A años luz de distancia ensayo

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¿Por qué las matemáticas, la física, química o biología que son ciencias naturales que pueden llegar a ser muy sorprendentes e interesantes, se han etiquetado a lo largo de los años como difíciles y aburridas? Al igual que para el autor, lo es para muchos jóvenes “la ciencia está a años luz de distancia de ser concebida como debería ser: única y apasionante” y es que esta falta de interés desafortunadamente viene desde los maestros ya que los encargados de estas asignaturas no proporcionan un ambiente atractivo para que los alumnos se adentren y sean parte de la asignatura, para una gran mayoría de estudiantes su mayor miedo ha sido con las matemáticas, física, entre otras ciencias de naturaleza similar y es correcto ya que esta asignatura implica de mucho esfuerzo y un fuerte razonamiento por la complejidad de los contenidos pero con mayor razón porque hacer todo esto aún más complicado para los alumnos cuando deberían ser ellos mismos quienes despierten el interés por las clases tal vez con nuevos técnicas de aprendizaje o buscar la manera en que los alumnos se  involucren más en los temas, que los deje cada vez más fascinados y con mayor entusiasmo por aprender.

Juana Nieda y Beatriz Macedo de la Biblioteca Virtual OEI (Organización de los Estados Iberoamericanos) comentan al respecto que la enseñanza de las Ciencias de la Naturaleza debe estimular, entre otros aspectos: la curiosidad frente a un fenómeno nuevo o a un problema inesperado, el interés por lo relativo al ambiente y su conservación, el espíritu de iniciativa y de tenacidad, la confianza de cada adolescente en sí mismo, la necesidad de cuidar de su propio cuerpo, el espíritu crítico, que supone no contentarse con una actitud pasiva frente a una «verdad revelada e incuestionable», la flexibilidad intelectual, el rigor metódico, la habilidad para manejar el cambio, para enfrentarse a situaciones cambiantes y problemáticas, el aprecio del trabajo investigador en equipo, el respeto por las opiniones ajenas, la argumentación en la discusión de las ideas y la adopción de posturas propias en un ambiente tolerante y democrático. No podemos ni debemos conformarnos con que sólo unos pocos alumnos se sientan atraídos por las clases de ciencias mientras que la mayoría se aburren, les resulta difícil y pierden el entusiasmo. Como bien señala Claxton, «sea cual sea el currículo y sea cual sea su grado de pertinencia, algunos estudiantes lo seguirán mejor que otros. La cuestión es que sea lo que sea lo que los estudiantes se lleven consigo, deberá ser verdaderamente útil por derecho propio». 

A mi parecer como futuros docentes debemos centrarnos en cómo podemos contribuir a desarrollar e incentivar en los alumnos la capacidad para aprender e inmiscuirse en el mundo fascinante de las ciencias además de todo que tomen conciencia de la riqueza, implicaciones e impactos que tienen las ciencias en la vida cotidiana. Pero sin embargo no es tarea única y exclusiva de los docentes quienes tengan que lograr los cambios significativos que se esperan ya que también influyen otros factores dentro del contexto en que se desenvuelve el alumno y el docente. Pero sí debemos cuestionarnos cómo la enseñanza de las ciencias puede contribuir a que los jóvenes adquieran los instrumentos y destrezas adecuados y pertinentes para aprender y seguir aprendiendo en el futuro, de manera que puedan conocer, interpretar y actuar en el mundo que les toque vivir, donde lo único constante será el cambio. Un maestro siempre debe ser fuente de inspiración para sus alumnos, aprender y al mismo tiempo divertirse y pasar un buen rato, ir a la escuela incluso ya no debería ser por obligación y verlo como un martirio sino hacer que los alumnos tengan la voluntad y el placer por asistir a la escuela, en primera instancia deberíamos enseñarles a cuestionar todo, dudar de todo, que no solo asienten un conocimiento sino    que lo comprendan desde el origen, por qué y cómo de ese conocimiento.

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