Análisis de la coyuntura económica colombiana

Análisis de la coyuntura económica colombiana

La economía nacional ha sido golpeada fuertemente, en los últimos cuatro años, por choques externos e internos que han afectado variables de gran importancia como el nivel general de precios, la producción nacional y, por consiguiente, el nivel de empleo. Recientemente, dado el panorama electoral que rodeaba a país al iniciar el año en curso, las condiciones económicas estaban en un clímax de incertidumbre respecto a qué modelo de desarrollo se iba imponer en los próximos cuatros. Al final, un programa económico triunfó y se estableció un modelo a desarrollar. Por lo tanto, al analizar el estado actual de la economía nacional y su pronóstico para 2019, no solamente se debe tener en cuenta la dinámica de los mercados internacionales y su implicación la economía del país, sino también el contexto sociopolítico en el que se desenvuelve la actividad económica, al igual que el camino que han de seguir las políticas económicas en el actual periodo presidencial.

A nivel macroeconómico, el funcionamiento de la economía está soportado sobre tres variables fundamentales: crecimiento económico, inflación y tasa de cambio. La última de ellas, la tasa de cambio, dada la alta correlación que tiene con los precios internacionales de las materias primas, específicamente con los precios internacionales del petróleo, se ha enfrentado a una dinámica en su comportamiento de carácter altamente volátil. Según el informe del Banco de la República, el choque externo provocado por la disminución del precio internacional del crudo afectó en  de manera importante el aumento de la tasa de cambio en Colombia (Toro et. al, 2015). Este choque afecta directamente la variación del nivel general de precios dada la alta dependencia del país a las importaciones.

En cuanto a la inflación, si bien en los últimos años su comportamiento ha tenido una tendencia alcista derivada del aumento en el precio de las importaciones y la ocurrencia de fenómenos naturales como El Fenómeno del Niño y La Niña que afectan la producción de bienes y servicios y, por lo tanto, la disponibilidad de ser llevados al mercado, en lo corrido del año se ve un panorama de estabilización en la variación del nivel general del precios y se espera que para lo que queda de 2018 y el entrante 2019 la variación de este índice se estabilice, dada la perspectiva de estabilización de la demanda externa de crudo, que incide sobre el comportamiento de la tasa de cambio y por consiguiente en el precio de las importaciones, y esperando que la producción nacional no presente mayores dificultades derivadas de factores externos como las condiciones climáticas o bloqueos en la producción generados por protestas de sectores sociales.

Con el anterior panorama, las condiciones macroeconómicas del país permitirían que los recursos de la economía se focalicen hacia el aumento del Producto Interno Bruto del país ya que, controlada la inflación y estabilizada la tasa de cambio, el comportamiento del PIB dependerá de la demanda externa por los productos nacionales y de la demanda que se puede desarrollar al interior del país. La superación de las grandes dificultades que ha tenido el país en los últimos 3 años para consolidar un crecimiento económico sostenido, depende de cómo en el próximo año se aproveche esta estabilización de las condiciones macroeconómicas y de las políticas económicas que se tomen para ello.

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