Aprender A Jugar Y Aprender Jugando

“Aprender a jugar y aprender jugando”

Vicente Navarro Adelantado

Exposición de ideas básicas.

El juego es un medio para el aprendizaje de habilidades sociales, los dominios motores y el desarrollo de las cualidades motoras, además de funcionar como un vehículo para lograr los objetivos de las pedagogías.

En el juego se pone en práctica distintas habilidades útiles para aprender, desarrollar y adaptarse al medio. Mediante el juego se puede alcanzar mayor nivel de autonomía, autocontrol, autoconfianza, benevolencia, participación, solidaridad, cooperación, integración, independencia, dominios motores, entre otras capacidades.

El juego permite el aprendizaje-desarrollo físico y motor, primeramente con una ejercitación continua para proporcionar el acceso al conocimiento de nosotros mismos; luego la ejecución de ejercicios de esfuerzos semejantes y la maduración de habilidades propicia una mejora o construcción de cualidades físicas encaminadas hacia la automatización motriz; enseguida, conforme se van perfeccionando las habilidades básicas, las especializadas o combinadas harán posible la maduración motriz de los alumnos.

El juego también permite el desarrollo cognoscitivo, el niño desarrolla el pensamiento utilizando el juego como un vehículo de entrenamiento de la mente, tal proceso de divide en tres fases, la primera, la del juego sensomotor, la del juego simbólico y el juego de fantasía, y la del juego de reglas.

El juego permite poner en práctica operaciones de pensamiento, tales como, la creatividad, la irreversibilidad, la de asociación, transferencia, discriminación, análisis, síntesis, abstracción, entre otras. La manipulación de los objetos permite la activación de esquemas de pensamiento que utilizará en la transferencia a lo simbólico.

Para entender el papel que juega la creatividad dentro de un juego, es importante comprender tres aspectos: la realidad cognoscitiva, es decir el juego debe tener continuidad, presentar situaciones novedosas y que sean flexibles; el pensamiento divergente, entendido como ir direccionado el juego para que se realice de lo más natural posible y logre alcanzar los objetivos; y por último se encuentra la expresión que permita el desarrollo intelectual, a través de la imitación o representación de papeles en situaciones de la vida.

El juego debe de tener una visión de pensamiento estratégico pues en ocasiones se practican situaciones en el juego sin tener un objetivo que alcanzar, no permiten una percepción y análisis de la situación, la solución metal y una solución motriz.

El juego también permite el desarrollo afectivo, a través de la realización de juegos en los que el alumno exprese sus miedos, preocupaciones, conflictos personales le permitirán desarrollar sentimientos, representar emociones, conocerse a sí mismo, sociabilizar, y la capacidad de apreciar los

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