AGENDA PÚBLICA. MOVIMIENTO CIUDADANO MUJERES Y EQUIDAD DE GENERO

INTRODUCCIÓN

El movimiento social que las mujeres han tenido en todo el mundo, después de las largas luchas a las que se han presentado merecen tener a estas alturas todo aquello que han deseado, un futuro igualitario, sostenible y sin estigma, sin estereotipos y mucho menos sin violencia de ningún tipo, con derechos y oportunidades. Este objetivo no podrá ser posible si no se encuentran mujeres en todos los niveles, puestos, direcciones y mesas donde se tomen estas u otras más decisiones.

LAS CAUSAS POLÍTICAS DEL FEMINISMO A TRAVÉS DEL TIEMPO.

El feminismo se reconoce como la lucha que tiene como principio la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, actualmente el feminismo sigue provocando que los Estados (concebidos como naciones) incorporen la perspectiva de género en las políticas públicas, las cuales deben de construirse desde la mirada de género, a fin de lograr su institucionalización.

Se hace necesarios cambios en materia de legislación, reglamentos de dependencias e instituciones públicas, y en las reglas de operación de programas públicos.

• La institucionalización de la perspectiva de género debe de desarrollarse de manera horizontal.
• Contar con presupuestos sensibles al género
• Mayor participación política de las mujeres, garantizando que esta sea libre de violencia política.
• Pleno ejercicio de sus derechos sexuales y reproductivos.
• Fortalecer alianzas y vínculos entre sociedad civil organizada, mujeres políticas y activistas para garantizar mucho mayor representación en los espacios de decisiones y, generar comunicación permanente entre gobierno y sociedad civil para construir agendas según las temáticas, que permitan afianzar las garantías jurídicas para llevar a cabo la igualdad de derechos que se consagra en el espíritu de la ley de este país.
• Es fundamental plantear la urgente necesidad de censos mucho más específicos sobre temas de las mujeres para conocer la realidad que atraviesan millones en México para acceder, en igualdad de condiciones a prerrogativas institucionales, por ejemplo.

Dado que las organizaciones y las instituciones sociales tienden a reproducir los estereotipos tradicionales como los roles de género, es necesario plantearnos Interrogantes que permitan cuestionar y transformar la manera tradicional en que se define el “problema” del género en distintos ámbitos, tales como la salud, la

economía o la educación. Es importante identificar y entender las manifestaciones de la desigualdad entre mujeres y hombres y diseñar estrategias a través de políticas claramente delineadas, desde su formulación, hasta su monitoreo y evaluación, sobre la base de una concepción crítica de las relaciones de género.

Toda intervención (política, programa, acción) debe considerar las necesidades tanto prácticas como estratégicas de género, y promover la participación, colaboración y reconocimiento del papel que desempeñan tanto los hombres como las mujeres en los distintos sectores de la organización social. Para ello es preciso que las políticas y programas de género se articulen con procesos de transversalización intersectoriales, de manera que las estrategias para el cumplimiento de las metas establecidas consideren a hombres y mujeres en sus relaciones y espacios cotidianos. Se debe promover el trabajo coordinado entre las distintas dependencias, con el fin de establecer metas y estándares comunes, colaborando mutuamente y aprovechando las buenas prácticas y experiencias entre sectores. En muchas ocasiones al interior del mimo sector existen dependencias que ejercen presupuestos para el mismo fin, pero cuyos objetivos llegan a ser mutuamente excluyentes, en estos casos no sólo no se da colaboración, sino que llega a existir entorpecimiento de la labor que la otra instancia desempeña.

Igualdad de género.

Si verdaderamente queremos transformar nuestra sociedad, debemos asumir la igualdad de derechos entre mujeres y hombres como una lucha clara, constante y permanente.

México no va a cambiar si la mitad de su población es excluida de manera cotidiana por razones de género. Para la transformación del país, se requiere una política transversal que conduzca a la integración, en igualdad de oportunidades, de mujeres y hombres en todos los aspectos de la vida nacional.

Por estas razones, proponemos impulsar una armonización legislativa con perspectiva de género en los ámbitos local y nacional; con el fin de incorporar los derechos (bajo el principio de progresividad) de las mujeres reconocidos en convenios y tratados internacionales. Buscamos transversalizarla perspectiva de género en políticas, proyectos, presupuestos públicos y acciones que conduzcan a la integración de mujeres y hombres en todas las esferas y niveles de gobierno. Entre las acciones

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