Atropello
Enviado por andrea09101112 • 4 de Junio de 2014 • 3.832 Palabras (16 Páginas) • 346 Visitas
VELOCIDAD PROMEDIO DE MARCHA DE LAS PERSONAS (PEATONES).
En algunos casos, el estudio a realizar en la colisiones por atropellamiento (vehículo-peatón), se efectúan por medio de cálculos matemáticos para establecer si el conductor contó con tiempo suficiente para evitar el atropello. Para ello, es necesario contar con los elementos mínimos indispensables como son: la velocidad del vehículo, la zona de contacto con el vehículo, la distancia recorrida por el peatón hasta la zona de contacto sobre la carpeta asfáltica, la velocidad de marcha del peatón; es decir, la forma como realiza éste su recorrido, esto es, si lo hace caminado, corriendo, o a paso apresurado, entre otras.
La revista Derecho Judicial, Madrid, España (1995), proporciona las investigaciones realizadas por Goñi Miguel López-Muñiz, donde mediante una tabla de distribución de marcha de peatones muestra na estadística de las diferentes velocidades de las personas, cuya rapidez de desplazamiento depende de la edad. (véase tabla).
Edad. Metros por segundo.
Menor que camina 5 años 0.8
Menor que camina 5 a 10 años 1.0
Menor que corre 5 años 1.9
Menor que corre 5 a 10 años 2.8
Mujer (adulta) que camina 1.4
Mujer (adulta) que corre 3.0
Adulto que camina 1.5
Adulto que corre 3.5
Generalmente estas velocidades se aplican en la actualidad; pero no se toman en cuenta muchos otros factores que de alguna manera intervienen en la rapidez o la forma de cruzamiento por parte de las persona, y que es necesario precisar; en cuanto a que no se consideran las condiciones físicas de la personas, es decir, si un adulto es hombre o mujer, si éste es obeso o de complexión delgada; según las reglas de la lógica la velocidad del primero va a ser más lenta que la del segundo; asimismo en el caso de una persona adulta que sea de estatura baja, frente a otra de estatura alta , la velocidad va a variar ya q las zancadas del primero serás más pequeñas que las del segundo; y lo mismo ocurre con una dama que presente zapatillas frente a otra con tenis, la primera caminará o correrá más lento que la segunda, por las características propias del calzado.
Además, se debe tomar en cuenta el estado psicofísico de los peatones, esto es, cuando una persona se encuentra en estado de ebriedad (depende incluso de la cantidad de alcohol ingerido), su marcha será más lenta que la de una persona sobria. Ahora bien, ¿hasta qué edad debe considerarse a un individuo como menor? Esto se debe a que tanto para un menor como para un adulto de la tercera edad, se han encontrado criterios en los cuales no se considera esta situación, y el perito aplica los valores anotados en la tabla ya mencionada, con certeza; debe tenerse en cuenta que la velocidad de marcha de un menor de 12 años es mayor que la de un adulto de la tercera edad. Respecto a este mismo tema, estudios realizados por el Instituto Nacional de Ortopedia publicado en la Revista Nacional de Ortopedia, septiembre-octubre de 1998, los investigadores doctor Arturo Pichardo, ingeniero Javier Pérez Orive y doctor Daniel D. Chávez, en su trabajo Estudio de parámetros cinemáticos de la marcha normal en hombres adultos, con estandarización para la población mexicana, establecen que los resultados obtenidos sobre longitudes y duraciones de parámetros de la marcha son aproximados o similares a otros que se han obtenido, o a los que se utilizan en la actualidad. No obstante, en práctica se encontró una diferencia con este estudio, pues las longitudes de ciclos y pasos de la población explorada fueron ligeramente menores y la duración de ciclo levemente mayores a las reportadas en otros trabajos, lo cual, en general resultó en una velocidad de avance un poco menor, es decir, 1.14 m/s, comparado con un rango de 1.39 a 1.53 m/s caminando.
La velocidad promedio de marcha de los peatones es un elemento fundamental en los hechos de tránsito por atropellamiento, razón por la cual es necesario hacer más estudios sobre la rapidez del movimiento de las personas, con el fin de actualizar los rangos de desplazamiento.
TIEMPO DE PERCEPCIÓN Y REACCIÓN DEL CONDUCTOR.
En el capítulo “Análisis de tiempo de percepción y reacción”, del libro Accidentología vial, Víctor Irureta realiza un estudio que identifica cinco etapas protagonizadas por el cerebro humano y demuestra el tiempo empleado e percepción y reacción de las personas al conducir vehículos. Una cuestión esencial en el análisis en hechos de tránsito es la determinación del tiempo que consumió cada etapa del propio hecho y su comparación con los tiempos estándares o normales, lo cual permite comprobar si existieron demoras debidas a los protagonistas.
Al lapso que le toma a un conductor percibir y responder a una situación determinada se le denomina tiempo de percepción y reacción.
Éste está formado por dos tiempos consecutivos: el que incluye el tiempo de percepción y el que abarca el de reacción.
Los componentes del tiempo de percepción y reacción se consideran desde la aparición del estímulo hasta la respuesta del conductor, donde transcurre una serie de etapas en el procesamiento de la información por parte de él, lo es cual es útil considerar.
Primera etapa: detección.
Así se considera cuando el objeto o situación de riesgo entra en el campo de percepción (generalmente campo visual) del sujeto y finaliza cuando este último toma conciencia de que algo se ha presentado. Esta primera etapa concluye cuando el conductor mueve sus ojos a modo de enfocar en la zona central de sus retinas aquello que ha detectado, su duración media es del orden de 0.3 segundos, que determina el fin del tiempo de percepción y el inicio del tiempo de la reacción.
Segunda etapa: identificación.
Consiste en el inicio del tiempo de reacción, lapso en el que el sujeto obtiene suficiente información sobre el riesgo detectado como para poder hacer una evaluación del mismo. Esta etapa comienza con la focalización visual del objeto y finaliza cuando el cerebro ha hecho acopio de la información suficiente como para valorar el riesgo; la duración de esta etapa es del orden de 0.2 segundos.
Tercera etapa: evaluación.
A partir de la información obtenida y procesada durante el lapso de identificación, el cerebro del conductor evalúa el riesgo reconociéndolo como peligroso o desechándolo. Este proceso culmina cuando se ha llegado a alguna de las conclusiones precedentes e incluye las mismas influencias de la etapa anterior; ésta tiene un tiempo aproximado de 0.3 segundos.
Cuarta etapa: decisión.
Comienza cuando ha concluido la evaluación y finaliza al iniciarse la respuesta que consiste en llegar
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