Anecdotas de un docente.
Enviado por César Martínez Ruiz • 12 de Octubre de 2016 • Biografía • 1.086 Palabras (5 Páginas) • 403 Visitas
ANÉCDOTA
Mi quehacer docente lo realizo en una escuela primaria estatal localizada en un pequeño pegado a la malla fronteriza con Estado Unidos. La comunidad se llama Dr. Porfirio Parra del municipio a Guadalupe Distrito Bravo. Mismo que ahora se encuentra en una ola de violencia del crimen organizado.
La escuela es muy pequeña, constando con tan solo seis profesores (uno para cada grado) un maestro de inglés, uno de educación física y un conserje. La matrícula del alumnado es de 50 alumnos en total.
El nivel cultural de la población es pobre ya que son pocos los que tienen que tienen acceso a una educación media superior. Principalmente porque tienen que salir del pueblo y trasladarse a otro lugar para seguir estudiando.
Actualmente tengo el grado de 3ro con una cantidad 9 niños, de los cuales 4 del sexo masculino y el resto femenino. Dentro del grupo son 3 niños los que aún no consolidan los niveles de lectoescritura esperados en un grupo de tercer año de primaria.
Considero que en cualquier institución se pueden presentar varias anécdotas o sucesos que siempre recordaremos o que nos marcaran, no solo profesionalmente sino como persona. Desde hace un año que llegué a esta institución he cambiado mi forma de ver las cosas. Al ver las necesidades que tienen los niños, de los problemas que se enfrentan día a día. No solo afecta a los niños, sino al mismo maestro que comparte todas las mañanas con ellos. Me ha llevado a valorar más las cosas que tengo y que puedo lograr, la vida que he tenido que a veces nos quejamos de algo tan simple y vemos que lo que viven tus alumnos es tres veces más fuerte de lo que tú te imaginas.
Podría contar un sinfín de historias que me han marcado, unas buenas, otras no tan buenas. Pero en fin, me han ayudado a crecer en todos los sentidos. Una de ellas y de las que recuerdo más es darle la noticia a una alumna que acababan de asesinar a mano armada a su papá. Era un día cualquiera, estaba dando clase y a media mañana llegó la directora para pedirme que fuera con urgencia a la dirección, después solicitó a Jaqueline que tomará su mochila y la acompañara. En ese momento supe que algo no andaba bien. Llegué a la dirección y encontré a una señora con lágrimas en los ojos y con el rostro triste. Atrás de mí entró la directora y me comentó que “la señora es tía de Jaqueline y viene a que le ayudemos a darle la noticia a la niña que acaban de matar a su papá”. En ese momento me quedé atónito, sin saber qué hacer o qué decir. Solo le dije a la señora que lo sentía mucho y que le echara ganas por el bien de los niños.
En ese momento entró la niña con su hermano de otro grado. La cara de los niños era de asombro por ver a su tía llorando ahí. Después quedamos todos en silencio, seguía plasmado sin saber qué ni cómo decirlo.
Entonces la directora comenzó hablar… “hijos, a veces las personas se van al cielo y se convierten en angelitos para cuidarnos desde allá, ahora ustedes tienen uno…” sin terminar de hablar la niña se soltó llorando y fue a abrazar a la tía.
Una de las situaciones más difíciles que he pasado en mi quehacer docente. Espero no volver a pasar por algo similar.
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