Análisis Morfológico

El análisis morfológico puede referirse al hecho de determinar la categoría gramatical a la cual un determinada término pertenece, ya sea un pronombre, adjetivo, sustantivo, determinante, etc., pero además se utiliza en cuanto al análisis en la estructura de las palabras, de tal manera de estudiar su lexema, cuántos monemas posee, sus variaciones (las flexiones de número o género, entre otras cosas)

Es una de las técnicas más valiosas para generar gran cantidad de ideas en un corto período de tiempo y se desarrolló en los trabajos tecnológicos de las investigaciones espaciales llevados a cabo en los años cuarenta, como resultado de los trabajos del astrónomo Fritz Zwicky.

Así mismo consta de diferentes fases:

Fase 1: construcción del espacio morfológico

– Consiste en la descomposición del sistema

(Sector, organización, territorio,...) estudiada en sub-sistemas o componentes.

– A partir de los resultados del análisis estructural

– Componentes tan independientes como sea posibles

– Equilibrio en el número de componentes

Fase 1: construcción del espacio morfológico (2)

– Cada componente puede tener diferentes configuraciones o hipótesis

– Habrá tantos escenarios posibles como combinaciones de configuraciones.

– El conjunto de las combinaciones representa el campo de los posibles, llamado espacio morfológico

Fase 2: reducción del espacio morfológico

– Ciertas combinaciones resultan irrealizables (incompatibilidades entre configuraciones, etc.).

– El trabajo consiste, por tanto, en reducir el espacio morfológico inicial

– Reducción por selección de preferencias

Lo complejo de este análisis, va a depender del término en cuestión y de su etimología; sirve entonces para poder referirnos con un criterio mayor a la estructura, forma y posibilidades de variación para las palabras.

Existen dos tendencias para el análisis morfológico de las palabras, aquella lexical y otras que son flexivos, lo que dependerá del objetivo que tenga el investigador, o la tendencia en que este se base.

Y asimismo es de suma utilidad conocer algo sobre la morfología de la lengua, para saber por ejemplo por qué es sumamente descabellado el decir "son medias buenas", aparte de que sea sólo por costumbre.

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