Antropología ecológica

Resumen:

Philippe Descola comienza con una pequeña introducción de cómo se fue interesando en la antropología ecológica. Alexander de Humboldt (1769-1859), geógrafo, naturalista y explorador alemán se encargó de demostrar que el estudio del hombre, esto es, su desarrollo evolutivo, sus hábitos alimentarios, sus formas de intercambio, relaciones de parentesco están íntimamente ligadas al estudio de la naturaleza y su relación con los hechos históricos. Con esto, se desprende que el estudio de la unidad del hombre no está completamente disociado de los medios con los cuales se dio forma a dicho hombre.

Estudiar la vida social del hombre en dos campos separados del saber es un problema metodológico que acarrea desde siglos pasados, Cuán diferentes, señala Descola hubiera sido el futuro de la antropología ecológica y más aún de la antropología en su totalidad si en uno de los viajes de Humboldt a Francia este hubiera fundado algún tipo de sociedad, donde se hubiera podido estudiar al hombre en todos los aspectos de la vida social y no como un ser separado de su vida natural del cual formaba parte desde su aparición en este mundo. Algo parecido se fue formando en Francia, estudiosos de la materia como Cuvier, Bouchard y Pastoret formaron parte de la efímera Sociedad de Observadores del Hombre, que hubiera sido un antecedente del estudio de la antropología comparada que estudiaría de forma holística la vida social del hombre y su entorno. Todo esto, dio pie a que emperadores vean con ojos de desdén al conocimiento antropológico y a todo aquel que pusiera en duda la legitimidad de los gobiernos. En los siglo XIX el vacío existente entre las metodologías y objetos de estudio de la vida cultural y física del hombre ya demarcaban los problemas que tendrá la antropología en los siglos siguientes y hasta la actualidad.

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