Análisis por Nathaniell Linares T

Análisis por Nathaniell Linares T.

Este relato cuenta la historia de un muchacho que se mantiene en anonimato dentro de la historia;De su abuelo y su padrino.

Y se trata de una tienda de muñecos que era el patrimonio familiar y la manera de recordar momentos del pasado de este chico.

El primer dueño fue el abuelo del chico y el siguiente dueño después de haber muerto este es el padrino. Según lo que él cuenta la tienda para estas dos personas tan amadas para él era algo casi irreal le enseñaron cosas muy raras como jerarquías entre los muñecos y cuáles eran los bueno y los malos y cuáles eran los que más vendían y los que no aprendió demasiadas cosas, y es que era el quien tomaría la tienda al momento de morir el padrino. Un tiempo después su padrino se enferma pero en todos estos años del chico el o que siempre quiso fue tener la total libertad de poder jugar tocar y exponer los juguetes cosa que siempre le privaron de hacer. Al decaer el viejo se le acercaba más el momento al muchacho de adueñarse de la tienda, y todo lo que esta significa allí también estaba un joven que paso muchos años en ella como mozo era Heriberto al que le avían dado las peores tareas y de la peor clase durante todo este tiempo.

Ya en su lecho de muerte el viejo le dice al muchacho que acerque unos muñecos de curas enfermeras y doctores, y Heriberto lloraba al final de la tienda y este le dijo a Heriberto como últimas palabras que: no tocara los muñecos y que no alzara la vos y Heriberto no hizo más que llorar y mostrar tanto, dolo casi más que el mismo muchacho… y así cuando murió el muchacho dejo escapar una lagrima y de pronto Heriberto lo abrasa gritando “¡Estamos solos! ¡Estamos solos!” El muchacho se desase de Heriberto sin violencia ante esa acción inesperada y tan confusa y a continuación le señala los muñecos que tomo para el viejo y le indica que los coloque en su sitio.

Eso fue todo al morir el viejo y así termina el relato.

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