Aspirantes presidenciales: oportunismo e incongruencia

Aspirantes presidenciales: El oportunismo y la incongruencia

Por Daniel Germán Rodríguez Flores

Se aproxima el año electoral, y con ello un sinfín de oportunismos e incoherencias por parte de los aspirantes, a quienes les importan poco sus principios ideológicos con tal de obtener el poder.

Estamos viviendo la época de la incongruencia, o al menos es lo que los aspirantes demuestran. Ahora los independientes resultan ser ex miembros de partidos, mientras que el PRI tiene como virtual candidato a alguien que no es militante.

Para ambos casos, las críticas no se han hecho esperar, pues  por un lado, aquellos que salieron de los partidos para lanzarse a una candidatura independiente, están acaparando las firmas del mayor número de votantes y tomando la delantera frente aquellos que nunca fueron militantes de ningún partido pero que toman un papel mucho más cercano a la ciudadanía. Y por  el otro lado, en el Revolucionario Institucional está surgiendo con mayor fuerza un grupo que pone resistencia a la selección de Antonio Meade como el candidato presidencial.

Y cómo olvidar la alianza PAN-PRD, dos partidos con ideologías contrarias. El frente ciudadano a pesar de tener una propuesta relativamente revolucionaria e innovadora; existe una gran diferencia entre las visiones de ambos partidos, y esto provoca más dudas que respuestas respecto al futuro que tendría el país en caso de una victoria en 2018. A la hora de la repartición de las secretarías, ¿Cuál partido tendría Hacienda y Crédito Público, Economía, Desarrollo Social, o Salud? ¿Qué no el PRD estaba a favor de la legalización de las drogas y el aborto? ¿Acaso aceptaría el PAN este tipo de propuestas? ¿O sólo se haría esta alianza para ganar la presidencia y desmantelarla en los primeros años como ha pasado en otros gobiernos de este tipo de coalición?

La verdad es que por más insignificante que parezca este tipo de situaciones, afecta a nuestra democracia y la credibilidad de nuestra clase gobernante.

Cuando nuestros candidatos y partidos políticos se ven envueltos en un ambiente de ambigüedad y falta de principios como los que estamos viendo en la actualidad, la imagen generalizada que causan es un “todos son iguales” o, “sólo quieren obtener el poder”. Pero,  ¿qué podríamos pensar de aquellos que han dejado su partido? O peor aún, ¿Sus valores fundamentales con tal de ganar una elección?

Si bien es cierto que todos los partidos y aspirantes tienen un gran desafío para el próximo año, considero que es necesario que sus discursos y acciones mantengan cordura ante el panorama actual. Lo único que provoca esta serie de actos es una decepción por parte del electorado al ver que los candidatos del próximo año están haciendo hasta lo imposible con tal de ganar, sacrificando su ideología o sus principios.

Los mexicanos tenemos la responsabilidad de elegir sabiamente a nuestros próximos gobernantes en el 2018. Pero si existe un ambiente donde los aspirantes sean tan ambiguos que ni siquiera tienen una plataforma de gobierno seria, es muy remoto que el electorado tenga un auténtico deseo de participar.

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