AMARILLISMO
Enviado por kari123456 • 4 de Junio de 2014 • 2.583 Palabras (11 Páginas) • 1.683 Visitas
Introducción
El sensacionalismo es la tendencia a presentar los hechos y las noticias de modo que produzcan sensación, emoción o impresión. (Diccionario Enciclopédica Vox 1. © 2009 Larousse Editorial, S.L.) Esta palabra se suele referir a los medios informativos: a los que critican los sesgos mediáticos de cualquier signo político suelen acusar a los medios de adoptar posturas sensacionalistas en su forma de ofrecer las noticias. Es decir, que acusan a los medios de informar sobre asuntos chocantes o que llaman la atención en lugar de asuntos relevantes o importantes.
Actualmente, con numerosos programas televisivos se está dando aún más importancia a asuntos de escasa trascendencia como la vida privada de personas famosas, que despiertan un gran interés entre el público. La prensa amarilla falsea la información, resalta el morbo, incentiva la violencia y banaliza la vida social.
La prensa amarilla en América Latina
El presente texto surge de la preocupación por la gran cantidad de prensa amarilla que se encuentra en nuestras naciones.
Ciertamente mucho se ha escrito y discutido sobre la prensa amarilla, de cómo falsea la información, cómo resalta el morbo e incentiva la violencia y banaliza la vida social. Dada la amplia discusión que este fenómeno ha tenido desde la prensa de masas norteamericana hasta los tabloides ingleses, no hay muchas novedades si solo nos centramos en el análisis de los textos y de las estructuras narrativas de estos diarios. Más allá de una nueva condena o la apelación a una legislación más severa, estimo que el fenómeno de la prensa amarilla ya ha sido ampliamente descrito desde su dimensión periodística. Sin embargo, como fenómeno comunicativo y cultural, la reciente prensa amarilla sugiere una serie de interrogaciones y preguntas que no han sido abordadas suficientemente. Al concebirse la prensa amarilla al margen del periodismo, de cierta manera ha primado una visión negativa y condenatoria. Sin embargo, ello ha impedido observar las tramas culturales que ésta entreteje con las culturas de sus lectores y con la agenda pública. “La prensa no tiene mucho éxito en decir a la gente qué tiene que pensar pero si lo tiene en decir a sus lectores sobre qué tienen que pensar”. (Cohen, 1963, p. 13)
Ciertamente, pensar la prensa amarilla como un proceso comunicativo supone superar la perversidad con que sus dueños usan y tergiversan la información y nos lleva a comprender la comunicación también desde el punto de vista de sus públicos. Si partimos de esta premisa, debemos entender a la prensa amarilla desde otra perspectiva: como un proceso dinámico, en el que están involucrados otra oferta de prensa, otros medios audiovisuales, un sistema político. En una sociedad de intercambios cada vez más dinámicos que trascienden el tiempo y el espacio, no podemos pensar la relación entre el lector y el diario amarillo como si éstos estuvieran aislados de lo que ocurre en el mundo. Es necesario analizarlos en sus contextos culturales y mediáticos.
La prensa amarilla actual
Como muchos autores han señalado, la prensa amarilla haevolucionado, de las primeras planas del Journal de New York de 1895, pasando por elBild alemán, hasta los diarios amarillistas peruanos como el Chino y Ajá o los bolivianos como Extra y Gente, el sensacionalismo ha permeado tanto a la prensa seria como a la televisión y la radio (Cerbino Mauro, Ética y sensacionalismo en los medios, 2005). Es evidente su influencia en los noticieros y programas periodísticos, como también en otros géneros audiovisuales. Frecuentemente, resulta difícil trazar una línea tajante entre el sensacionalismo y la prensa amarilla. De hecho, el término prensa amarilla surgió de una disputa entre el World de Albert Pulitzer y el Journal de RodolfHearst, por una tira cómica que se publicaba en ambos diarios llamada Yellowkid, y cuyo color pasó a representar el tipo de periodismo en extremo sensacionalista. Sin embargo, la prensa amarilla de nuestra época presenta algunas particularidades.
Esta prensa cumple una doble función, sirve tanto para ser comprada y consumida por sus lectores como para ser mirada en sus titulares. La práctica de ver los titulares es muy común; es parte de los operativos psicosociales, pero también refleja la velocidad de la vida cotidiana, donde lo audiovisual tiene su imperio y toda la diagramación periodística está organizada para ser más vista que leída. (Revista de investigación psicológica, ISSN, 1560-909x, Vol. 11, N°2, 2008, pág. 153) “Los diarios amarillistas son fuente de entretenimiento, de satisfacción de necesidades, de protagonismo y también de voyerismo público; a diferencia de la prensa amarilla de finales del siglo XIX…” (Revista Latina de comunicación Social, Octubre 1999, N° 22, La laguna (Tenerife). Sin embargo, la prensa actual se ocupa muy poco de las noticias internacionales o de personajes de la realeza. Más bien, se trata de una lista interminable de personas anónimas, como albañiles, profesores, vendedores ambulantes y cobradores de microbuses que discurren entre las páginas de los diarios, entre notas exageradas y distorsionadas. Personajes que de ninguna manera son los protagonistas de los diarios serios y reflexivos, encuentran en esta prensa una representación banal de su cotidianeidad y sus espacios. El sensacionalismo ha traspasado la frontera, instalándose tanto en la prensa seria como en la televisión y la radio. Contra lo que se suele pensar los lectores de esta prensa no son siempre los menos instruidos, ni los miembros de las clases sociales más bajas. Entonces, no siempre estamos frente a un lector de poca instrucción, ni desvinculado de la agenda política, no estamos frente al paradigma de la marginalidad, según el cual esta prensa se ocupa de los márgenes de la sociedad. También esta prensa resalta y apela a dimensiones que los otros diarios no se proponen, la función lúdica predominante. Ellos no tienen competencia en los diarios tradicionalesque encasillan el entretenimiento a las secciones de humor y misceláneas. Por su parte los lectores de estos diarios se articulan en torno a algunos factores:
• El gusto por el entretenimiento extremo por encima de la veracidad.
• Por los enfoques trasgresores, es decir, sin reparar en aspectos éticos, morales o de valores (de allí el gusto o la tolerancia frente a la crónica roja, el uso del cuerpo de la mujer como objeto y la escasa preocupación por la estricta veracidad de los hechos)
• Por la búsqueda de “horizontalidad social”, es decir de espacios rostros y lenguajes similares a los suyos.
• Y finalmente la preferencia por las narrativas de acción en desmedro de una actitud más analítica.
Por lo mismo, estamos hablando de comunidades
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