Autonomías: Crónica De Una Frustración Anunciada
Enviado por pablymar • 30 de Enero de 2013 • 1.061 Palabras (5 Páginas) • 317 Visitas
¿Es posible hablar de la existencia de una real y verdadera autonomía en Bolivia? ¿O será mejor referirse a un Estado con varias autonomías en el papel, pero más centralizado que nunca? ¿Cuanto incidió en el desarrollo del país la decisión de convertirnos en un estado con autonomías? ¿Serán las Cartas Orgánicas Municipales producto de la participación ciudadana? ¿Los Estatutos Departamentales reflejarán con precisión las aspiraciones de todos los habitantes de su Departamento?
Varias preguntas para una sola respuesta y esta será siempre negativa. Primero, no es cierto que el país esté atravesando verdaderamente por un proceso autonómico que permita a las regiones y a sus habitantes tomar las decisiones que les incumban y permitan su desarrollo, pues el “Papá Estado” aún es el dueño de todo cuanto corresponda a las decisiones estratégicas y, peor aún, propietario sin discusiones del 85 por ciento de los recursos del país, es decir, ¿Puede haber un verosímil proceso autonómico sin recursos?, Creo que no, peor aún cuando el régimen —cual ave de rapiña— está al acecho de los recursos que no se invirtieron en los municipios y las gobernaciones para echar mano de los mismos, en detrimento de las regiones.
Sin contar cartas y espadas, conocemos que desde la promulgación de la Ley Marco de Autonomías y Descentralización (julio de 2010), en Bolivia se puede acceder a cuatro tipos de autonomías: Departamental, Regional, Indígena Originaria Campesina y Municipal.
Esta configuración supuestamente daría lugar a pensar que nuestro país vive en el edén autonómico, donde todos podemos decidir sobre nuestros recursos económicos y darles un norte adecuado a las expectativas de desarrollo que hay en cada región, sin embargo esto no siempre es así, ya que ese Estado simple, con un solo centro de poder, con un solo Gobierno, con un solo centro monopólico de la potestad legislativa se mantiene inmutable, pues las asambleas departamentales que debían ser las instancias que, al ejercer sus atribuciones, rompan el poder central, adecuaron sus conductas más bien a los dictados de ese centralismo secante constituyéndose en simples instancias redundantes, donde nada se hace y sólo se bate palmas o se levanta manos para aprobar lo que diga el Gobernador, sea bueno o malo.
Para no extendernos mucho hablemos, sólo como ejemplo, de las cartas orgánicas municipales. Sabemos que estos instrumentos deben ser elaborados de manera participativa, es decir todos los estantes y habitantes de un determinado municipio tienen el derecho y la responsabilidad de ser parte de su construcción, por lo menos, así lo establece la Ley Marco de Autonomías.
Si bien el Ministerio de Autonomía, por un lado es partidario de que la construcción debe ser participativa, por otro a través del Programa de Desarrollo Concurrente Regional (PDCR) se ha dado a la tarea de desvirtuar esa participación contratando empresas consultoras con el objetivo de que sean éstas, sin efectuar siquiera un adecuado proceso de socialización, las que elaboren la Carta Orgánica Municipal, vale decir que la posible participación de la gente, en democracia y soberanamente, se tira al cesto de la basura.
En Chuquisaca, más de la mitad de sus 29 municipios aceptaron el apoyo del PDCR para contratar las empresas consultoras
...