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Aborto en México


Enviado por   •  8 de Diciembre de 2022  •  Tesis  •  11.741 Palabras (47 Páginas)  •  86 Visitas

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I.        INTRODUCCIÓN.

  1. Descripción general

El conocimiento de la reproducción humana está lleno de dudas, temores y expectativas incluso en el siglo XXI. Muchas mujeres harían lo que fuera por ser madres, otras, con sufrimiento y pagando altos precios, buscan deshacerse de la vida que llevan dentro. Una cuestión crucial que se debate hoy en día sobre el aborto ha sido la de quién decide si nace o no el ser que lleva la mujer con ella. La alternativa de tomar esta decisión se da entre quienes, sin asumir la responsabilidad cotidiana de su crianza, tienen el poder para impedir o favorecer que se den esos nacimientos y quienes los tendrán que asumir afectiva y económicamente en el día a día (Lamas, 2003)

En las últimas seis décadas las actitudes y el comportamiento sexual de los jóvenes han cambiado, tanto hombres como mujeres han comenzado su actividad sexual a más temprana edad. De igual forma, las actitudes hacia las relaciones pre maritales se han vuelto más indulgentes y la culpa de las mismas ha decrecido, esto provoca que los jóvenes tengan una mayor cantidad de encuentros sexuales (Wells y Twenge, 2005).

Lo anterior, puede generar embarazos no deseados, causados por no usar anticonceptivos, por el uso de métodos menos efectivos, o por el uso incorrecto o inconstante de los mismos (Murphy, 2003). Así, estos embarazos pueden terminar en abortos inducidos o voluntarios. Éstos poseen una gran demanda en varias sociedades contemporáneas, debido a que muchas mujeres han sido motivadas a tener un menor número de hijos, y a que varias tienen un acceso y/o disponibilidad limitado al uso de anticonceptivos (Frejka y Atkin, 1990). Sin embargo, en sociedades en las cuales el valor de la mujer está basado en el número de hijos que tiene, su habilidad para regular y controlar su fertilidad resulta limitada (David, 1994). Los abortos también pueden deberse a

que la sociedad intenta suprimir la sexualidad femenina, que influye para que las mujeres eviten sentir deseo sexual y se abstengan de tener un comportamiento sexual que pudiera desembocar en un embarazo, a pesar de que varias mujeres se sienten con un derecho total sobre sus actos y su cuerpo (Baumeister y Twenge, 2002). Además, la salud sexual de las mujeres deja mucho que desear principalmente en países en vías de desarrollo, ya que una completa salud reproductiva y sexual, incluye bienestar tanto físico como psicológico, relaciones sexuales responsables, estar libre de enfermedades, violencia y otras prácticas perjudiciales relacionadas con el sexo, sin embargo, es sabido que esto no siempre sucede así (Murphy, 2003).

El tema del aborto ha causado gran polémica en varios países del mundo. En algunos, incluyendo a México, sigue siendo ilegal dependiendo de las circunstancias en que se haya producido el embarazo y las condiciones en que se encuentre el producto y la mujer. A pesar de la penalización del mismo, hay muchas mujeres que siguen optando por este método para poner fin a un embarazo no deseado. La ilegalidad de éste en México y en otros países en los cuales está restringido y penado, provoca que las estadísticas de la incidencia del mismo sean escasas, ya que debe comenzarse con los datos de mujeres que han sido hospitalizadas por consecuencias del aborto y partir de esto para obtener el número de abortos inducidos eliminando los abortos espontáneos (Henshaw, Singh, Haas, 1999).

En marzo del presente año aumentó la polémica del aborto en nuestro país, cuando la diputada Maricela Contreras del Partido de la Revolución Democrática (PRD) por el Distrito Federal, presentó una iniciativa de ley que aprueba el aborto cuando la mujer considere que su embarazo afecta su proyecto de vida (Gómez, y Morales, 2007). Esta iniciativa posteriormente fue apoyada por el senador Pablo Gómez para lograr la despenalización del aborto en todo el país previo a la semana 12 de gestación, para proteger la salud de las mujeres que decidan abortar y que no cuenten con los medios económicos

necesarios para realizarlo en un ambiente sanitariamente adecuado. El senador cree que el código penal federal debe ser reformado para apoyar a las mujeres en este problema de salud pública, ya que no es algo que esté oculto ante los ojos de la población, incluso, en los periódicos, se encuentran anuncios de establecimientos en los que se practican abortos voluntarios (Piden despenalizar el aborto, El informador, 2007). También considera que la prohibición formal del aborto voluntario antes de que se cumplan las doce semanas del embarazo ha traído los peores resultados; ya que las mujeres siguen abortando y muriendo, y añadió que con la reforma no se darían más abortos voluntarios, sino que simplemente, los que se realicen, serían en las condiciones de salud adecuadas, además de que bajarían los precios de esta práctica volviéndose más accesibles para la gente de escasos recursos (Contreras, 2007).

Una investigación a cargo de Norma Ojeda, en el Colegio de la Frontera Norte, mostró que de las 815 mujeres que abortaron en San Diego, California, Estados Unidos, durante la primavera y el verano de 1993, 31% eran mexicanas. Con lo anterior se concluye que ante las restricciones legales que prevalecen en el país para abortar, las mexicanas cruzan la frontera norte para lograr una interrupción segura del embarazo, así como para evitar los cuestionamientos sociales y legales de la sociedad mexicana (Excélsior, 2007).

Ricardo Ruiz, presidente del PRD en la capital, apoyó la iniciativa propuesta por los diputados y convocó a quienes se oponen a entender que es una reforma justa ya que existen miles de muertes provocadas por abortos mal practicados (la jornada, 2007). En contraparte, la presidenta del Partido Acción Nacional (PAN) capitalino, aseguró que “aborto legal no es igual a aborto seguro”, y comenzó su campaña repartiendo volantes con la información de los riesgos que corre una mujer al momento en que le practican un aborto, y considera que antes de proponer despenalizar el aborto, deberían considerar educación para evitar embarazos no deseados, así como brindar becas a

mujeres embarazadas y        establecer un programa de guarderías nocturnas (El PAN a los tribunales si despenalizan el aborto en el D.F, Notimex, 2007).

Ma. Teresa Ortuño, también diputada del PAN, agregó que lo importante es brindar educación sexual oportuna y aumentar la autoestima en las mujeres, considera que al fomentar una buena cultura de adopción, las solicitudes de aborto se reducirían significativamente y no sería necesario pensar en una despenalización. Esto lo apoyó Ludivina M. diputada del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), agregando que los medios de comunicación también podrían ayudar mediante campañas que promuevan el sexo seguro y la educación sexual en general, ante lo cual, Pablo Gómez respondió que el problema del aborto seguirá con o sin campañas publicitarias (Mesa de dialogo, 2007)

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