Barranquilla es la capital del departamento del atlántico

Barranquilla es la capital del departamento del atlántico, es una ciudad con un enorme panorama cultural, lleno de mágicos escenarios e innumerables  tradiciones.  Conocida como la puerta de oro de Colombia por la importancia que tuvo su dinamismo comercial en el siglo XIX y principios del siglo XX. Es la ciudad emblema de las festividades carnavalescas de Colombia. Se puede decir que Barranquilla es la ciudad más alegre del país, pero también tiene un pasado que difícilmente enorgullece a sus habitantes y que con él pasar del tiempo se convirtió no en  una molestia, sino, en sinónimo de terror y angustia.

Barranquilla por ser una ciudad que creció en su dinamismo económico a las orillas del rio magdalena en los siglos pasados, se olvido que esta subyacía en  una topográfica algo inestable, entre las corrientes de agua que bajaban por las casi imperceptibles elevaciones terrenales, en busca del cauce mayor, pero que ante el amontonamiento demográfico de estructuras a base de concreto se fue convirtiendo en un tobogán sin obstáculo, donde el agua puede calzar velocidades de hasta sesenta kilómetros por hora y capases de arrastrar un vehículo de siete toneladas.

Desde los mismos inicios de la ciudad estos peligrosos caudales han estado presente, ajenos a la participación del hombre entre sus territorios. Porque de verlo de otra forma fueron primero los arroyos y luego Barranquilla. Siempre han estado aquí, arrasando árboles, rocas, lodo y centenares de criaturas que se pudieran cruzar en sus devastadores caminos. Entre cada aguacero y parálisis de tránsitos se puede escuchar rugido entre las magnificas cresta que crea la fuerza del agua al chocar con las esquinas amuralladas por donde pasan los arroyos más peligrosos como en de la carrera veintiuna que a más de uno lo arrastrado como si de una bolsa de basura, como las que los ciudadanos aprovechan para tirar se tratase.  Es bien sabido que para arrastrar el cuerpo de un hombre solo por el agua solo se necita quince centímetros de agua a una velocidad de diez quilómetros por hora. Aun así solo se necesita la ingenuidad humana para ser devorado por las aguas feroces, que se podría decir, buscan rescatar su cauce natural y modificado por el concreto.

Ante la imposibilidad de darle paso a soluciones integrales, comenzaron a ejecutarse trabajos puntuales, en los arroyos más peligrosos. En septiembre de 1962, se inaugura la primera etapa de canalización del arroyo Rebolo Las Empresas Públicas Municipales proponen en la década del 60 y 70 algunos estudios para solucionar la problemática del arroyo Felicidad. En 1964, La AID, Agencia Internacional de Desarrollo, anuncia que financiará un estudio para el alcantarillado pluvia.

El proceso de desarrollo continuó y las urbanizaciones e invasiones crecieron aceleradamente. Se incrementó la impermeabilización y se disminuyó la absorción de la superficie con la construcción de viviendas y vías en concreto, se modificaron aún más los cauces naturales y se estableció un sistema de drenaje superficial por las calles de la ciudad.

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