Análisis del discurso del Papa Francisco I ante la Organización de las Naciones Unidas -ONU- el 25 de Septiembre de 2015

Análisis del discurso del Papa Francisco I ante la Organización de las Naciones Unidas -ONU- el 25 de Septiembre de 2015.

Es sorprendente como el Papa Francisco I se ha convertido en una persona que se destaca por su forma desinteresada y humilde en la que vive y predica. De igual manera por los comentarios, encontrados por algunas personas, como ofensivos. La visita que ha hecho el Papa Francisco, a Cuba y a los Estados Unidos, se realiza en momentos de tensión mundial, por lo tanto vimos como el Papa Francisco I preparó, con sumo cuidado, cada discurso. Dentro de los discursos dados, el de mayor impacto y relevancia, fue el de ofrecido por el Pontífice en la 70a Sesión de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), frente a 160 jefes de Estado. A muchos ha sorprendido el discurso geopolítico dado por el Papa, el cuál analizaremos desde las perspectivas de los conceptos que envuelven la geopolítica crítica.

Podemos observar que en el discurso hay un predominio de intereses políticos antes que intereses pastorales, y esto lo podremos considerar como algo normal por el tiempo de escenario en el que se desarrolló y porque es la mejor manera de que el Papa pueda ofrecer su parecer frente a los acontecimientos que se desarrollan en el mundo. El papa fue cuidadoso, pero muy conciso y directo, al dar su discurso geopolítico y esto lo dice Lacoste (2006) cuando afirma que “Hablar de geopolítica en estos tiempos, es referirse a un concepto que ha sido demonizado, según mi parecer, por su concepción eminentemente ideológica, totalitaria y militarista.

El Papa Francisco I se aleja de aquellos aspectos que caracterizan a la geopolítica clásica, la cual, según Le Dantec, F. (pag.71) tiene una “concepción totalizadora del poder y en la idea absoluta de la Nación y del Estado, como si ambas fueran entidades totales, coincidentes y homogéneas”.  En cambio se apega a otros aspectos expuestos por Le Dantec, F. (pag.73) en donde en donde se observa la “visión renovada”, de la geopolítica crítica, “no centrada en el Estado, sino en la aceptación de la diversidad de agentes que han aparecido en el panorama mundial, como son los organismos no gubernamentales, las organizaciones internacionales y las diversas empresas transnacionales, entre otros actores”. Es interesante cuando el Papa nos dice que “si hubiera faltado toda esta actividad internacional, la humanidad podría no haber sobrevivido al uso descontrolado de sus propias potencialidades.”(Papa Francisco I, Discurso a la Asamblea General de la ONU, 25 de septiembre 2015). Esto refuerza lo expuesto anteriormente en donde es importante la participación y diversidad de organismos en temas que afectan directamente, desde una comunidad en particular, hasta una región por completo del mundo.

Tanto la inclusión de los excluidos, como el cambio climático son otros de los temas tocados por el Papa, los cuales forman parte de los retos a nivel mundial. Todo esto en un mundo donde se viva una “fraternidad universal”, donde haya más participación por parte de los excluidos del “sistema” y en donde “la limitación del poder” no sea “una idea implícita en el concepto de derecho” (Papa Francisco I, Discurso a la Asamblea General de la ONU, 25 de septiembre 2015). Esto hace alusión al concepto de Carvajal (2007) de “paradigma democrático”, donde cada persona forma parte importante del todo, o sea del Estado Nación. Una mayor participación, distribuida de forma equitativa, para que exista un verdadero equilibrio y democracia.

El Papa Francisco afirma que:

Existe un verdadero «derecho del ambiente» por un doble motivo. Primero, porque los seres humanos somos parte del ambiente. Vivimos en comunión con él, porque el mismo ambiente comporta límites éticos que la acción humana debe reconocer y respetar. Segundo, porque cada una de las creaturas, especialmente las vivientes, tiene un valor en sí misma, de existencia, de vida, de belleza y de interdependencia con las demás creaturas.” (Papa Francisco I, Discurso a la Asamblea General de la ONU, 25 de septiembre 2015).

Este aspecto, la protección del medioambiente, toma una valoración mayor en la geopolítica crítica en donde la distribución y el uso de los recursos naturales se deben realizar de forma cooperativa y desde una perspectiva económica, sin que exista ningún tipo de exclusión. “La exclusión económica y social es una negación total de la fraternidad humana y un gravísimo atentado a los derechos humanos y al ambiente (Papa Francisco, 2015), llamada por él como la “cultura del descarte”.

Se ve el énfasis con que se hace un llamado a que los hombres y mujeres sean dignos actores de su propio destino, y no que el mismo lo decidan un grupo limitado de personas, alejado del verdadero concepto de democracia. Al mismo tiempo el Papa Francisco dice que los gobernantes deben hacer todo lo posible porque todas las personas puedan tener un techo, un trabajo y tierra, a lo que llama “la mínima base material y espiritual para ejercer su dignidad y para formar y mantener una familia” (Papa Francisco I, Discurso a la Asamblea General de la ONU, 25 de septiembre 2015).

La geopolítica crítica  le da más importancia a que los conflictos se resuelvan de una manera más pacífica, en donde haya participación de todas las partes involucradas de manera directa e indirectamente, en donde haya “una negociación integrativa para la resolución de conflictos” con una “diversidad organizacional como agentes geopolíticos” tomando “el planeta como núcleo geopolítico o entorno” (Carvajal, 2007). Es claro que el enfoque del Papa en su discurso está estrechamente relacionado con estos aspectos sobre todo cuando menciona que “La guerra es la negación de todos los derechos y una dramática agresión al ambiente. Si se quiere un verdadero desarrollo humano integral para todos, se debe continuar incansablemente con la tarea de evitar la guerra entre las naciones y los pueblos” (Papa Francisco I, Discurso a la Asamblea General de la ONU, 25 de septiembre 2015).

La seguridad es un concepto que envuelve cada idea plasmada en el discurso del Papa, y esta ha experimentado, experimenta, y experimentará profundos cambios. En un principio, dentro de la geopolítica clásica, se limitaba a mantener la integridad del territorio. Hoy en día el concepto es mucho más amplio y se incluyen otros aspectos como: amenazas o riesgos medioambientales, la delincuencia internacional, el narcotráfico, el terrorismo y el crimen organizado internacional, las migraciones masivas, el tráfico de armas y de personas, comercio de órganos y tejidos humanos, explotación sexual de niños y niñas, trabajo esclavo, incluyendo la prostitución, entre otros. “Está cambiando, también, porque se ha entendido que brindar seguridad no depende sólo del propio Estado, sino que además de la cooperación con otros Estados” (Le Dantec, F., 76), de igual forma lo afirma el Papa cuando dice “no faltan duras pruebas de las consecuencias negativas de las intervenciones políticas y militares no coordinadas entre los miembros de la comunidad internacional.” (Papa Francisco I, Discurso a la Asamblea General de la ONU, 25 de septiembre 2015). Estos conceptos da lugar a una fuerte “explosión demográfica como amenaza emergente (flujos migratorios)” (Carvajal 2007).

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