COVID-19, El virus como enfermedad nosocomial

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COVID-19

El virus como enfermedad nosocomial

Materia:  Medidas y Control de Infecciones Nosocomiales

Docente: Lic. Enf. Gabriela Vargas Cervantes

Alumno: Samuel López Méndez   Grado y grupo: 5°B

Fecha de entrega: 05 de Noviembre del 2020

INDICE

                                                                                                                       Paginas

Introducción……………………………………………………………………………...3-4

Desarrollo………………………………………………………………………………..5-6

Conclusión………………………………………………………………………………….7

Bibliografía…………………………………………………………………………………8

INTRODUCCIÓN

Hablar sobre la pandemia que tanto nos ha afectado a la población en general como a los trabajadores del área de la salud, me genera una cierta impotencia y tristeza, ya que muchas personas han dedicado su tiempo a concientizar a los demás, a promover medidas preventivas que disminuyan los casos de contagio, pero aun así los resultados positivos o de mejora han sido mínimos. Gran mayoría de la gente no cree que nos encontremos en una situación de suma importancia, creen que se está exagerando demasiado en respecto a este virus, pueden llegar a pensar que todo esto solo es un invento del gobierno y que los hospitales o centros de atención medica son cómplices o participes de un engaño, y así un sinfín de ideas conspiranóicas que han surgido en el transcurso de este año que llego el virus del COVID-19. A mi forma de ver, yo creo la mayoría de las personas que piensan así es por que dentro de su circulo social no han tenido alguna persona conocida con esta infección, y pienso que a veces aunque así sea, muchas de ellas siguen  pensado en que si en verdad fue a causa de este virus o hubo otro factor que los médicos les estén escondiendo

Desgraciadamente así es la mentalidad de gran parte de las personas mexicanas, pueden llegar a creer en cosas que no son totalmente ciertas o comprobables tales como el tarot, lecturas de manos, brujería, horóscopos y muchas otras cosas más. Pero cuando se da una noticia verídica y con bases sustentables que comprueben la existencia de algo, como en este caso el virus del COVID-19, ahora si se ponen en una postura critica y analista, dudando de los informes que se dan por parte del gobierno e instituciones de salud que se preocupan por el bienestar de todos.

Los trabajadores del área de la salud somos los que podemos asegurar que todo esto es real, que no es ningún invento del gobierno ni nada por el estilo, ya que desgraciadamente vemos a diario el incremento de nuevos casos y la muerte de compañeros y amigos con los cuales hemos convivido y los cuales han estado al frente de esta batalla, que no nos queda ni la más mínima idea de que esto para nada es una invención. Sabemos a que nos estamos enfrentando y las medidas que tenemos que llevar para detener la propagación de esta enfermedad, y aun así algunos de los trabajadores no son conscientes de la importancia que representan llevar a cabo estas medidas.

Este trabajo lo realice en base a mi experiencia personal como trabajador del área de la salud y en lo que yo he observado y creo que pueden ser algunos de los factores que pudieran estar influyendo para que esta enfermedad siga prevaleciendo entre los trabajadores y usuario de mi institución. Aclarando que mi intención no es evidenciar las fallas, sino mas bien tratar de concientizar al lector de este trabajo sobre la importancia de extremar las medidas de precaución en las instituciones de salud.

Debemos de pensar que, en el caso de presentar un contagio, no solo nosotros podemos resultar afectados, sino también todas las personas que nos rodean, incluyendo usuarios, compañeros y familiares que puedan estar conviviendo con nosotros antes y después de que este se presente. Por eso mi objetivo principal es el generar un grado de conciencia que pueda hacernos pensar que si no llevamos a cabo medidas preventivas y no solo en nuestras actividades labores, sino que en todas las actividades que llevamos a cabo dentro de nuestro horario de trabajo y fuera de él, podemos tener consecuencias graves que a lo mejor puedan no afectarnos de forma directa hacia nosotros, pero que seguirán siendo factor para que esta enfermedad prevalezca en los hospitales o centros de atención médica.

Este trabajo es solo el punto de vista de un trabajador sanitario más, así que el lector debe de tener un amplio criterio para saber que no en todas las dependencias puede estar pasando esta misma situación, ni que todo lo que se expresa aquí es la verdad absoluta, solo es la percepción en base a mi experiencia y mi observación dentro de mi lugar de trabajo.

DESARROLLO

Cuando se empezaron a dar a conocer las medidas que se iban a llevar a cabo dentro de mi institución, nos empezamos a dar cuenta que en realidad no se contaba con el equipo necesario ni con un área especial para destinar a los pacientes infectados. Todo se fue llevando sobre la marcha, se buscó un lugar en específico para ahí derivar a los pacientes que fueran confirmados, así que se desalojó el área de geriatría para destinarla como área de COVID. Los traslados se trataron de hacer de la manera mas adecuada y coordinada con el objetivo de que los pacientes no resintieran tanto el cambio. Ya desalojada el área, se empezó a adecuar la zona conforme a los requerimientos necesarios para esta contingencia. A mi forma de ver pienso que se hizo el mayor esfuerzo posible, pues el tiempo con el que se contaba también era reducido.

La jefatura que corresponde a mi servicio decidió hacer una junta para informarnos como es que se iba a llevar a cabo el trabajo y las modificaciones que se implementarían para el manejo de la ropa hospitalaria. Mi jefe tuvo que mandar a hacer caretas para la protección del personal, las cuales cumplían con la función necesaria para trabajar con ellas, creo que dentro de lo que cabe el hizo su mayor esfuerzo y se valora que a pesar de que no se nos proporciono por parte de la institución, el buscara la manera de idear algo improvisado pero funcional. Las modificaciones que se hicieron en la recolección de la ropa sucia fueron varias, ahora teníamos que vestirnos con una bata quirúrgica, ponernos careta, usar obligatoriamente cubrebocas o mascarilla, tapar los carros de recolección con una funda en todo momento y tener especial cuidado con ropa que saliera etiquetada de otras áreas como posible COVID. Además, se nos hizo hincapié de llevar a cabo el correcto lavado de manos después de cada recolección y tratar de tener el menor acercamiento unos con otros para así evitar una propagación dentro de la lavandería.

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