Adopcion Por Homosexuales

´´La historia dice que desde antes de los años treinta había un grupo de personas diferentes al que el mundo no quería ver. Mujeres y hombres que andaban por las calles aparentando ser, porque allí, en lo público, la norma era no pertenecer´´

Antes de la reforma al código penal de México ser gay u homosexual en nuestro país era considerado una enfermedad. Sin embargo, según German Humberto Rincón Perfetti abogado defensor del movimiento LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transgénero) esta concepción está asociada a los patrones de control social que se han ejercido desde la colonización española y la moral impartida, principalmente, desde la religión católica.

En diciembre de 2009 la Asamblea Legislativa del Distrito Federal de México aprobó la ley que permite a los homosexuales contraer matrimonio. Luego, en agosto de 2010 se le concedieron derechos antes impensables a este grupo, la adopción. Tema que desató polémica en las diferentes esferas del estrato social.

Una de ellas es la concerniente a la idea religiosa y es que el discurso de la iglesia católica brinda parámetros, a veces internalizados por los sujetos desde su alcance y en los que por lo general parten de un asunto político como lo es la adopción por homosexuales, en donde entender y organizar la familia genera una estigmatización que Goffman (2006) define como la reacción acreditable o desacreditable frente a una situación.

Y en ese sentido, la iglesia tiene un argumento central por el que en ningún caso podría aceptar la adopción de un infante por una pareja del mismo sexo, dicho argumento se encuentra plasmado en el libro de la Biblia Genesis 1:27 en él se señala la creación de un hombre y a una mujer para que se reprodujeran y habitaran la tierra. De ahí que la iglesia se reúse a aceptar si quiera una preferencia sexual diferente de la heterosexual.

Y si bien es cierto que la tarea central de la familia es la reproducción, centrarnos en la reproducción biológica sería reducir las relaciones humanas a una versión muy naturalista, y cuestionar sobre esa versión nos conduce a repensar las funciones que hombres y mujeres realizan al interior del núcleo familiar, nos conduce a hablar de conformación familiar entre personas del mismo sexo, puesto que hoy día esa reproducción es más cultural o de socialización.

Queda claro que la familia es la institución social por excelencia, pero actualmente sus formas son múltiples. La familia nuclear es el estereotipo de la relación social exogámica, monogamica, heterosexual y bigeneracional y, aunque es una de sus formas, no es la única dado que cada vez con mayor frecuencia coexisten familias extensas como monoparentales, recompuestas o sin hijos. Lo que cambia es el papel predominante que la familia nuclear juega en la interpretación de las modalidades de la familia. Pero al mismo tiempo ha cambiado la versión “naturalista” de las funciones que tanto hombres como mujeres realizan en el interior de la familia y el desempeño de dichas funciones.

Al respecto la adopción por una pareja homosexual supondría un emplazamiento en el estado familiar del hijo, lo que presupone una institución familiar valorada como una unidad reproductiva eficiente y normal. Y no representaría la menor incongruencia en el estado de derecho hacia los nuevos tipos de familia si el marco legal ha otorgado derechos a dicho colectivo, además si se toma en cuenta que es mucho mejor que un ´´niño de la calle´´ sea adoptado por una pareja de este tipo a que este permanezca en el abandono viviendo a su suerte los acontecimientos de la vida diaria aunque contrariamente para algunos pediatras ese proceso de crianza predisponga al niño a una preferencia similar a la de sus padres adoptivos o en casos peores una confusión respecto a su identidad sexual.

De lo que no cabe duda y que es una hecho es que las resoluciones de ley que están tomando cada vez más el poder legislativo es que de alguna forma quieren hacer creer a la sociedad, o algunos sectores, que hay más parcialidad y equidad al momento de considerar ciertas modificaciones a las leyes o artículos que versan sobre la protección de los derechos humanos con ello ponen en controversia temas que rozan en el límite de lo moralmente aceptado para cierta población y dejan abierto el debate al público, a los redactores de las noticias y medios de comunicación.

Propiciando en todo caso lo que Wolton (El nuevo espacio publico.1998) nombra como el nuevo espacio publico. Es decir, ese lugar en el que notas periodísticas,análisis,

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