Aborto legal, gratuito y sin condiciones como un derecho fundamental

||ABORTO LEGAL, GRATUITO Y SIN CONDICIONES COMO UN DERECHO FUNDAMENTAL

María José Morales Ruiz Filología alemana.

Jack David Henríquez, profesor.

El aborto es la interrupción del embarazo (IVE) a petición de la mujer, se le conoce como aborto inducido. Consiste en la extracción del embrión o feto en la etapa de fecundación del mismo. Puede realizarse mediante un procedimiento químico (por medio de medicamentos), de aspiración o extracción instrumental, y quirúrgico. Que alguno de estos procesos sea llevado a cabo dependerá del dictamen de un médico el cual tendrá en cuenta factores como, el estado de salud de la mujer, el tiempo de gestación y el desarrollo del embrión o feto. El procedimiento químico es realizado entre las semanas 8 a 15, en su mayoría no presentan un riesgo para la mujer, la evacuación instrumental del embrión se realiza entre las semanas 14 a 24, puede ser intervenida también por medio del proceso quirúrgico. (Wrtkbooklet, 2003)

La interrupción voluntaria del embarazo se encuentra parcialmente despenalizada en Colombia desde el año 2006. En el presente año, la Corte Constitucional llamó a discutir la modificación de la legislación del aborto debido a dos demandas impuestas por la abogada

Natalia Bernal, que buscaba penalizar el aborto en cualquier caso, de igual forma el magistrado Alejandro Linares presentó argumentos a favor de la despenalización (BBC News Mundo,2020). Después de la discusión de ambas ponencias, se estableció como decisión final dejar la legislación como estaba: “la misma Corte Constitucional declaró legal al aborto en casos de malformación del feto, riesgo de la vida de la madre y violación” (BBC News Mundo, 2020).

A pesar de lo anterior, se presentan barreras importantes para que las mujeres dentro de los tres casos no penalizados puedan atender a estos servicios con garantías, algunas barreras son la exigencia de los centros de salud, los cuales en su mayoría solicitan demasiados requisitos, solicitando la demostración de su situación, por ejemplo, demostrar que el embarazo es producto de violación, lo cual le representa a la usuaria trabajo totalmente innecesario y bastante sufrimiento, cuando ya se ha hecho válida con anterioridad la demanda respectiva, son procedimientos que demoran las intervenciones, razones por las cuales en su mayoría deciden abandonar el proceso. Otra barrera, bastante frecuente, es el desconocimiento sobre sus derechos, en su mayoría son mujeres que se encuentran en situaciones de precariedad, bajos ingresos y con vivienda en zonas rurales bastante alejadas de la cuidad, lugares donde tienen dificultades para acceder a los servicios de salud. Como claro ejemplo está el caso de Montes de María, un lugar en el que hay pocos especialistas y pocos recursos como medicamentos e instrumentos médicos. “muchas mujeres deben hacer largos recorridos para acceder a la IVE, a anticoncepción o a medicamentos, lo que implica un gasto de dinero y tiempo que algunas no están en posibilidades de enfrentar” (Dejusticia

2020) El desconocimiento respecto al tema hace que para ellas el IVE represente un delito, no un derecho.

El aborto es un tema que genera mucha controversia hoy en día, aunque no debería ser así pues es un tema que concierne únicamente a la persona que se encentra en esa situación, en este caso la mujer en situación de embarazo. Hablar del aborto implica hablar de la individualidad como mujer, de su autonomía y de su libertad: Tiene que ver con la historia, tiene que ver con las mujeres, tiene que ver con los derechos humanos, con el feminismo, con los movimientos sociales, con el desarrollo de la legislación penal, con la autonomía, con el cuerpo, con las tasas de mortalidad materna, con el pensamiento liberal, con la supuesta neutralidad de la ley, con las decisiones políticas (Prada, et al. 2010). El aborto es una decisión que debe ser únicamente de la mujer y debe ser ejercida sin ninguna condición y de manera segura, al ser únicamente ella la dueña de su cuerpo, la única que puede tomar decisiones sobre él, y entre esas, tener hijos, esta situación debe ser considerada y establecida como parte importante del cuidado de la salud reproductiva y general, no debe ser decisión de las leyes o de la medicina autorizar o no dicho procedimiento.

Se viola el derecho a la salud cuando el Estado hace a la mujer apelar a la clandestinidad, cuando no la atienden en los centros de salud o la denuncian, cuando la obligan a continuar con un embarazo, o le niegan información, cuando le imponen alguna de las barreras

mencionadas con anterioridad, como lo indica en este estudio de la ORG Alianza por la sociedad:

“Cada año, 44 millones de mujeres deciden terminar de forma voluntaria su embarazo (la mayor parte en países en vías de desarrollo) y de ellas 47.000 mueren debido a abortos inseguros y otros cinco millones sufren lesiones graves” (Alianza por la solidaridad ORG, 2017).

Las mujeres que logran sobrevivir a los procedimientos presentan complicaciones que en su mayoría repercuten gravemente en su salud por un periodo de tiempo bastante largo, entre estas repercusiones incluso la incapacidad de volver a tener hijos. Mujeres en su mayoría en situaciones de precariedad se les niega el servicio, por las barreras que anteriormente fueron nombradas, la mayoría de ellas no reciben educación respecto a sus derechos, otras de ellas no cuentan con los recursos económicos suficientes para suplir los gastos que acarrea practicarse un aborto, poniendo en riesgo sus vidas y perdiéndolas en el proceso.

Llevadas por el miedo, por presión social, hay miles de situaciones que se desconocen, la persecución de la mujer y la persecución de este delito, las pone en una situación bastante complicada, terminando en clínicas clandestinas. Si bien es cierto que la sociedad en su afán moralista las obliga a tener a sus hijos para luego darles la espalda, no les dan opción, las están obligando también a tener miedo y a huir, sometiéndose a procesos dolorosos en muchos sentidos. La siguiente historia, recogida en 'On Abortion' permite evidenciar lo anteriormente planteado:

Sao Bernardo (Brasil), 2015. Una mujer de 19 años toma píldoras abortivas y poco después acude al hospital por unos dolores abdominales. Tras tratarla, su médico llama a la policía; los agentes la esposan a la cama y la obligan a confesar. En Brasil el aborto es ilegal en casi todas las circunstancias y se dan casos de doctores que rompen el código de confidencialidad denunciando a las mujeres que lo intentan. Algunas pacientes acusadas de intento de aborto permanecen detenidas en hospitales durante semanas e incluso meses.

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