ABUSO INFANTIL
Enviado por Manuel_95Sosa • 23 de Noviembre de 2022 • Monografía • 3.808 Palabras (16 Páginas) • 79 Visitas
Universidad de Navojoa
Escuela de Teología
ARTÍCULO ACADÉMICO: ABUSO INFANTIL
Trabajo presentado en cumplimiento parcial
de los requisitos de la materia
de Dilemas Éticos
Contemporáneos
Por
Manuel Sosa Valdez
Noviembre 2021
Introducción
El abuso es “hacer uso excesivo, injusto o indebido de algo o alguien”. Es “hacer objeto de trato deshonesto a una persona de menor experiencia, fuerza o poder.”[1]
Rodríguez menciona que, la violencia, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, es considerada como un importante problema de salud pública a nivel mundial. Y en su conjunto, el maltrato infantil es un fenómeno tan antiguo como la humanidad, además que es un problema de carácter universal.[2]
Además declara que el abuso infantil es un fenómeno de origen multicausal, en el cual se involucran factores de los padres que tienen que ver con la salud física y mental y hasta aspectos socioeconómicos.[3]
El presente trabajo tiene como tiene como objetivo presentar el tema del abuso infantil, haciendo un estudio sobre los tipos de abuso y una mirada al panorama mundial con respecto al abuso infantil.
¿Qué es el abuso infantil?
De acuerdo con la UNICEF, maltrato infantil se define como: “toda acción u omisión con la intención de hacer un daño inmediato a la persona agredida. El maltrato puede ser: físico, emocional, psicológico o sexual, por negligencia o abandono. Estas formas de maltrato producen lesiones físicas y emocionales indelebles, muerte o cualquier daño severo”.[4]
La Organización Mundial de la Salud define abuso infantil como los abusos y la desatención de que son objetos los menores de dieciocho años. Tiene que ver con todo tipo de maltrato, ya sea físico o psicológico, abuso sexual, desatención, negligencia y explotación comercial o de cualquier tipo que cause o pueda causar un daño en la salud, el desarrollo o dignidad del niño, incluso poner en peligro su supervivencia, en el contexto de una relación de responsabilidad, confianza o poder.[5]
Por su parte, Moltedo y Miranda definen el abuso infantil como toda acción u omisión no accidental, un abuso de poder que cauda detrimento en la integridad física, psicológica y social del menor, o que amenaza su desarrollo físico y psicosocial normal. El abuso se puede dar dentro del ámbito familiar, extra familiar e incluso en el institucional. [6]
Ramos define el maltrato de la siguiente manera:
Cualquier daño físico o psicológico no accidental contra un menor ocasionado por la madre o el padre u otras personas responsables de su cuidado, que ocurre como resultado de acciones físicas, sexuales o emocionales, produciéndose entonces el maltrato por acción, omisión o negligencia y que amenazan el desarrollo normal del niño.[7]
Desde el punto de vista de Blinci, el abuso a los menores es cometido por una persona de confianza o de autoridad a en relación a la víctima, este puede ser su progenitor, algún familiar, un tutor, docente o incluso una niñera. El abuso infantil está presente en todos los noveles socioeconómicos, en todas las etnias y culturas, incluso inmerso en todas las religiones y en todos los niveles de educación y rara vez es accidental. Lo que significa que, por lo general, siempre es intencionado.[8]
Marco Histórico
Hernández y Ortega declaran que el abuso sexual es considerado como uno de los delitos que se ha practicado desde épocas antiguas y es mucho más frecuente de lo que se reporta, debido a que no siempre se presentan las denuncias correspondientes a los hechos.[9]
Teniendo esta misma idea, Cabral argumenta que el maltrato infantil es tan antiguo como la sociedad humana y a lo largo de la historia se ha considerado como un problema. Sin embargo, fue hasta mediados del siglo XX que se le tomó una seria importancia, como una realidad que es necesario prevenir.[10]
Así mismo Cabral presenta algunos datos históricos en relación al abuso de menores. En la antigüedad, sin tener una fecha exacta, en Esparta, los niños recién nacidos con defectos físicos, eran arrojados desde el monte Taigeto a fin de que murieran antes que crecieran y se convirtieran en una carga inútil para la polis. En Roma, otorgado por el derecho romano antiguo, el pater familias tenía sobre sus hijos potestad ilimitada. Es Europa, en los siglos XVII y XVIII, la reclusión de niños en instituciones inhóspitas era una práctica frecuente, casi siempre dolorosa.
Los antecedentes del pensamiento actual sobre el abuso infantil se remontan al Siglo XIX. En el año de 1868, Ambroise Tardieu, presentó a la cátedra de medicina de París, un informe de autopsias de niños quemados y golpeados, cuya causa de muerte había sido el maltrato físico.
En 1962 Henry Kempe publicó el artículo “The Battered Child Syndrome”, y a partir de allí el Síndrome del Niño Apaleado, entró oficialmente en la literatura médica y se comenzó a poner interés sobre su prevención.[11]
En el año de 1978, en Estrasburgo, en el IV Coloquio de Criminología se definió al maltrato infantil como todo acto u omisión que dañe y amenace la integridad corporal del niño o su desarrollo, ya sea físico, emocional o intelectual.[12]
En cuanto al abuso sexual infantil se tienen algunos datos históricos. Sáez menciona que en la antigua Grecia, los niños sufrían todo tipo de abusos sexuales. Para los griegos, la pederastia era vista como el ejercicio libre de la sexualidad.[13]
En Roma los niños eran objeto de abusos sexuales, principalmente el coito anal. Así mismo durante la Edad Media los menores sufrían de abuso sexual, dentro del concepto de pecado-delito de sodomía.[14]
A nivel sociológico, los abusos sexuales comenzaron a verse como delitos graves que deben ser perseguidos y castigados, hasta finales del siglo XX, y en la primera década del siglo XXI, aumentó en gran medida el número de denuncias ante los tribunales de justicia.[15]
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