Felipe Calderón
Enviado por chispitaypollo • 28 de Septiembre de 2014 • 788 Palabras (4 Páginas) • 228 Visitas
CIUDAD DE MÉXICO, 1 de septiembre.
Felipe Calderón Hinojosa ingresó el primero de diciembre de 2006 tras banderas al salón de plenos de San Lázaro. En medio del pasmo y las protestas de los legisladores del PRD, PT y Convergencia, hoy Movimiento Ciudadano, que se habían atrincherado ahí tres días atrás para evitar la toma de protesta.
El impacto mediático y político marcó aquella breve y atropellada ceremonia en la que juró como Presidente.
Ese viernes comenzó un sexenio de adversidades que luego él mismo comparó, no con cuatro, sino con “cinco jinetes del Apocalipsis”.
Esa misma mañana, en el Auditorio Nacional, definió que la superación de la pobreza, el fortalecimiento de la economía y “la lucha por recuperar la seguridad pública” serían sus prioridades.
Y asumió: “No será fácil ni rápido, que tomará tiempo, que costará mucho dinero e incluso y por desgracia vidas humanas”.
Se trasladó al Campo Marte para una “salutación de las Fuerzas Armadas del Estado mexicano”, acto que perfiló el sello militar de una gestión en la que, afirmó entonces, sería la de “un Presidente que se ocupe de sus soldados y sus marinos (...) porque sé muy bien que es la hora de velar por la tropa”.
Doce días después se inauguró la estrategia anticrimen con la Operación Conjunta Michoacán: por tierra, mar y aire fueron desplegados seis mil 714 efectivos del Ejército, Fuerza Aérea, Policía Federal y PGR.
Ataviado con chamarra y gorra de general, Calderón acudió el 3 de enero de 2007 a la zona militar de Apatzingán, Michoacán, donde encabezó un desayuno y exaltó el rol de los uniformados en el enfrentamiento con el narco.
El primer año de la gestión calderonista, 2007, se singularizó también por un pronto acuerdo en el Congreso, a finales de marzo: la nueva Ley de ISSSTE destinada a reformular el financiamiento de las pensiones. Es un triunfo para la política, la economía y la democracia, celebró el Presidente por la noche, en un mensaje por televisión.
Agradeció a los legisladores del PAN, PRI, Partido Verde y Nueva Alianza por “la reforma más relevante en los últimos diez años”, cuya negociación prueba que “sí se puede transformar al país”.
Pero ese optimismo comenzó a moderarse. De ello dio cuenta en el foro “300 líderes de México”, en septiembre de 2007: “Yo no sé si esta lista de 300, o de 500 o de 100 o de 20 o de diez, sea una lista adecuada; quizá ni somos todos los que estamos ni están todos los que son (...) Pienso que esta minoría selecta que a final de cuentas marca cadencias en una generación, tiene mucho más que hacer que los demás”.
La molestia, el reclamo y los regaños que caracterizarían su gestión tuvieron evidencia pública en Villahermosa, Tabasco, cuando acompañado de Margarita Zavala se puso a rellenar sacos de arena para levantar un muro
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