Bancarizacion En Latinoamerica Y Peru
Enviado por Disfan • 23 de Febrero de 2015 • 2.053 Palabras (9 Páginas) • 443 Visitas
LA BANCARIZACIÓN EN AMÉRICA LATINA
El tema del acceso a los servicios financieros ha cobrado gran importancia en los países de América Latina en los últimos años. En forma creciente, tanto gobiernos como bancos y otras instituciones financieras privadas, vienen planteando y desarrollando iniciativas que buscan profundizar el acceso de la población a los servicios financieros.
Los análisis recientes sobre la relación entre desarrollo de mercados financieros y desarrollo económico a nivel mundial han incrementado el énfasis en el concepto de “acceso a servicios financieros,” por el cual se entiende la capacidad de la población de utilizar estos servicios sin que existan obstáculos que lo prevengan.
El concepto de “acceso” se distingue del concepto “profundización financiera” (por el cual se entiende los ratios tradicionales de “crédito/PBI” y “depósitos/PBI”). De acuerdo con esta nueva literatura, en tanto que una mayor profundización financiera está positivamente relacionada a un mayor crecimiento
económico, un mayor acceso de los grupos poblacionales de menor ingreso a los servicios financieros puede contribuir a la disminución de la pobreza y a una mejora en la distribución del ingreso. Estas relaciones se fundamentan en que la utilización amplia y profunda de servicios financieros conduce a una adecuada canalización de ahorros hacia actividades productivas; un eficiente sistema de pagos que facilita las transacciones entre agentes económicos y un adecuado monitoreo de los riesgos empresariales. Además, el énfasis en el tema de acceso ha llevado naturalmente a promover el desarrollo de las microfinanzas.
El argumento principal para apoyar la actividad micro-financiera se basa en la documentación de altas tasas de rendimiento que potencialmente pueden alcanzar las inversiones de pequeñas y micro empresas, si es que tuvieran acceso al crédito.
La gran mayoría de los países de América Latina vienen consolidando sus democracias. Esto ha resultado en una creciente demanda de la población por acceso a los beneficios de las reformas y el crecimiento económico. Entre estas demandas, se destaca un mayor acceso a los servicios financieros, tanto por parte de las medianas, pequeñas y micro empresas para financiar sus inversiones productivas como de las familias que requieren vehículos financieros seguros para canalizar sus ahorros, realizar transacciones en forma más eficiente, financiar la compra de bienes inmobiliarios, entre otras.
Asimismo, se puede considerar como indicativo del nivel de bancarización en un mercado la utilización y difusión de ciertos servicios bancarios en la población. De este modo, se obtiene información sobre el nivel y extensión de uso de servicios bancarios como las cuentas bancarias, las tarjetas de crédito y débito, etc. Existe otra dimensión no menos importante: la cobertura geográfica, brindando información sobre el nivel de homogeneidad en el territorio de la llegada de servicios bancarios.
El nivel de utilización de servicios financieros de la población es sumamente relevante tanto para estrategias comerciales y desarrollo de productos bancarios y de seguros, como para la instrumentación de políticas públicas. El crédito y los seguros constituyen sin dudas servicios fundamentales para el progreso social y económico de una comunidad.
Si bien la bancarización es una actividad que ha estado presente en la sociedad desde hace mucho tiempo, sólo en los últimos años ha ganado importancia, gracias al reconocimiento que se le ha dado al sector financiero como elemento que contribuye al desarrollo humano.
Esto último debido a que el acceso a los servicios financieros permite ampliar la liquidez de las empresas y los agentes, contribuyendo a incrementar su gasto privado, inversión, y por lo tanto la productividad del país.
Para el caso específico de América Latina, la situación no es muy favorable, ya que además de que el conocimiento de los agentes con respecto a los servicios financieros es bajo, las diferentes crisis económicas acentuaron el bajo nivel de bancarización.
Para intentar revertir esta tendencia, en varios países se intenta la im¬plementación de políticas económicas con miras a incrementar el acceso a los servicios financieros de su población, como es el caso de Chile, Brasil, México o Colombia. Para precisar mejor el nivelo grado de Bancarización en América Latina, es necesario realizar mediciones al respecto, es por ello que el grado de bancarización, dado por los ratios Depósitos Totales/PBI y Colocaciones Brutas/ PBI, refleja la importancia del sistema financiero de un país como canalizador de los recursos de los agentes superavitarios (ahorristas) a los agentes deficitarios (inversionistas).
Entre los factores que conspiran contra la bancarización se puede mencionar la falta de información financiera del común de la gente, la pérdida de confianza por malas experiencias previas, las bajas tasas de interés pasivas, los complejos requisitos para la apertura de cuentas y su elevado costo de mantenimiento, las altas comisiones, las excesivas tasas tributarias, el bajo desarrollo de la infraestructura bancaria (escasez de agencias), etc.
Hecha esta mención, veamos ahora cómo va América Latina en este aspecto. Para ello, con los datos de Depósitos Totales al cierre del 2010 de la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban) y los del Producto Bruto Interno del Fondo Monetario Internacional, hemos calculado los datos de Bancarización para cada uno de los países, dividiendo los primeros entre los segundos.
Podemos ver que el país más bancarizado de América Latina, con gran ventaja sobre los demás, es Panamá. Allí, los depósitos totales en su sistema financiero equivalen a nada menos que 1.65 veces su PBI. La condición de gran centro financiero de este diminuto país, con abundancia de recursos prestables, y con prácticas bancarias propias del primer mundo, se deja ver en el indicador.
Chile es el segundo en la lista, con depósitos que alcanzan el 67% de su PBI. Nuestro vecino del sur posee un sistema financiero muy desarrollado que goza de la confianza del público y ejerce políticas que inducen al ahorro.
Los grandes países de la región, desde Brasil hasta México, pasando por Colombia, Perú, Venezuela y Argentina, exhiben datos bastante pobres, resultantes de diversos acontecimientos negativos, que crearon desconfianza (inflaciones crónicas, congelamiento de los depósitos), o de restricciones (elevadas tasas de impuestos) e inclusive de la escasa cultura financiera de sus pobladores y del bajo desarrollo de sus redes bancarias.
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