CORRUPCIÓN, UNA REALIDAD INHERENTE DEL SER HUMANO
Enviado por ange_lees_ • 27 de Abril de 2021 • Ensayo • 658 Palabras (3 Páginas) • 134 Visitas
Universidad Nacional Autónoma de México[pic 1][pic 2]
Colegio de Ciencias y Humanidades Plantel Sur
Derecho I
De la Fuente Galindo Nadia Alejandra
Ensayo “Corrupción”
Gómez Sánchez Guadalupe de los Angeles
Grupo 511
08. Diciembre. 2020
CORRUPCIÓN,
UNA REALIDAD INHERENTE DEL SER HUMANO
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La corrupción es entendida y/o comprendida como el abuso del poder para el beneficio propio; es decir, es actuar de modo distinto a los estándares normativos del sistema para favorecer intereses particulares. Según Garzón Valdés (1997), la corrupción es un delito o una infracción que implica la violación de alguna obligación por parte de un decisor. Si se acepta que las obligaciones son deberes adquiridos por la aceptación expresa o tácita de una determinada posición, la corrupción implica siempre un acto de deslealtad hacia el sistema normativo. Así pues, podemos definir a un individuo -corrupto- como aquel que se ha dejado corromper y actúa de manera ilícita, ilegal e ilegítima.
Ahora bien, se sabe que es una actividad que ha existido y prevalecido a lo largo de los años; ésta da inicio alterna a los albores de las civilizaciones, específicamente cuando el hombre inicia su forma de organización social, política y económica, dando origen a las naturales aspiraciones de alcanzar poder y posición social.
Al volverse algo natural al paso del tiempo, desafortunadamente, se ha considerado que el ser humano ya está predispuesto genéticamente a poseer la característica de la deshonestidad, sin embrago, la realidad es que no es así, pues es un acto que realizamos voluntariamente (en la mayoría de los casos) y con uso de la razón.
Tras estudios e investigaciones, se han identificado diversas causas, como las subjetivas o psicológicas: distan de ser únicamente con fines económicos o políticos, y se adentran en los terrenos de la vanidad, la envidia, la irracionalidad, el egoísmo, la satisfacción personal, el ansia de poder o incluso el reconocimiento social. También tenemos las objetivas o ajenas al sujeto: estás como su nombre lo dice, son aquellas que no están involucradas con los valores o moralidad del individuo, son más institucionales, por ejemplo, la debilidad de los marcos legales, la debilidad de los procedimientos y mecanismos institucionales, baja profesionalización del sector público, etc.
Como en todo acto ilícito, este no es la excepción, trae consigo numerosas consecuencias; así como afirma Aranza Rodríguez (2018) desde una postura política: Posiblemente el efecto más perverso de la corrupción sea el falseamiento del mismo sistema democrático y la consolidación de una forma de vida más bien alejada de los hábitos y virtudes propias de la democracia; esto únicamente nos dice que la corrupción socava los principios intrínsecos de una sociedad democrática como son la objetividad, legalidad, transparencia y rendición de cuentas.
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