“Acciones del gobierno de Felipe Calderón para combatir la obesidad y diabetes en México y sus resultados”
Enviado por Juan Orozco Prieto • 5 de Abril de 2016 • Monografía • 4.372 Palabras (18 Páginas) • 354 Visitas
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“Acciones del gobierno de Felipe Calderón para combatir la obesidad y diabetes en México y sus resultados”
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Índice
- Introducción
- La obesidad
- La diabetes
- La obesidad en México
- Implicaciones de la obesidad en México
- Factores socioeconómicos y obesidad en México
- La diabetes en México
- Acciones del gobierno (para combatir la obesidad y la diabetes)
- Resultados de las acciones del gobierno contra la obesidad y las diabetes
- Anexos
- Bibliografía
1. Introducción
En el presente documento se pretende analizar las acciones que tomó el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa durante su mandato para combatir un problema que vivimos hoy en día todos los mexicanos, el cual es la obesidad y la diabetes. Para lograr el objetivo, es necesario hacer referencia a varios conceptos, como lo son la diabetes y la obesidad. Además es importante profundizar los conceptos mencionados anteriormente para lograr un completo entendimiento de lo que este trabajo intenta informar. Durante el desarrollo de esta monografía se mencionaran varios aspectos de la obesidad y la diabetes, tales como la obesidad y la diabetes en México, los factores socioeconómicos de la diabetes en México, entre otros. Cabe mencionar que se profundizará y se hará énfasis en las acciones que tomó Felipe Calderón durante su mandato para atacar estos problemas y los resultados que dichas acciones tuvieron, ya que, como se puede ver claramente, es el tema principal de este documento.
2. La obesidad
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMC), se entiende por obesidad a la acumulación anormal y excesiva de grasa, cuya situación es perjudicial para la salud (Organización Mundial de la Salud, 2015). La obesidad, según la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos de América, se distingue del sobrepeso porque éste sólo implica el pesar demasiado, sin embargo, esto no siempre tiene que ver con una acumulación excesiva de grasa, sino que, puede ser ocasionado por la masa muscular, el peso de los huesos o el agua acumulada en el cuerpo. Ambos conceptos sin embargo, convergen en ser que el peso de un individuo sobrepasa aquella medida que es saludable de acuerdo con su estatura (U.S. National Library of Medicine, 2015). De esta manera, la obesidad se caracteriza por un aumento en la acumulación de la grasa corporal y con ello, la ganancia de peso.
La obesidad es una enfermedad crónica, cuya causalidad es compleja, y que tiene una etiología de múltiples factores, por ejemplo, los genéticos, los sociales y los ambientales. En el problema de la obesidad, el estilo de vida y las condiciones socioeconómicas son determinantes (Rivera, 2013).
La obesidad es causada por un balance positivo de energía que es el resultado de una ingesta de energía en alimentos que supera al gasto energético, y por lo tanto, el excedente es almacenado en el organismo como grasa (Rivera, 2013).
En este sentido, ya que la obesidad es causada por el balance positivo de energía, los factores biológicos, sociales, económicos y culturales cobran importancia al conformar las características de la alimentación y de la actividad física, pues hacen impredecible y difícil o hasta imposible el control y la prevención de la obesidad en los individuos y en la población en general (Rivera, 2013).
La obesidad, a su vez, aumenta el riesgo de padecer diabetes, enfermedades de tipo cardiaco, artritis e incluso, puede relacionarse con el desarrollo de ciertos cánceres (U.S. National Library of Medicine, 2015).
La Organización Mundial de la Salud advierte que desde la década de 1980, la obesidad ha aumentado en más del doble en todo el planeta, de manera que, en el 2014 arriba de 1,900 millones de adultos mayores de 18 años padecían de sobrepeso, y más de 600 millones padecían obesidad, esto quiere decir que, casi el 40% de las personas adultas tenían sobrepeso, mientras que, el 13% tenían obesidad (Organización Mundial de la Salud, 2015).
La obesidad, sin embargo, no es un padecimiento exclusivo de la población adulta, sino que, para el año de 2013 el número de niños menores de cinco años que padecían sobrepeso superaba los 42 millones (Organización Mundial de la Salud, 2015). Asimismo, anteriormente se consideraba que la obesidad era un padecimiento casi exclusivo de los países cuyas poblaciones tenían ingresos altos, sin embargo, en la actualidad se observa como la presencia de esta enfermedad va en aumento en países de ingreso bajo y medio, principalmente en las zonas urbanas de éstos. Es destacable el caso de los países en desarrollo que son considerados economías emergentes, pues la obesidad y el sobrepeso en los niños ha sobrepasado en 30% a los países desarrollados y de ingresos altos (Organización Mundial de la Salud, 2015).
El problema de la obesidad a nivel mundial es el hecho de que éste trastorno está relacionado con un número de enfermedades. Por ejemplo, la obesidad se relaciona con un las enfermedades cardiovasculares, que fueron la principal causa de defunción a nivel mundial en el año de 2012, tales como la cardiopatía y el accidente cardiovascular; además, es un factor que contribuye notablemente al desarrollo de diabetes, trastornos del aparato locomotor como la osteoartritis y cánceres del endometrio, la mama y el colon. Aún más, en el caso de los niños, la obesidad infantil se asocia con una probabilidad de obesidad adulta más elevada, discapacidad y muerte prematura, además de sufrir, incluso de infantes, de dificultad respiratoria, hipertensión, enfermedades cardiovasculares, resistencia a la insulina y daños psicológicos (Organización Mundial de la Salud, 2015).
3. La diabetes
La diabetes, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, es un trastorno metabólico cuyas causas son diversas y que tiene por características la hiperglucemia crónica además de una serie de trastornos en el metabolismo de los carbohidratos, grasas y proteínas debido a las anomalías en los niveles de secreción de la insulina o sus efectos. En el largo plazo, la diabetes puede causar daños, disfunción e insuficiencia de algunos de los órganos del cuerpo (Organización Mundial de la Salud, 2016).
La hormona de la insulina es producida por el páncreas y su finalidad es controlar los niveles de azúcar en la sangre. La diabetes, pues, puede ser producto de una muy poca producción de insulina o de la resistencia a ésta, o incluso ambas. Las personas que padecen diabetes sufren de hiperglucemia, puesto que su cuerpo no es capaz de movilizar el azúcar de la sangre hacia los adipocitos y las células que se encargan de quemarla o almacenarla en forma de energía, además el hígado produce mucha glucosa y la secreta en la sangre. Lo anterior ocurre debido a que el páncreas no produce la insulina suficiente, que las células no ofrecen una respuesta típica a la insulina o ambas cosas (U.S. National Library of Medicine, 2016).
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