Andahuaylas
Enviado por 12092015 • 20 de Mayo de 2015 • 1.710 Palabras (7 Páginas) • 231 Visitas
En Andahuaylas coexisten dos mundos. Uno pujante y próspero, con edificios modernos, tragamonedas, restaurantes exóticos y automóviles nuevos. En el otro, la mayoría habita en pequeñas casas, con acceso limitado a agua y saneamiento, y además con deficientes servicios de salud y educación. Mientras en el primero pocos disfrutan de las vicisitudes de la noche, en el otro se vive un yaraví en carne propia todos los días.
La provincia de Andahuaylas es una zona compleja. En la época del terrorismo, era común ver enfrentamientos entre el Ejército y la población contra Sendero Luminoso, luego el lugar se convirtió en una ruta vital para el narcotráfico que a la fecha sigue latente.
En el 2005, esta localidad cobró protagonismo cuando el hermano del hoy presidente Ollanta Humala tomó la comisaría los primeros días de enero. De este levantamiento resultaron seis muertos: cuatro policías y dos reservistas.
Pero el conflicto se ha convertido en un visitante frecuente en Andahuaylas. Hace pocos días se vio cómo miles de sus ciudadanos salieron a las calles a protestar porque la empresa distribuidora de electricidad del Estado, Electro Sur Este (ELSE), realizó un cobro excesivo a más de 5.500 personas. En unos pocos días se movilizaron más de 2.000 personas, quienes asaltaron el local de la empresa distribuidora, bloquearon carreteras y forzaron al gobierno a negociar un acuerdo.
Estos hechos se diferencian de los ocurridos en Pichanaki y en las cuatro cuencas durante los recientes meses, pues no se está manifestando contra una empresa privada. Por el contrario, se trata aquí de un reclamo contra una compañía estatal por proporcionar un mal servicio. Esta situación, además, ha sido capitalizada por los dirigentes de la zona, en busca de posicionarse políticamente.
Para entender este conflicto es necesario analizar los problemas que azotan a la provincia desde hace años, la calidad de servicios que brindan las empresas del Estado, la ineficiencia del gobierno para manejar los conflictos sociales y el aprovechamiento político de ciertos dirigentes.
Lo importante es que este hecho y los demás paros programados para este mes en diversas localidades del país sirvan para que, cerca de la campaña electoral, el gobierno se concentre en evitar que se desencadenen más conflictos. De lo contrario, se generará más inestabilidad política y se ahuyentará a los inversionistas, lo que perjudicaría a todo el país.
CORTO CIRCUITO
Entender cómo opera el sector eléctrico en nuestro país no es cosa fácil, pero basta con saber que existen tres grandes fases en la cadena de valor: la generación, la transmisión y la distribución.
En el Perú, las dos primeras suelen manejarlas empresas privadas. Sin embargo, esto no ocurre en la tercera, cuyo servicio lo ofrecen principalmente empresas estatales: de las 13 compañías de distribución eléctrica que tiene el Perú, 10 son públicas y una de estas es ELSE.
Como parte de sus procesos operativos, ELSE contrató a Consorcio Andahuaylas para leer los medidores de electricidad mensualmente.
El procedimiento recoge la data de un medidor, la que ingresa a un sistema, el cual emite una factura automática. El sistema está programado para detectar si hay una desviación significativa de la tendencia que ha venido utilizando un usuario.
Si tal es el caso, el sistema emite una alerta por una posible falla y la Ley de Concesiones Eléctricas considera dos opciones para esta situación. La primera es aplicar la tendencia; es decir, si en los últimos seis meses la medición era 10, en el mes que hay un error se aplica 10 y luego se hacen los ajustes correspondientes en los siguientes meses. La segunda opción es volver a tomar una lectura.
En Andahuaylas, en diciembre (mes en el que el consumo eléctrico es más alto debido a las fiestas) la medición habría sido realizada de manera equívoca y, como resultado, la empresa se habría visto obligada a aplicar la tendencia de meses anteriores.
Pero en enero, los gerentes de la empresa decidieron hacer los ajustes de diciembre a pesar de que tenían diez meses para diluir el efecto. Como resultado, las facturas llegaron con números muy superiores a lo normal.
Originalmente se denunciaron 44 casos de cobros extraordinariamente altos por una radio local. Al enterarse de este problema, los andahuaylinos decidieron revisar sus recibos con mayor ahínco. Fue ahí que el número de reclamos se incrementó. Así, los afectados descubrieron que no solo les estaban cobrando un monto superior, sino que también se estaba incluyendo un pago por Fonavi sin una previa explicación.
Ante esta situación el jefe zonal de Apurímac de la empresa decidió llamar a Osinergmin, que detectó que la mala facturación se había hecho no solo a 44 personas, sino a 5.547.
ESTADO ELÉCTRICO
El meollo del asunto está en que las empresas estatales de distribución eléctrica son especialmente propensas a pecar de ineficientes y a brindar un mal servicio. Y, en este caso, el reclamo de los usuarios al Estado era por un mal servicio. (Ver cuadro de empresas estatales.)
Por ejemplo, en Andahuaylas –según Osinergmin–, ELSE en el 2014 tuvo 46 cortes y 65 horas sin luz. Por otro lado, Edelnor, una de las pocas empresas privadas de distribución, solo tuvo 6 cortes y 18 horas. (Ver cuadro calidad de servicios.)
Considerando el rol fundamental que juega la energía eléctrica en el crecimiento del país, un servicio
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