Administración Y Gestión, Imaginarios De Creación

Administración y Gestión, Imaginarios de Creación

Introducción

Es difícil imaginarse un mundo en caos total. Las personas van y vienen ejecutando un sin número de actividades diarias que les permite alcanzar, a lo largo de la historia, un poco de lo que hoy en día se denomina calidad de vida.

Esta cúspide a la cual todos los seres humanos desean llegar, unos más alto que otros, es un motor básico de la sociedad, impulsado por las necesidades básicas humanas, que parten desde lo fisiológico hasta llegar a aquellas necesidades de autorrealización, donde las diferentes teorías sobre la motivación cobran vida.

Es así como a partir de esta contextualización, que no es objeto de este ensayo, nos remontamos años atrás, donde se realizaban prácticas administrativas y de gestión “primitivas” para buscar un orden social.

En los diferentes asentamientos humanos se documentan prácticas de gestión que van desde la organización en pequeñas unidades productivas, hasta la organización social para coexistir. Dichos parámetros de convivencia se mantuvieron durante décadas.

Con el pasar de los años, los conceptos administración y gestión, cobran forma e importancia, y se materializan en las diversas unidades de producción y convivencia humana, que hoy en día se denomina organización. A pesar de que la administración se vincula directamente con el concepto abstracto organización, es imposible alejarlo de los demás fenómenos de la sociedad. Aunque no es tan marcada la presencia, debido al vinculo mental creado por la relación administración-empresa, el concepto aplica a cualquier forma social, desde la familia, amigos e incluso compañeros de estudio.

Desde hace unos años las prácticas de administración y gestión han evolucionado como lo ha venido haciendo cualquier elemento de la sociedad, se pueden observar diversos patrones donde es posible identificar de una manera más evidente los componentes administrativos: planear, organizar, dirigir y controlar.

De igual manera se han desarrollado diversas modas administrativas, y especialmente un nuevo enfoque que marca la tendencia actual de que el cliente es lo más importante, la rentabilidad y el crecimiento es la finalidad única de cualquier organización y aquello que no es medible no se puede mejorar. Pero, ¿es posible administrar bajo este único enfoque?, ¿qué papel juega la imaginación en los profesionales de la administración?, ¿se deben rechazar o apropiar las modas, teorías y modelos?

1. La administración, desarrollo y enfoque

Para dar respuesta al interrogante ¿es posible administrar bajo este único enfoque?, se debe partir desde la definición del estado actual de la administración.

Hoy en día, las prácticas administrativas se basan en el desafío que las facultades de gestión deben superar, dar a los futuros administradores conocimientos susceptibles de guiar sus respuestas cuando llegue el momento de actuar, de enseñar a actuar y de iniciarlos en la complejidad de la gestión reconciliando conocimientos, intenciones y acciones. (Lapierre, 2006).

Bajo el contexto que expone el autor, es factible afirmar que los profesionales de la administración moderna, están en la capacidad de ejercer un proceso de toma de decisiones puntual y efectiva, bajo cualquier tipo de circunstancia. Pero, ¿Cómo se afecta este proceso con la velocidad de cambio a la cual se enfrentan las empresas modernas?

Es importante reconocer que no solo se han efectuado cambios radicales en las diversas empresas, también se generan cambios que impactan fuertemente el entorno, cambios familiares, sociales y relevaciones culturales, que traen consigo un fuerte cambio en las tendencias y los modelos de gestión. Las modas administrativas pasan y son rápidamente reemplazadas por otras, favoreciendo una industria de la novedad, del cambio y del progreso aparente. Por lo tanto, se altera el proceso de toma de decisiones, debe ser cambiante, es decir, adaptativo al cambio, en pocas palabras, imaginativo y creativos, según las condiciones ambientales en las cuales se ve inmerso el profesional en gestión.

La teoría administrativa no es nada explícita sobre sus presupuestos científicos y menos aún sobre sus fundamentos filosóficos e ideológicos. Los marcos de referencia generales (paradigmas, marcos de análisis, modelos estructurales) que permiten clasificar los fenómenos, estudiarlos y explicar sus relaciones (…) se proponen a los administradores actuales. (…) la función de dirección ha sido tradicionalmente abordada por el liderazgo o la toma de decisiones. La producción desde el punto de vista de la gestión de operaciones (…) (Bédard, 2004).

Este enfoque clásico no puede seguir rigiendo en la sociedad actual, es decir, no es efectivo ni viable regirse de la misma manera que hace diez, veinte o tal vez cincuenta años atrás. Las culturas nacionales, organizacionales, las personas, las condiciones de vida no son las mismas, el cambio está presente.

Sin embargo, no se puede descartar en su totalidad las teorías clásicas, son las bases de la administración actual. Administrar bajo un mismo enfoque no es precisamente la solución, la respuesta no va más allá de disminuir la aversión al cambio, aceptarlo y adaptarse, ser creativo e imaginario para crear.

La

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