Arte revolucionario: El cartel cubano

Arte revolucionario: El Cartel Cubano

El presente ensayo nace de un interés por el conocimiento del arte de propaganda empleado durante la Revolución Cubana, liderada por Fidel Castro, en busca de la caída del régimen de Fulgencio Batista y la mejora de las condiciones de los ciudadanos de la isla, a la luz del ejemplo que la Revolución Francesa y, posteriormente, las revoluciones socialistas que habían estallado en diversas naciones habían dado al mundo. El impacto de este proceso dejó, igualmente, su impronta en el arte “con la socavación del poder real como principio de autoridad absoluta, con la desorganización de la corte como centro de arte y la cultura (…)” (Hauser, 1964:15).

Así, se pretende dar cuenta de un fenómeno poco conocido, pero ampliamente significativo en el proceso revolucionario, como lo fue el Cartel Cubano.

Desde los postulados de la Sociología del Arte, el proceso artístico ha querido ser visto como el resultado de las ideas políticas de un determinado momento que permean la sociedad. No obstante, “en contextos sociales posrevolucionarios o convulsos, y en movimientos estéticos y socioculturales encabezados por vanguardias artísticas se replantean la relación entre arte y sociedad” (Quiroz, 2009: 94).

Marx, por su parte, agrega esta importante reflexión:

En lo concerniente al arte, ya se sabe que ciertas épocas de florecimiento artístico no están de ninguna manera en relación con el desarrollo general de la sociedad ni, por consiguiente, con la base material, con el esqueleto, por así decirlo, de su organización (Marx, 1974; citado por Quiroz, 2009:95).

Si bien, Quiroz señala que estas palabras han sido desvirtuadas inclusive por los mismos marxistas-leninistas en años posteriores, subordinando el arte a la estructura económica1, no por ello deja de ser significativa una revisión detenida de las

1 En este sentido son las reflexiones de G. Lukács (1885-1971), al respecto de las grandes obras de arte supeditadas a la infraestructura económica y las relaciones de producción.

manifestaciones artísticas que se inscriben en periodos específicos, especialmente cuando estas nacen de los estratos más populares de la sociedad.

Por todo ello, queremos hacer esta revisión del significado y la importancia del Cartel Cubano en el proceso revolucionario y en el arte gráfico cubano, en un intento de dar a conocer este mecanismo de propaganda que ha ido quedando rezagado en la memoria histórica americana.

Historia del cartel y su evolución en Cuba

En su célebre y completo estudio acerca de las artes plásticas en Cuba, De la Torriente (1954) hace un vasto recorrido histórico partiendo desde el arte primitivo pasando por el periodo colonial hasta llegar a la influencia europea durante el periodo republicano, y se detiene en los inicios del 50 sin avanzar más allá en lo referido a la revolución. Sin embargo, llama la atención que no hace alusión alguna a los carteles que se desarrollaron en la isla, pese a su existencia en algunos de los periodos históricos estudiados.

No obstante, en el último decenio ha habido un renovado interés en rescatar del olvido el cartel, organizándose inclusive exposiciones internacionales donde se muestra este arte plástica; cito por ejemplo la “Late 20th Century Political Posters of Havana, Cuba and the San Francisco Bay Area”, realizada en el año 2003 y exhibida en el Berkeley Art Center, donde se trató de dar cuenta de estas poco conocidas piezas, al par que presentaban el impacto de los acontecimientos históricos desarrollados a partir del año de 1959. Otro trabajo en la línea del rescate de esta temática es el libro “¡Revolución! Cuban Poster Art”, escrito por Lincoln Cushing, en donde, a través del acceso a casi 150 carteles que figuran en los Archivos Nacionales de Cuba, se presenta el impacto en la población cubana de la edificación de una nueva sociedad entre las décadas del 60 al 802.

2 Información obtenida del sitio del autor Cushing, Docs. Populi - Documents for the Public, en el sitio

http://www.docspopuli.org/CubaPosters.html

Por su parte, el investigador e historiador Reinaldo Morales se ha dado a la tarea de reconfigurar la historia del cartel y su empleo en diferentes etapas históricas en la isla y es un referente fundamental en nuestro trabajo.

Pero lo primero es definir nuestro objeto de estudio. Por ello, nos preguntamos ¿qué es un cartel? Morales (2004) lo define, distinguiéndolo de la obra de arte:

A diferencia de una obra pictórica, que es el resultado de una interpretación individual de quien la erige, la configuración artística de un cartel se efectúa por encargo y su realización está condicionada a las peticiones sugeridas por quien lo encomienda; para ser reproducidas en múltiples copias y con la función de trasmitir un mensaje. (p.2)

Como se aprecia en la cita anterior, la diferencia está dada en términos del motivo del sujeto artístico, puesto que en el caso de la obra esta surge como una necesidad expresiva propia y evidencia un imago mundi subjetivo del artista, mientras que el cartel es comisionado por un individuo externo, ajeno al artista y la reproducción de la obra se hace de forma masiva, en razón de su intención informativa.

Sus orígenes históricos, por su parte, los remite este investigador hasta Grecia y Roma, donde se empleaban principalmente para anunciar el comercio o la difusión de piezas teatrales, en donde la imagen pictográfica juega un importante papel semántico. (p.2). Así pues, este arte comienza desarrollándose como una actividad manual de las clases populares. Sin embargo, con el paso de los siglos, llegaremos a la invención de la imprenta de tipos móviles de Johannes Gutenberg, que permitirá por primera vez en la Historia, la difusión masiva del conocimiento a través de la reproducción de las producciones literarias. No obstante, Morales considera de mayor importancia el contexto de la Revolución Industrial, en tanto la necesidad de divulgación de la producción es mayor y por ello es necesario recurrir a la difusión comercial. Esto fenómeno atraviesa también las necesidades de la isla, como explica el investigador:

La incipiente germinación de su diseño grafico se relaciona como una demanda de la Revolución Industrial, de la evolución de la pintura y la tipografía, de las nuevas innovaciones técnicas aplicadas en el arte de la impresión. Cuando la sociedad de consumo exigía la búsqueda de medios apropiados para informar de las integridades de un producto al virtual consumidor.

En fase embrionaria de su gestación se pueden citar: los asociados con el desarrollo de la imprenta denominados carteles tipográficos, de

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