Adamovsky
Enviado por Leandro Gabriel Villalba • 27 de Junio de 2021 • Apuntes • 1.271 Palabras (6 Páginas) • 126 Visitas
Adamovsky aborda distintos aspectos del proceso de desarticulación de los sectores sociales medios, así como de las particulares formas de lucha que protagonizaron durante la década del 90 y en los primeros dos años del presente siglo. El texto propone la idea de que las formas de resistencia al neoliberalismo en estos tiempos fueron lideradas por los trabajadores, acompañados por buena parte de los sectores medios que se encolumnaron detrás de ellos.
Al abordar la época del gobierno menemista, el análisis pone en principio la lupa sobre la oposición de los productores rurales pequeños y medianos a través de manifestaciones, cortes de ruta y tractorazos. Un activismo que incluye la acción del Movimiento de Mujeres Agropecuarias en Lucha, cuya acción impidió decenas de remates judiciales de quienes habían caído en situaciones de quiebra.
A la hora de identificar las medidas más potentes contra el orden neoliberal, Adamosvsky pone de relieve las demostraciones públicas de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA). Recuerda en ese sentido, la Marcha Federal que reunió una multitud en Plaza de Mayo el 6 de junio de 1994. Hegemonizaron esa movilización trabajadores pertenecientes a los sectores medios, en especial, docentes y empleados públicos. Contó además con la adhesión de algunas organizaciones políticas – como el Frente Grande, la Unión Cívica Radical y algunos partidos de izquierda – estudiantes universitarios, pequeños y medianos comerciantes y empresarios.
Nuevos actores y actrices sociales
Las puebladas de Cultral Co, Plaza Huincul, Tartagal y Mosconi, en protesta al desempleo masivo que generó la privatización de YPF, derivó en la multiplicación de los cortes de ruta. Fueron estos los orígenes del movimiento piquetero en nuestro país que, en muchas de sus acciones, sumó la adhesión de docentes, empleados estatales y sectores de las pymes de cada lugar.
Según la perspectiva del autor, y contrariamente a lo que suele plantearse, si bien en la primera mitad de los ’90 estas acciones fueron protagonizadas por trabajadores ocupados y desempleados, en la segunda, el protagonismo pasó a manos de entidades representativa de sectores sociales medios. Recuerda que entonces, distintos medios de comunicación, funcionarios gubernamentales y conocidos empresarios, como Amalia de Fortabat y Franco Macri, coincidían y hacían pública la idea de que el problema estaba en “la propia clase media que no se adapta a las características del nuevo país”.
Sostiene además que, después de un primer encantamiento con el menemismo, muchas personas de los sectores medios encontraron identificación política con el FREPASO, una nueva organización que reunía peronistas disidentes, algunos pocos radicales, democristianos y militantes de agrupaciones defensoras de los derechos humanos. El FREPASO convocó en 1996 a un apagón con cacerolazo en protesta por los aumentos de las tarifas del servicio eléctrico, y un año después, hizo lo propio como reacción a los incrementos de la telefonía. Ambas acciones tuvieron un éxito parcial.
Ajuste, corralito y crisis
La Alianza, tras su triunfo electoral en 1999, ratificó la continuidad de la política económica de la era menemista. Luego de la frustrada gestión de José Luis Machinea, el presidente Fernando De la Rúa designó ministro de Economía a Domingo Felipe Cavallo. El artífice central de la Convertibilidad, puso en práctica un paquete de medidas que incluyó la reducción del 13% en los salarios de los docentes, jubilados y empleados públicos, y poco más tarde, implementó el célebre “corralito” que limitó la cantidad de dinero que se podía retirar de las cuentas bancarias. En tanto el peso de la deuda externa asfixiaba nuevamente a la Argentina, el titular del Palacio de Hacienda batallaba para hacer realidad su plan de “déficit 0”.
En las elecciones legislativas de 2001 triunfa el peronismo, pero el voto en blanco alcanza el 42% de los sufragios. Evidentemente, a la crisis económica, se había sumado ahora una crisis de legitimidad en torno del sistema político en su conjunto. Ese mismo año, Eduardo Duhalde advertía la necesidad de “revertir la agonía de la clase media argentina”. Se trató de una expresión inédita. Desde los orígenes del gobierno menemista hasta las postrimerías de los ‘90, asegura Adamosvsky, ninguna corriente gremial, social o política, había aludido taxativamente a la identidad de los sectores medios en su retórica.
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