Antonella Rocuzzo Y Leo Messi

No es fácil conservar el amor desde la infancia. Las relaciones van y vienen y mucho más en el caso de las celebrities. La fama, el dinero, las fiestas, los continuos viajes... ponen fin con asiduidad a todo tipo de noviazgos entre famosos sustituyendo de un día para otro a una pareja por la siguiente.

Por eso nos conmueve tanto la historia de amor de los famosos que, contra toda tentación, conservan a su novia de toda la vida, como es el caso de Rafa Nadal, Fernando Torres o Raúl González. Ni actrices ni modelos han conseguido que olviden a la chica que les acompañó siempre.

Aunque poco ha trascendido su vida sentimental, éste es también el caso de Leo Messi, quien acaba de convertirse en padre de su primer hijo, Thiago Messi, junto a Antonella Roccuzzo, una sencilla joven de su Rosario natal (Argentina) con quien exceptuando sus compromisos profesionales que le han obligado a separarse durante temporadas, ha compartido prácticamente toda su vida.

La historia de amor de Messi y Antonella Roccuzzo

Y decimos toda su vida, porque no se trata del típico amor de verano que comienza con 15, 16 ó 17 años y que acaba en bodorrio. La chispa entre Lionel y Antonella nació cuando ambos eran niños. Según cuenta Hoy Mujer, Leo Messi era hijo de un trabajador de fábrica y una mujer de la limpieza. Antonella Roccuzzo, hija de un dueño de supermercado, el cual sigue siendo el sustento económico de la familia. El primo de ella era el mejor amigo de él. Por eso se conocieron y desde entonces no se separaron. Sólo tenían 6 añitos y jugaban a ser novios, pero muchos años después ese inocente juego se convirtió en realidad.

Sin embargo, esa otra etapa del amor se hizo esperar. Con apenas 10 años, un ojeador del FC Barcelona se quedó fascinado con 'la pulga' Messi. Y así fue como él y su familia dejaron su Argentina natal para vivir en Europa y apostar por el talento del pequeño Leo. Mientras, Antonella, conocida por los suyos como 'la negra', se quedaba sin su amigo del alma. Pero el sacrificio merecería la pena.

Siete años más tarde, con 17, Messi volvió a Rosario de vacaciones y allí se reencontró con su querida Antonella. Entonces decidieron no volver a separarse nunca más. Eso sí, con una discreción inaudita, ya que tuvieron que pasar seis años para que la prensa captara la primera fotografía de la pareja, que disfrutaba enamorada de los Carnavales de Sitges.

Ocho años de noviazgo, diecinueve de amor y un hijo. Porque a veces, sólo a veces, los cuentos y las películas románticas se cumplen en la realidad.

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