Análisis crisis económica de España (2008-2014)
Enviado por Andrés Alvarez • 24 de Junio de 2020 • Informe • 2.190 Palabras (9 Páginas) • 112 Visitas
Análisis crisis económica de España (2008-2014)
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05 de Septiembre 2018.
Análisis económico de España:
España, también denominado Reino de España, es un país transcontinental, miembro de la Unión Europea, democrático de derecho y con un gobierno de monarquía parlamentaria, actualmente es la decimotercera economía a nivel mundial producto de su PIB.
En el año 2007, contaba con una alta oferta y demanda, tasas de paro reducidas, con una salubridad pública considerada de las mejores del mundo y altos servicios públicos. También contaba con un alto nivel de turismo y privilegios que de a poco se fueron perdiendo por la crisis. Existía una relativa estabilidad que ningún factor influyente hacía presagiar un nivel de detención y desempleo. Dicho año fue donde la tasa de empleo era muy elevada alcanzando el mínimo histórico de paro, y a partir de este periodo debido a la crisis económica el número de personas con empleo desciende, como consecuencia decae dicha tasa de empleo progresivamente durante el resto del año.
España lograba ver cifras positivas y alentadoras con respecto a la economía nacional y su posicionamiento mundial y europeo, “En la champions league de las economías mundiales, españa es la que más partidos gana”, dijo Rodríguez Zapatero, presidente en aquel período, esta economía avanzó 3,8% más que cualquier país del G-7, donde sólo Reino Unido superó el 3%, pero, ¿Cómo es que una de las economías más prósperas del mundo cae en crisis por más de 10 años?
Tanto en Estados Unidos como en los países europeos, la crisis tecnológica de los primeros años de la pasada década impulsó a inversores y familias a desviar el destino de sus fondos hacia el mercado inmobiliario. España no fue la excepción, gran parte de su PIB era basado en la inversión en el mercado inmobiliario, este proceso se desarrolló en un marco de bajos tipos de interés. Estos factores, entre otros, fueron alimentando una burbuja inmobiliaria que ante los mínimos síntomas de atenuación de la actividad económica estalló, provocando en primer lugar una crisis financiera en Estados Unidos que producto de la globalización de los mercados se extendió a los mercados crediticios y financieros internacionales, con efectos negativos sobre la economía real mundial.
A inicio de 2008, en España se empieza a evidenciar los primeros signos de la crisis, esto se podía notar en sus principales indicadores macroeconómicos; una inflación que supera el 4%, siendo la más elevada en 12 años y un registro de 400.000 desempleados más que el año anterior. Estos hechos desencadenaron un descenso del consumo, que el gobierno buscó subsanar con un aumento del gasto público.
Para la mitad del año 2008 el gobierno español reconoció que se encontraba en crisis, se presentó una ayuda conjunta por parte de los países pertenecientes a la eurozona que superó el billón de Euros. La difícil situación económica llevó a una caída de los ingresos fiscales y a un aumento de ciertos gastos financieros, lo que llevó a aplicar recortes presupuestarios más drásticos desde la restauración de la democracia del 1978.
En diciembre del mismo año la economía española entra en recesión, debido al descenso del 1,1% del PIB, junto con sumar casi ya 3 millones de desempleados, la caída de la inversión en construcción fue el principal responsable del acontecimiento, causando la pérdida del 36 % de las fuentes laborales, que en comparación a recesiones históricas, significó una de la más bajas en la historia de España.
Ante la complicada situación en la que se encontraban, el gobierno español propuso un plan de medidas presentado en 2009, “Plan español para el estímulo de Economía y Empleo (Plan E)” Consistía en un fondo de inversión local de 8000 millones de euros para obras públicas, 3000 millones de euros para otros sectores (I+D, automoción, medioambiente, etc), acompañado con un alza del IVA, pasando del 16% al 18%, como resultado las finanzas públicas pasaron de un superávit del 2% PIB en 2007 a un déficit del 11% en 2009, haciendo que la DA baje considerablemente y la deuda Pública aumentó del 36% en 2007 a 54% en 2009, lo que evidencia lo difícil que es tomar decisiones económicas, lo mucho que afecta a la economía que no exista inversión privada y lo poco que el gasto público logra mover la economía.
En Febrero del 2010, El Ministerio de Trabajo e Inmigración anunció la cifra de 4.326,5 millones aproximadamente de desempleados, sobrepasando la tasa de paro del 20%. El crecimiento del endeudamiento llegó a alcanzar en torno al 355% del total del PIB del país. Esta deuda duplica considerablemente a la de los países de la OCDE.
El PIB español demostró tasas positivas en 2010 y en el primer trimestre de 2011 reflejando aumentos del PIB en 1 pp, la lentitud de la recuperación fue el resultado de la digestión de las políticas expansivas aplicadas en el periodo como el aumento en el gasto público, resultando en una inversión en construcción que siguió decreciendo, mientras que el consumo privado se encuentra estancado producto de la falta de empleo. El proceso de ajuste fiscal consistió en una fuerte disminución del gasto público y el alza de impuestos, provocando alto descontento social producto de la disminución en pensiones y el aumento del IVA.
En consecuencia, la recuperación pasó por el apoyo de la demanda exterior, con una fuerte medida de exportaciones y contenciones en importaciones, que ayudó a cubrir el déficit del PIB del 2007 en un 3.5 % estimado para el 2011.
Para salir de la crisis en la que se encontraba España, rápidamente se elaboró un plan económico, con el fin de crear un senda para retomar los niveles de crecimiento de los años anteriores y que reactive el empleo que se vio afectado drásticamente. Por lo cual se creó una estrategia enfocada en las fortalezas y apoyada en el incremento de la productividad, la calidad formativa y la I+D, como activos de máximo valor para el desarrollo económico y tecnológico de un país.
En el año 2013 se creó el plan de “Estrategia española de política económica”, que eran una serie de políticas legislativas y reformas estructurales. Las políticas económicas se enfocaron principalmente en medidas de política fiscal, estabilidad financiera, reformas estructurales.
Una de las reformas estructurales, fue la del cambio de la constitución española (2011), con el fin de crear una confianza para los inversionistas del mercado del euro.Debido a la presente situación de españa, los países europeos firman a principios de 2012 el “pacto de estabilidad económica, coordinación y gobernanza”, llamado también “pacto fiscal europeo”, tratado que tiene como ejes centrales las partes de pacto presupuestario y coordinación de políticas económicas. Una de las más importantes consistió en la ley de “Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera” lo que resultó de forma exitosa , considerando que consiste en asegurar el control de los presupuestos y sanar las cuentas de los administradores públicos, medida que sería la base para impulsar la recuperación económica.
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