Actividad de Cátedra de Macroeconomía
Enviado por Igna Café • 23 de Noviembre de 2022 • Informe • 837 Palabras (4 Páginas) • 79 Visitas
Desde hace ocho años, la economía venezolana ha estado marcada por la fuerte crisis que azota a nuestro país. Para entender la magnitud del problema, durante este período de recesión, según estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), desde 2013 hasta finales de 2021, el PIB de Venezuela ha perdido alrededor del 83,5 % de su tamaño, pasando de los US$258.993 millones, entonces, a US$42.530 millones en la actualidad[1].
Leves indicios de recuperación
Aun así, a pesar de este alarmante porcentaje, especialistas reconocen que el desplome producto de la grave crisis cambiaria de 2013 ha terminado[2]. De hecho, aseguran que el fin de esta abrupta caída viene acompañado de una modesta recuperación económica; más específicamente, la firma Ecoanalítica, promulga que esta recuperación será de entre 4% y 6%. Según Asdrúbal Oliveros, director y socio de la consultora mencionada, “es un número bastante débil para una economía que se ha contraído más del 80%”, también considera que nos encontramos ante “un cambio importante en la tendencia de caída que puede ser aprovechado por algunos sectores”[3].
No obstante, esta posible recuperación económica es bastante tenue y, aunque no traerá beneficios para todos los ciudadanos venezolanos, puede tener efectos tangibles en el sector comercial; como, por ejemplo, la posibilidad de un aumento en las ventas[4]. Esto último se refleja en el testimonio de algunos emprendedores emergentes, quienes afirman que, principalmente durante el último trimestre de 2021, el volumen de ventas aumentó y esto les permitió ampliar el inventario[5].[pic 1]
En este sentido, la consultora Ecoanalítica plantea que para el 2022 el país podría salir de la hiperinflación entrando en un ciclo de estanflación.
Petróleo, divisas y remesas: una recuperación más tangible
Por otra parte, este crecimiento económico tendrá la ayuda de la proclive renovación del mercado petrolero gracias al crecimiento del “PIB petrolero”, un parámetro tradicional al momento de evaluar el comportamiento en la demanda de bienes y servicios en el país[6]. Otro factor importante es el cambio de actitud del gobierno de Nicolás Maduro frente a la empresa privada pues, finalmente, ha adoptado una política económica amigable con el empresario para sobrevivir, en la búsqueda de estímulos a la inversión internacional y la participación del dólar dentro de la economía local[7].
[pic 2]
Por esta razón, actualmente los anaqueles se encuentran llenos de productos (locales e importados) y el desabastecimiento que asoló al país durante 2016-2017 ha desaparecido. También influyen la dolarización informal y las continuas inyecciones de divisas por parte del Banco Central de Venezuela para estabilizar el precio del dólar[8]. Así como las remesas enviadas por venezolanos en el exterior, pues alrededor del 68,3% de la población utiliza monedas extranjeras y el aproximadamente 75,8% tiene al menos una divisa en el bolsillo[9].
Conclusiones generales
En síntesis, podemos afirmar que la economía venezolana crecerá en 2021, y años posteriores, aunque a un ritmo bastante lento y desigual. Pues este se ha concentrado en sectores muy singulares del país[10]; por una parte tenemos anaqueles a rebosar y por otra un índice de pobreza del 94,5%, según encuestas de la ENCOVI.[11]
Referencias bibliográficas
Banca y Negocios. 2022. “#Datos | BCV gastó más de US$1.500 millones para tumbar precio del dólar en 2021.” Banca y Negocios. https://www.bancaynegocios.com/datos-bcv-gasto-mas-de-us1-500-millones-para-tumbar-precio-del-dolar-en-2021/
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