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Adios querido camarada


Enviado por   •  29 de Marzo de 2015  •  Informe  •  809 Palabras (4 Páginas)  •  1.512 Visitas

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ADIOS QUERIDO CAMARADA

Hoy, a mi corazón lo embarga el duelo,

un funeral enluta toda mi alma,

yo sé que al más allá emprendió vuelo;

sufriendo este dolor no tengo calma.

¿A dónde fue el amigo tan querido,

aquel que día a día me alegraba;

dónde está, camarada? ¡No lo olvido!

No olvido que a mi lado siempre estaba.

Ahora el buen amigo está ausente,

aquel que yo quería como hermano,

en mi recuerdo está aquí presente

estamos juntos dándonos la mano.

Recordando los años que han pasado,

los hechos que en el tiempo se han perdido;

a veces, a tu ausencia he preguntado

si recuerda las cosas que yo olvido;

sólo el silencio mudo me responde:

“no me preguntes nada triste amigo,

pues no sé del lugar donde se esconde

el aliado que siempre vi contigo”.

Te ruego me perdones si algún día

yo te gasté una broma muy pesada

diciéndote alguna tontería

fue caricia entre hermanos expresada.

Te perdono, si acaso me ofendiste

pues fue por la amistad que nos unía.

Sólo fueron sonrisas que me diste

que colmaron mi vida de alegría.

Fuiste hermano, mi amigo inseparable,

por donde tú andabas, caminaba,

sonriéndole a la dicha interminable

que la amistad hermosa nos brindaba.

Fue la escuela el oasis de armonía

donde las sabias manos del docente

nos guiaron por maravillosa vía

para encontrar la ciencia floreciente.

Conocimos los números, cantando,

sumando cuatro y cuatro igual a ocho

cuatro por dos igual multiplicando

y veinte menos dos igual dieciocho.

Si repartimos veinte entre cuarenta,

seguramente, sólo nos da un medio;

dos elevo al cuadrado y me doy cuenta

que es cuatro y sólo cuatro sin remedio.

La música, el dibujo y la poesía

penetraron temprano a nuestra vida,

pues cantamos alguna melodía

que la memoria añeja nunca olvida.

Fue la guitarra nuestra fiel amiga

que nos acompañaba dulcemente;

muchas penas ingratas nos mitiga

y da salud al cuerpo y a la mente.

No olvido, que cantamos, camarada,

románticas canciones del pasado:

“Me Voy, Hasta Mañana, La Enramada;

Vaya con DIOS, Sin Ti, Amor, Pecado”

Adiós mi fiel amigo de la infancia,

de juventud, vejez y de la muerte.

Muy pronto llegaré a esa estancia

para seguir gozando nuestra suerte.

Adolfo González Hernández

El salvador, América Central

En el circo romano.

Marciano, mal cerradas las heridas

que recibió

...

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