¿Apostolado en la Legión de María?

¿Apostolado en la Legión de María?

Allocutio a la Curia Juvenil “Regina Pacis” del 15 de Abril de 2007

Queridos legionarios:

La Buena Noticia de la Pascua nos reúne hoy, junto al altar de la Virgen Inmaculada. Hoy comenzamos a reflexionar con el último núcleo del manifiesto de la Escuela de Invierno 2004. Este último núcleo es como la coronación de todo el manifiesto. Así como la opción por los jóvenes era el cimiento, el inicio, el apostolado viene a ser como la conclusión. Por estar al final no es menos importante, al contrario. Marca el rumbo que los jóvenes de la Legión debemos asumir lueg^[1]o haber hecho la opción por los jóvenes, comenzar un proceso de renovación, apostar por la comunión, en un serio camino de formación integral. Todo este camino concluye en una apertura evangelizadora. Los núcleos anteriores del manifiesto no se entienden sin éste último. De la misma manera, referirnos al apostolado en la Legión tampoco puede entenderse sin los núcleos anteriores (opción por los jóvenes, renovación, comunión, formación).

Hablar de apostolado en la Legión de María es volver a poner en el horizonte el fin remoto y más alto de la Legión: ser levadura en la sociedad.^[2]

Este núcleo consta de cuatro postulados: Que aparte de la oración sea identificada también con el fervor apostólico; que tenga mas en cuenta para sus trabajos las sugerencias del Párroco; que a través de los distintos trabajos intente devolver al otro la dignidad; que no excluya a nadie, que se acerque a los pobres. Desarrollándolos brevemente les presentaré de manera sintética la temática que aborda esta parte del manifiesto. Más adelante iré desarrollándolos por separado.

Al mirar estos postulados lo primero que percibimos en el fondo de lo que ellos expresan es una pregunta qué todos los cristianos de hoy debemos hacernos, muy especialmente los jóvenes de la Legión de María. Esa pregunta es: ¿cómo nos ven los demás, en la Legión, en la Iglesia, en el mundo? Lo que somos, nuestra identidad, no siempre es lo que manifestamos. Reconocer esta suerte de incoherencia es un paso muy importante de nuestro crecimiento pastoral. Resulta que somos una cosa y los demás nos reconocen por otra. La Legión de María, al menos en nuestro contexto argentino y del Gran Buenos Aires, es un movimiento profundamente apostólico, evangelizador; y sin embargo para la inmensa mayoría de los que la conocen o han oído hablar de ella, no pasa de ser un grupo de oración, un espacio para la espiritualidad, etc.  

¿Apostolado en la Legión de María?

Allocutio a la Curia Juvenil “Regina Pacis” del 15 de Abril de 2007

Queridos legionarios:

La Buena Noticia de la Pascua nos reúne hoy, junto al altar de la Virgen Inmaculada. Hoy comenzamos a reflexionar con el último núcleo del manifiesto de la Escuela de Invierno 2004. Este último núcleo es como la coronación de todo el manifiesto. Así como la opción por los jóvenes era el cimiento, el inicio, el apostolado viene a ser como la conclusión. Por estar al final no es menos importante, al contrario. Marca el rumbo que los jóvenes de la Legión debemos asumir lueg^[3]o haber hecho la opción por los jóvenes, comenzar un proceso de renovación, apostar por la comunión, en un serio camino de formación integral. Todo este camino concluye en una apertura evangelizadora. Los núcleos anteriores del manifiesto no se entienden sin éste último. De la misma manera, referirnos al apostolado en la Legión tampoco puede entenderse sin los núcleos anteriores (opción por los jóvenes, renovación, comunión, formación).

Hablar de apostolado en la Legión de María es volver a poner en el horizonte el fin remoto y más alto de la Legión: ser levadura en la sociedad.^[4]

Este núcleo consta de cuatro postulados: Que aparte de la oración sea identificada también con el fervor apostólico; que tenga mas en cuenta para sus trabajos las sugerencias del Párroco; que a través de los distintos trabajos intente devolver al otro la dignidad; que no excluya a nadie, que se acerque a los pobres. Desarrollándolos brevemente les presentaré de manera sintética la temática que aborda esta parte del manifiesto. Más adelante iré desarrollándolos por separado.

Al mirar estos postulados lo primero que percibimos en el fondo de lo que ellos expresan es una pregunta qué todos los cristianos de hoy debemos hacernos, muy especialmente los jóvenes de la Legión de María. Esa pregunta es: ¿cómo nos ven los demás, en la Legión, en la Iglesia, en el mundo? Lo que somos, nuestra identidad, no siempre es lo que manifestamos. Reconocer esta suerte de incoherencia es un paso muy importante de nuestro crecimiento pastoral. Resulta que somos una cosa y los demás nos reconocen por otra. La Legión de María, al menos en nuestro contexto argentino y del Gran Buenos Aires, es un movimiento profundamente apostólico, evangelizador; y sin embargo para la inmensa mayoría de los que la conocen o han oído hablar de ella, no pasa de ser un grupo de oración, un espacio para la espiritualidad, etc.  

El camino de la Legión Juvenil que soñamos, el de plantear una utopía, nos ayuda a reconocer nuestra propia incoherencia y a volver a nuestra identidad más profunda. No se trata de ser, sino de manifestarlo de tal manera, que los demás nos reconozcan por lo que somos.

Lo segundo que aparece en el manifiesto es el planteo de la eclesialidad.  Toda acción evangelizadora es eclesial. Nadie se corta sólo para el anuncio del Evangelio. debe ser enviado por la comunidad. Siempre es la Iglesia la que envía, y ésta es una de las condiciones necesarias para hablar de evangelización auténtica. Los movimientos laicales en la Iglesia también debemos reconocernos enviados en la Iglesia. No sólo en el papel, sino también en los hechos. El principio Jerárquico, la disponibilidad al Obispo y al párroco, garantiza la eclesialidad. Todas nuestras estructuras juntas (consejo, praesidium, etc.) no suplen ni reemplazan la eclesialidad que requiere este tipo de Acción Católica que es la Legión de María.

...