Análisis tiempos modernos. Caso de Chaplim

En Chile, para nadie es desconocida la precariedad de nuestra situación laboral. Por una lado, existe un aumento sostenido de los trabajos -llamémosle- informales, en donde los trabajadores ejercen sus labores fuera del sistema de protección social, careciendo de seguros básicos, cobertura de salud y obviamente; previsión. Por otro lado, la flexibilización laboral, práctica de origen neoliberal, ha logrado permear el sistema laboral, dando paso a un modelo que deja al trabajador a merced del empleador, quien en uso de dichos beneficios, puede realizar contratos de corta duración, renovándolos cada cierto tiempode manera que éstos nunca se convierten en contratos indefinidos, lo que perjudica a seriamente a los trabajadores, ya que para tener derecho a las prestaciones de seguridad social, es necesario un período de tiempo y un pago de cotizaciones que la naturaleza de los contratos referidos, hacen imposibles de cumplir. Esto mismo es lo que sucede, por ejemplo, en el caso de quienes se desempeñan a través de la prestación de servicios mediante boletas de honorarios, quienes al igual que los trabajadores del sistema informal, se encuentran al margen de todo tipo de protección social, ya que no se reconoce un vínculo laboral, sino un arriendo de servicios, situación que viven por años, miles de profesionales en el país.

El cuadro anteriormente descrito, refleja claramente la alienación que provoca la situación actual del trabajo en Chile ya que, la falta de certezas que acompaña el tránsito de miles de chilenas y chilenos rumbo a su fuente laboral, es acompañada con una desprotección que no ayuda a éste a valorizar dicha actividad, la satisfacción aquí no es la tarea cumplida sino más bien; la seguridad de ese turno más, esa otra semana trabajando, por ese otro mes de sueldo.

En el caso de Chaplin, éste vive un día en el cual, fortuítamente o no, le ocurre un sinfín de situaciones que, al amparo del humor que ofrece la película, van desnudando el efecto del capitalismo a través de sus 24 cuadros por segundo en aquellos lejanos años y cariosamente, hay muchas familiaridades en dicho relato. Toda nueva situación va tan unidas una de la otra; que van dando curso a su vez, a nuevas situaciones por las cuales nuestro mimo deambula dubitativamente. Todo ocurre así, tan concatenadamente, como los precisos engranajes que cada tiempo se van ajustando minuciosamente según los designios del dueño de la fábrica. Chaplin trabaja porque ve que pertenecer a la fábrica, le otorgará oportunidades pero a la larga, la única misión que va logrando es trabajar exclusivamente en función de los intereses de la propia fábrica, no de los suyos.

Antiguamente, el trabajo era visto como un lugar estable en el cual proyectarse, existiendo un sentido de pertenencia y compromiso con éste. Actualmente el trabajo está lejos de ofrecer un sitio seguro donde hacer carrera y tener una estabilidad, lo que influye directamente en decidir formar familia y los proyectos de vida.

Este sistema está condicionado por el funcionamiento del mercado, lo que hace que la sociedad tenga características  como el juicio basado en la conveniencia individual, una débil lealtad y falta de compromiso a largo plazo. Todo lo anterior significará que el trabajador que posee una mayor formación especializada deseable por el mercado será el que tendrá mayores posibilidades de trabajo y de crear su propia trayectoria laboral, asimismo, aquel trabajador que logre mayores niveles de desapego, y  que aproveche las oportunidades laborales existentes son los que podrán proyectarse a largo plazo, dependiendo únicamente de sus capacidades y de la capacidad de adaptación a los cambios.

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