Atracción Sexual

La atracción sexual tiene que ver con el deseo de estar muy cerca de otra persona, de tocarla, de sentir su piel. Tiene que ver también, sobre todo a partir de la adolescencia, con un temblor especial en el cuerpo al percibir la presencia de otra persona.

La atracción sexual puede darse entre personas del mismo sexo o de diferente sexo. Es una sensación que a veces se nos presenta de forma misteriosa, sin que comprendamos bien de dónde viene. Y, aunque nos pueda resultar fascinante, es sólo eso, una atracción que puede ser o no la antesala de otras vivencias.

Recuerda cómo te sentiste la última vez que estuviste con alguien que te parece atractivo. El cuerpo humano está diseñado para emitir una serie de reacciones físicas cuando siente atracción, las cuales sirven el propósito de asegurar que nuestra atención permanezca en la persona deseada para que "no se nos escape", de acuerdo con la antropóloga Helen Fisher, de la Universidad Rutgers. A continuación, encontrarás los síntomas que todo enamorado ha sentido y su explicación.

Aunque en realidad amamos con el cerebro, no es casualidad que el amor se asocie al corazón. Durante la etapa temprana del enamoramiento, el cerebro libera un cóctel de sustancias químicas frente a la presencia de la persona deseada, la noradrenalina especialmente provoca que el corazón lata más rápido. La relación entre el corazón y la atracción es tan poderosa que estudios han demostrado que si se acelera el ritmo cardiaco de un persona y luego se le presenta a un extraño, se puede suscitar una atracción artificial.

Tener las palmas sudadas es otra clara señal de atracción. Las mismas sustancias químicas que provocan la palpitación, es decir la noradrenalina, la dopamina, y la serotonina, producen una sensación de excitación que acelera la respiración y humedece las palmas. En particular la noradrenalina es responsable de activar las glándulas sudoríparas. Debido a que en las palmas de las manos tenemos más de 3 mil glándulas minúsculas por cada 3cm2, se sudan rápidamente.

El tono de la voz también suele cambiar al hablar con una persona atractiva. En 2010, el investigador Paul J. Fraccaro de la Universidad de Aberdeen, en Escocia, pidió a hombres y mujeres grabar un mensaje de voz para diferentes personas ficticias. Antes de grabar el mensaje, les mostraba una fotografía del supuesto receptor. Encontró que cuando los partícipes veían a una persona atractiva modificaban su voz, la mujeres alzaban su tono natural y los hombres optaban por un tono más grave.

En las pupilas se puede observar la atracción, ya que la liberación de dopamina también causa que se dilaten. Otro indicativo es la imitación de movimientos, inconcientemente copiamos la postura, el gesto y la posición de las persona que nos atraen.

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