COLOMBIA FRENTE A LA CRISIS ECONÓMICA MUNDIAL

COLOMBIA FRENTE A LA CRISIS ECONÓMICA MUNDIAL

La condición cíclica de la economía es una constante histórica tan conocida como irrenunciable. Pero, aparejado a ese comportamiento de las variables económicas, ha habido, a lo largo de la historia, una incurable vocación de los gobiernos a suponer que las bonanzas tienen duración infinita y, en consecuencia, a aplazar las medidas y precauciones necesarias para anticipar las épocas críticas.

El mundo viene de vivir, en los pasados doce años, una de las etapas de más fuerte crecimiento económico. Las cifras que marcaban la expansión parecían no tener límite; el gran capital se acostumbró a rendimientos y ganancias inimaginables. Todos sabían que la fantasía no podía durar mucho, pero nadie se atrevió a tomar las medidas que atenuaran la inevitable resaca.

Es que resulta muy difícil legislar con prudencia en tiempos de jolgorio y muy pocos gobernantes se toman el trabajo de aguafiestas en medio del delirio desbordado. El resultado: marcos regulatorios laxos y permisivos que incubaron una especulación desbordada y criminal. Una orgía de riqueza sin sentido y sin propósito social. La antesala de la crisis.

Ahora el mundo enfrenta una recesión que promete ser, no sólo una de las más fuertes y prolongadas de la historia, sino que tendrá la novedosa condición de ser plenamente global. Porque si los trajinados modelos neoliberales no lograron la globalización de la riqueza y el mejoramiento equilibrado y colectivo que prometían, esta recesión si tiene asegurada una presencia total en el planeta, sin miramientos ideológicos y sin distingos de raza o credo.

Una crisis que golpeará por igual a quienes la promovieron y a quienes, incluso, ya se empobrecieron en tiempos del auge económico.

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