Antisemitismo

Antisemitismo

El antisemitismo se utiliza para para calificar aquellas acciones que tienden a perjudicar a los judíos, es un racismo muy antiguo, es llamado en ocasiones "el odio más antiguo" y ha mutado en los últimos 2.000 años. Ni Hitler ni los alemanes lo inventaron. El odio contra los judíos tiene orígenes religiosos.

Los cristianos acusaban a los judíos de ser “los asesinos de Dios”, los musulmanes de haber enmendado la Biblia para que no figurase el anuncio de la llegada de Mahoma. Cuando el cristianismo se convirtió en la religión mayoritaria de Europa, los judíos fueron perseguidos regularmente. Fueron acusados entonces de crímenes contra los cristianos: por ejemplo, se contaba que los judíos, el día de Pascua, debían raptar y sacrificar un bebé cristiano. Se decía también que los judíos envenenaban los pozos y, en caso de epidemia, se decía que era culpa suya. Se les ha atribuido un papel de "chivos expiatorios" o de "cabeza de turco": cuando algo marchaba mal, se acusaba a los judíos por ser diferentes del resto de la población. Si eran pobres, eran parásitos, sucios, piojosos… si eran ricos, eran usureros que adoraban el dinero y arruinaban a los cristianos.

¿Qué son los judíos?

Se considera judío a aquellos que desciendan de los antiguos israelitas y sean herederos de su legado histórico y cultural. Se llama judío también a quienes practican la religión judía, aunque no sean descendientes de los antiguos israelitas ni de los semitas.

El judaísmo no solo es un criterio religioso, sino también étnico, uno puede ser judío por profesar la religión o por el hecho de tener madre judía. Por tanto, se puede ser ateo y judío a la vez.

¿Qué es el Sionismo?

En Israel existe un sitio llamado Sión, que es el que da nombre al movimiento que se conoce actualmente como Sionismo. Este movimiento político internacional nace con el objetivo que los judíos dispersos por todo el mundo tengan su estado nacional en Medio Oriente.

También hay que tener en cuenta que existen muchos judíos que no solo no son sionistas, sino que, además, son antisionistas. Del mismo modo existe gente que, aunque no descienda de judíos ni practique su religión es prosionista.

El caso Dreyfus y el antisemitismo en Francia

En Francia, a partir de 1.895 el célebre caso Dreyfus muestra la importancia del antisemitismo. Un capitán judío del ejército, Alfred Dreyfus, fue acusado a cadena perpetua por espionaje. El ejército rechazó durante años su inocencia, llegando hasta el punto de poner en libertad al auténtico culpable y de elaborar pruebas falsas contra Dreyfus.

Dividió profunda y duraderamente a los franceses en dos campos opuestos y reveló también la existencia en la sociedad francesa de un núcleo de violento nacionalismo y antisemitismo difundido por una prensa sumamente influyente.

Fue el mayor escándalo de la historia de Francia, terminó en 1906, cuando los tribunales civiles, anulando el fallo de los militares dieron el veredicto final indicando que no era culpable de traición.

El nazismo retoma el antiguo antisemitismo y añade el "racismo biológico".

Hitler retomó el antiguo antisemitismo y le añadió oscuras teorías autodenominadas "científicas" que probaban la superioridad de la "raza aria" sobre la "raza judía".

Hitler entró en contacto con el antisemitismo existente en Viena cuando era joven, sin oficio, sin alojamiento, vagabundo, deberá en aquellos tiempos refugiarse en un asilo para transeúntes. Es en esta época cuando entrará en contacto con periódicos antisemitas. Todo su odio se proyectará desde entonces contra los judíos. En "Mein Kampf" ("Mi lucha"), Hitler compara continuamente a los judíos con "parásitos" de los que hay que desembarazarse.

La persecución y el asesinato de los judíos no se desarrollaron exclusivamente en Alemania o en los distintos campos de exterminio, sino que también tuvieron lugar en Rusia, Europa Oriental y la península balcánica, donde los alemanes y sus colaboradores (austriacos, lituanos, letones, ucranianos, húngaros, rumanos, croatas y otros) llevaron a cabo múltiples matanzas de judíos en fosas, bosques, barrancos y trincheras.

La matanza sistemática se seis millones de hombres y mujeres y niños judíos y millones de otros por la Alemania Nazi y sus colaboradores durante la segunda Guerra Mundial la llamaron “la solución final a la cuestión judía”

¿Cómo empezó el conflicto entre palestinos e israelíes?

Alentado por el antisemitismo que sufrían los judíos en Europa, a comienzos del siglo XX tomó fuerza el movimiento sionista, que buscaba establecer un Estado para los judíos.

La región de Palestina, entre el río Jordán y el mar Mediterráneo, considerada sagrada para musulmanes, judíos y católicos, pertenecía por aquellos años al Imperio Otomano y estaba ocupada mayormente por árabes y otras comunidades musulmanas. Pero una fuerte inmigración judía, fomentada por las aspiraciones sionistas, comenzaba a generar resistencia entre las comunidades.

Tras la desintegración del Imperio Otomano en la Primera Guerra Mundial, Reino Unido recibió un mandato de la Liga de Naciones para administrar el territorio de Palestina.

Luego de la Segunda Guerra Mundial y tras el Holocausto, aumentó la presión por establecer un Estado judío. Y en 1948, cuando los británicos se fueron y la ONU estableció una división Palestina seria dividida en dos, una mitad judía y una mitad árabe. Los judíos la aceptaron; los árabes no la aceptaron, no reconocen el derecho de existencia de Estado Judío de Israel, no creen que debiera existir o que tenga alguna base para existir.

Tras la fundación de Israel el 14 de mayo de 1948 al día siguiente, Egipto, Jordania, Siria e Irak invadieron este territorio para destruirlo y sorprendentemente el pequeño estado judío sobrevivió. Tras el conflicto, el territorio inicialmente previsto por las Naciones Unidas para un Estado árabe se redujo a la mitad.

Para los palestinos, comenzó la Nakba, la llamada "destrucción" o "catástrofe": el inicio de la tragedia nacional. 750.000 palestinos huyeron a países vecinos o fueron expulsados por tropas judías.

Pero 1948 no sería el último enfrentamiento entre árabes y judíos. En 1956, una crisis por el Canal de Suez enfrentaría al Estado de Israel con Egipto, que no sería definida en el terreno de combate sino por la presión internacional sobre Israel, Francia e Inglaterra.

Pero los combates sí tendrían la última palabra en 1967 en la Guerra de los Seis Días cuando el dictador de Egipto Gamal Abdel Nasser dijo “Ahora

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