hacer valer la voluntad popular y centrarse más en tener contento a su "amo" convirtiendo a este en un títere que deja aún lado la ideología principal de una política democrática.        

        Se han mencionado algunas razones por las que reina una crisis muy sebera, y la que amenaza con ser peor. Y todo depende de que predomine un voto consciente de lo contrario Guatemala se convertirá en el país al que le robaron la primavera.  

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