Abstencionismo En Elecciones Costarricenses

En cuanto al abstencionismo del ciudadano en las votaciones a alcalde, me parece que el problema no es la forma de elección que se está llevando a cabo, por lo que no es necesario realizarle cambios.

En el artículo se está viendo una cantidad de factores y excusas de parte de algunas personas que no llegan a la verdadera raíz del problema. ¿Cómo alguien puede creer que el frío es la culpa del abstencionismo? No se requiere ser un genio para saber que el problema va más allá de la temperatura del día. El problema más grande que engloba cualquier excusa mencionada anteriormente es la falta de credibilidad que tiene el ciudadano hacia los candidatos, es algo simple. Esto claramente evidencia la “mala fama” que se ha hecho la política en la mentalidad de los ciudadanos costarricenses. Se ha presentado un gran rechazo del sistema político y además una gran falta de identificación con los candidatos.

Los ciudadanos ya están cansados del mal uso de los fondos, de las falsas promesas, falta de seguridad en sus casas, y que después de tantos años no vean mejoría alguna en sus cantones o en su país. Se han dado cuenta de que sus esfuerzos y buena voluntad al escoger un candidato no funcionan y/o no son suficientes para lograr que en su cantón se solucionen algunos de los problemas mencionados anteriormente.

El problema no es el mal día, no es el sistema de elección, ni tampoco que los ciudadanos no estén conscientes de la importancia su relación con su municipalidad. El problema está en los mismos candidatos y su falta de credibilidad.

Si se quiere que los ciudadanos apoyen y salgan de sus casas para votar, entonces deben probar que ellos no están ahí para tener un buen carro, una buena casa y dejarse todos los fondos, deben probar que hacen bien su trabajo, que en realidad se preocupan por su cantón y que están ahí por el bien del país. No pueden esperar que de un día a otro la gente los apoye teniendo tan mala reputación.

Como dijo Polinaris: “No hay políticas claras, programas ni proyectos, lo que vemos es que en tres meses se han repartido c.1.500 millones tirando piedra, arena y concreto para hacer alamedas y aceras sin ninguna planificación.”. Esto deja claro que es necesario un buen candidato, un buen programa y promesas realistas para que hagan que el ciudadano salga de su casa para votar. Debe llegar alguien que haga la diferencia y le compruebe a las personas que votar no es una pérdida de tiempo, que si vale la pena votar para tratar de hacer un cambio o por lo menos hacerlos sentir de nuevo que su voto en realidad cuenta.

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