ACTIVIDAD CON “LA SEGUNDA PUERTA DE ENTRADA, EL MALESTAR EN LA ESCUELA” PÁG. 40. PRODUCIR UN BREVE INFORME.

ANALIZAR EL TEXTO “SER MAESTRO DE ADULTOS”: LEERLO, DISCUTIRLO.

ACTIVIDAD CON “LA SEGUNDA PUERTA DE ENTRADA, EL MALESTAR EN LA ESCUELA” PÁG. 40. PRODUCIR UN BREVE INFORME.

José Petrocco es rosarino y tiene 65 años. Por la tarde da clases en las aulas de la Unidad Penitenciaria Nº 3 de Encausados de Rosario, Santa Fe; y por la noche, lo hace en la Escuela Nº 65 de Las Flores, una nocturna para adultos ubicada en un barrio bravo de la periferia de la ciudad.

Para los convictos encausados también la escuela está ahí, presente después de la retirada de múltiples puentes de acceso social, desvirtuando la misión de la escuela. Si el maestro entiende la situación de los muchachos, que son jóvenes y que han cometido equivocaciones a raíz del estado de la sociedad, se puede entrar de una manera natural y comprensiva dice José.

El rol docente debería ser complementado con roles especializados en lo social y su problemática.  El estrés de los docentes no es tanto la sobrecarga del trabajo sino el desajuste entre la preparación del trabajador y las exigencias a las que se ve sometido, no sólo en cantidad sino en calidad y diversidad.

Retener a los educandos implica una acción defensiva que reacciona ante la posible huida. “Los alumnos se sienten reconocidos, se enganchan con el estudio”^[1]. Y esto es lo que sucede en la penitenciaría así como en el nocturno de Flores, José intenta que se interesen en aprender y para lograrlo, trata de llegar a ellos, de romper el hielo, y de hacerles saber que no están solos, para que entren en confianza.

El docente debería contar con el conocimiento, la comprensión y el respeto de los valores de procedencia de los alumnos. Las particularidades del contexto llevan a que, a veces, los detenidos estén enojados porque no fueron a visitarlos, porque les llegó la sentencia y no era lo que esperaban, o porque tuvieron algún problema con los guardias. Es el contexto que invade, que arrasa con las bases que uno intenta cimentar para lograr buenos resultados.

Según la directora de la escuela de Flores, María Rucci: "En estos lugares te demanda la vocación, la dedicación y la pasión. Hay una sola receta: maestros comprometidos. No alcanza solo con un contenido, sino con el proceder: hay que escucharlos, cumplirles, entusiasmarlos y, sobre todo, convencerlos de que ellos pueden".^[2]

Y finalizo cerrando este círculo, con la tan discutida vocación, de la que se dice que ya no existe. Pero estoy en desacuerdo porque se que hay muchos “José” que al dedicarse a la tarea docente con compromiso, se empapan de las realidades de los alumnos, y tratan de mejorar sus existencias y enaltecer la tan cuestionada vocación y labor docente.

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