COMO ES LA DECADENCIA DE LA CULTURA
Enviado por Johan Perez • 13 de Octubre de 2015 • Ensayo • 1.717 Palabras (7 Páginas) • 185 Visitas
LA DECADENCIA DE LA CULTURA
Antes de iniciar a exponer los cambios que la cultura ha venido experimentando a lo largo de la historia, es conveniente partir de la definición de cultura, el diccionario de la Real Academia Española tiene varios conceptos para esta palabra, dos de los más mencionados en este ensayo serán:
1. f. Conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico. (Española, 2015)
2. f. Conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc. (Española, 2015).
Partiendo de estas definiciones abordaremos este escrito teniendo como base el capítulo I del libro La civilización del espectáculo de Mario Vargas Llosa llamado La metamorfosis de la palabra (Llosa, 2012) y veremos como el autor a través de una revisión de literatura sobre el tema de la evolución de la cultura se encuentra con un extenso valle de escritos, tesis y debates de alto nivel intelectual y político que coinciden en argumentar que la cultura atraviesa una profunda crisis y se encuentra en un periodo de decadencia y en el último de los textos revisado la postura de que posiblemente hay una nueva cultura que se está suplantando todo aquello que años atrás se concebía como cultura. Finalmente expondré algunas conclusiones.
Vargas Llosa comienza con la revisión del ensayo Notes Towards The Definition Of Culture de 1948 del autor T.S Eliot, donde se asegura que la decadencia de la cultura puede estar anticipando su desaparición, para T.S Eliot la cultura está estructurada en 3 instancias: el individuo, el grupo o elite y la sociedad en su conjunto, las cuales conservan cierta autonomía y están en constante y ordenada confrontación.
T.S Eliot afirma que el grupo o élite social es la minoría encargada de preservar la “alta cultura”, la de mayor calidad, por otro lado la sociedad al intentar democratizar la cultura la degrada y la vuelve superficial y esto a su vez le resta calidad a la cultura, por lo cual enfatiza en la importancia de que cada clase social tenga su propia cultura, así mismo defiende la importancia de que el individuo no solo se sienta identificado con la cultura nacional sino que esta se nutra y diversifique también de una cultura regional.
Por otra parte, la cultura no entendida como un conjunto de conocimiento sino como un estilo de vida se transmite a través de la familia, y de su funcionamiento depende su conservación, en segundo lugar está la iglesia, la cultura nació dentro de la religión y aunque vale aclarar que no es el mismo concepto y que existe una separación parcial, siempre estarán articuladas porque la religión proporciona el marco de la cultura.
Cuando T.S. Eliot habla de religión se refiere específicamente el cristianismo, del cual resalta que ha inspirado a Europa y a sus hijos a ser lo que son, y no se imagina como ésta podría sobrevivir a la desaparición de la fe cristiana, por último en lo que se refiere a este autor menciona que su concepción de sociedad y cultura se asemeja a la obra de la Divina Comedia de Dante, con toda su filosofía y jerarquías.
Vargas Llosa continúa su revisión bibliográfica citando a In Blueeard’s Castle. Some Notes Towards the Redefinition of Culture, 1981 de Steiner, escritor quien se encarga de criticar la obra de T.S. Eliot , principalmente por el hecho de no haber reflexionado en su obra sobre ningún aspecto socio político de la primera o la segunda guerra mundial, lo cual él si pretende remediar en su obra. Steiner insinúa que fue el antisemitismo de Eliot lo que no lo impulsó a mencionar nada sobre el holocausto y afirma que la relación entre la cultura y religión existe fuera del enfoque cristiano a través de la aspiración del ser humano por la trascendencia, lo cual considera como el concepto religioso de toda cultura. Ahora bien, la cultura occidental practicando un monoteísmo a través de un politeísmo al adorar a sus santos, su trinidad y su culto mariano terminó siendo una víctima más de la época de la Ilustración donde al promulgar un mundo sin la existencia de Dios, dieron paso a un cataclismo que acabó con la cultura y dio inicio a la era de la poscultura.
Uno de los rasgos de la poscultura o “contracultura” es no creer en el progreso y ha destruido el mito de que las humanidades humanizan, basándose en que “en un individuo, al igual que en la sociedad llegan a coexistir la alta cultura, la sensibilidad, la inteligencia y el fanatismo del torturador y el asesino” (Steiner,1981, citado por Vargas Llosa, 2012)
Así mismo menciona Steiner al abolir las jerarquías también desaparece la seguridad que antes daban ciertas diferencias (edad, género, mayor, menor, superior, inferior, etc) y no solo eso, también se encargó de reprocharle a la cultura su elitismo y su estrecha vinculación a las artes, la literatura y las ciencias del absolutismo político. Al final de su obra Steiner advierte de un sombrío panorama en el cual la cultura tradicional y las humanidades clásicas: hebrea griega y latina quedarán relegadas a la academia y la palara ser verá degradada y suplantada por la imagen.
Por último Steiner genera polémica al afirmar que la falta de cultura puede estar alimentada por la falta de conocimiento de la humanidad y el poco interés de converger a un almacenamiento individual y social de los grandes saberes de la humanidad, no obstante Vargas Llosa vuelve a enfatizar en que el concepto de cultura no significó nunca la cantidad de conocimiento sino calidad y sensibilidad.
Anterior a la obra de Steiner, en 1967 Guy Debord publicó en Paris su obra llamada La Société du Spectacle que aunque incorporaba aproximaciones distintas a tema de la cultura aborda otros que según el autor sustituyen la preocupación central de todo asunto cultural, intelectual o político, estamos hablando de lo que Marx llamó la “alineación” o enajenación social que inculcaba a la sociedad la adquisición obsesiva y expansionista de productos manufacturados que alimentan constantemente el ciclo capitalista, produciendo el fenómeno de la “cosificación” del individuo haciendo su vida interior de las inquietudes sociales y espirituales, aislando su propia conciencia y entregándolo a la filosofía del consumo.
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