CAPITALISMO Y FEUDALISMO EN TODAS LAS SANGRES

EL FEUDALISMO Y EL CAPITALISMO EN TODAS LAS SANGRES

Resumen:

En el presente ensayo se busca analizar la realidad de las épocas del feudalismo y la llegada de capitalismo a nuestra patria, el cual Arguedas representa en su obra “Todas las sangres” Un mundo en colisión de un sistema tradicional feudal y la llegada del sistema capitalismo imperialista que está acompañada de ambiciones y rivalidades que se generando una lucha de dos fuerzas: una racional y otra irracional. Una lucha de clases, de intereses inconciliables, en la que los poderosos someten a los débiles y los explotan o los destruyen, y en la que los débiles sólo pueden alcanzar su liberación destruyendo a los poderosos, donde muestra un mundo asignado por la injusticia y busca revelar los mecanismos de la desigualdad y del sufrimiento social en el Perú.

Introducción:

En todas las sangres, quien tiene el máximo de la fuerza y del poder en esta sociedad, es una compañía imperialista, la Wisther and Bozart, que destruye a un capitalista nacional, don Fermín Arag6n de Peralta, que ha descubierto una mina de plata en los Andes, la mina de San Pedro de Apark'ora. Esta es la primera oposición, contradicción o rivalidad que la novela quiere describir, la que existe entre el capitalismo imperialista y el capitalismo burgués nacional. La novela nos mostrar gráficamente en esta lucha entre la Wisther and Bozart y don Fermin Aragon de Peralta c6mo en la sociedad peruana el imperialismo impide que se desarrolle y prospere un capitalismo nacional y como el capitalista nacional está obligado a ser dependiente y a entrar en transacciones con el imperialismo. A su vez, el capitalismo nacional, mediatizado por el imperialismo, ha prosperado gracias a una falta de escrúpulos y a una brutalidad semejante a la que ejerce el imperialismo contra. Don Fermin Aragón de Peralta, para constituir su negocio minero, ha debido destruir a los agricultores de la regi6n de San Pedro de Lahuaymarca, de cuyas tierras se ha apoderado, mediante fraudes y violencias, destruyendo prácticamente la agricultura que daba vida a la región. (llosa, 1981) Esta es la segunda oposición que la novela describí: la minería versus agricultura, industria versus agricultura, capitalismo nacional versus feudalismo. Los señores feudales de la sierra de San Pedro de Apark'ora, de San Pedro Lahuaymarca, han sido empobrecidos cuando no destruidos por don Fermín Arag6n de Peralta. El latifundismo es un sistema que ha prevalecido en la región desde la llegada de los conquistadores españoles en el siglo XVI. La novela retrocede en el tiempo para mostrarnos cómo se constituyó el feudalismo andino y cómo surgió a partir de la destrucción, saqueo y saqueo de las tierras de las comunidades indígenas, las cuales fueron arrebatadas a los campesinos de diferentes formas. El mundo feudal, como el capital nacional y el imperialismo, se divide en diferentes tipos de seres humanos. Por ejemplo, vemos algunos señores feudales con espíritu paternalista y benévolo, como el hermano de Don Fermín, Don Bruno, así como señores feudales primitivos y brutales, como Don Adalberto. Cisneros, Don Lucas y otros gamonales que realmente explotaron sin piedad a sus siervos y campesinos.

Desarrollo:

Dentro del sistema feudal hay gentes, que tienen cierto carácter positivo, como don Bruno, en tanto que otros feudales son puramente negativos, en el mundo del capital, sea imperialista o nacional, hay, diríamos, buenos y malos, es decir, gentes capaces de tener cargos de conciencia, de percibir los horrores del sistema, y otros absolutamente impermeables contra todo género de escrúpulos. «En el mundo de Todas las sangres, un mal y un bien absolutos se reparten personas, instituciones y cosas de una manera tan precisa que no queda campo para la ambigüedad. Todo es claro en este mundo. Los malvados lo son no solamente para sus víctimas, los buenos; también para sí mismos. Tienen conciencia de su maldad y, al tiempo que la practican, la declaran. No hay esfuerzo alguno en la novela para reconocer las razones del otro porque no hay razones contradictorias. Todos están de acuerdo en la clasificación moral de las conductas de las personas y de las instituciones. Así, los imperialistas y los capitalistas que explotan, saquean, esquilman, engañan, roban, se confiesan ladrones, asesinos, destructores, y antipatrióticos... Los malos en la novela tienen una conciencia resplandeciente de su maldad, igual que los buenos, que saben que lo son. ¿Cuál es el resultado? La desaparición de la ambigüedad, de la complejidad humana». (llosa M. v., 2002)(p. 265)

Este esquema ideológico de la novela puede ser cierto, puede ser falsa. En la novela el bien y el mal absolutos se asignan a personas, instituciones y cosas con tal precisión que hay poco lugar para la ambigüedad. Todo en ese mundo está claro. Las personas malvadas son malas no solo para sus víctimas, las personas buenas, sino para ellas mismas. Son muy conscientes de su maldad, y mientras la practican, la proclaman. La novela no hace ningún esfuerzo por reconocer las razones de los demás, porque no hay razones contradictorias. Todos están de acuerdo en una clasificación ética de las acciones de las personas y las instituciones. Por ejemplo, los imperialistas y capitalistas que explotan, saquean, engañan, hurtan, se identifican como ladrones, asesinos, saboteadores, etc. 

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