Análisis del sector bancario en España (I)

Análisis del sector bancario en España (I)

Uno de los sectores que ha sufrido en mayor medida la crisis ha sido el sector

bancario. En este ejercicio vamos a tratar de entender un poco mejor la situación

competitiva del sector, la evolución de la productividad y cuáles pueden ser las

posibles tendencias de futuro.

Breve descripción del sector financiero

El sector financiero es uno de los grandes sectores de la economía, formado

tradicionalmente por los bancos y las compañías de seguros. Si nos centramos en

los bancos, estas instituciones financieras gestionan todas las necesidades que

podemos tener en relación con el dinero: inversiones, préstamos, medios de pago,

etc. Podríamos decir que cada vez que necesitamos hacer algo con el dinero, bien

pedir dinero prestado, bien invertir dinero o bien pagar mediante una tarjeta de

crédito o cualquier otro instrumento, necesitamos de alguna manera, acudir al

banco.

Dado que los bancos no tienen en su cuenta de resultados una cifra de ventas, pues

no venden un producto en concreto, la cifra por la que normalmente se mide el

tamaño de la institución suelen ser los activos totales medios. La cifra del activo

representa la cantidad de dinero que de alguna manera “mueve” la institución, y

por lo tanto representa bastante bien su volumen de actividad.

La cuenta de resultados de un banco es relativamente sencilla. Si consideramos la

parte de los ingresos, básicamente hay dos tipos de ingresos:

Ingresos financieros: generados por los intereses de los préstamos a clientes.

Comisiones por servicios: generados por los servicios prestados en cualquier

ámbito, desde asesoramiento a gestión de cualquier tipo.

Los ingresos financieros están muy relacionados con los activos totales medios y

los tipos de interés a los que se presta el dinero. Cuanto mayor sea el activo,

mayores serán los recursos de capital necesarios, por lo que podemos decir que los

ingresos financieros consumen más capital que trabajo. Prestar dinero por debajo

de la tasa media de coste del capital supondrá por lo tanto perder dinero por este

concepto.

Las comisiones por servicios, al estar relacionadas con los servicios prestados, no

consumen ningún tipo de capital, pueden aumentar sin necesidad de aumentar el

capital. Cuanto mayores sean las comisiones, mayor será la actividad necesaria

para desarrollarlas, en este sentido podemos decir que las comisiones consumen

más trabajo que capital. Cobrar comisiones por debajo del coste operativo de las

mismas supondrá perder dinero por este concepto.

Desde el punto de vista de los gastos, un banco tiene tres tipos de gastos:

• Los gastos financieros, están formados por el coste de financiación de los

recursos, es decir por los intereses que paga a los depositantes y

prestamistas en general.

• Los gastos de transformación, que incluyen todos los gastos operativos

(personal, informática, edificios, gastos generales de cualquier tipo). Incluye

también las amortizaciones, como cualquier otro tipo de organización en

cualquier otra industria.

• La morosidad, que se produce cuando los clientes prestatarios no pueden

devolver el principal de los créditos, y el banco debe asumir la pérdida total

o parcial del mismo.

Nuevamente los gastos financieros están relacionados con los activos totales

medios y el volumen de dinero que el banco “mueve”. Cuanto mayor sea el

prestigio del banco y mejor su imagen de solvencia, menores serán los intereses

que deberá pagar para obtener dinero.

Los gastos de transformación dan idea de lo que le cuesta al banco “mover” el

dinero. Cuanto mayores son los gastos de transformación en relación al activo, se

dice que el banco es menos eficiente.

La morosidad está relacionada con el análisis del riesgo que se ha hecho para

prestar dinero a determinados clientes. Cuanto peor sea ese análisis, más fácil se

prestará dinero a personas que después no serán capaces de devolverlo. Un error

en el análisis de riesgos puede presentarse años después de concedido el

préstamo. La morosidad está muy tasada desde el punto de vista legal. En función

de los retrasos en los pagos, los bancos deben empezar a dotar provisiones, con

independencia de los procesos legales que se sigan. De esta forma al cabo de cinco

años de impagos, un crédito debe estar provisionado (es decir, “restado” en la

cuenta de resultados) completamente. Si como consecuencia de acciones legales o

por solvencia del acreedor, posteriormente el banco cobrara dicho crédito, ese

dinero sería considerado como un ingreso extraordinario.

Estos ingresos y gastos suelen agruparse en tres tipos de márgenes, que son un

estándar en la industria:

• Margen financiero, equivalente a los ingresos financieros menos los gastos

financieros (da idea del diferencial de intereses que el banco paga entre el

dinero que presta y el dinero que pide a sus depositantes).

• Margen ordinario, equivalente al margen financiero más las comisiones por

servicios (da idea del resultado exclusivamente de negocio del banco).

• Margen de explotación, equivalente al margen operativo menos los gastos

de transformación (da idea del resultado de negocio considerando el coste

de la operación)

Finalmente, la deducción de las amortizaciones, las dotaciones de morosidad y los

ingresos extraordinarios configuran

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