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Cambios Socioeconomicos Y Politicos En Clombia


Enviado por   •  14 de Marzo de 2014  •  1.460 Palabras (6 Páginas)  •  279 Visitas

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EL PROBLEMA es que vivimos un proceso económico improductivo e ineficiente, con poca demanda interna y sin competitividad internacional; una confrontación política exacerbada, mitómana y corrupta con una lucha armada sin perspectivas de ganadores pero con grandes pérdidas humanas y económicas; una altísima concentración de ingresos que tiene su compartida en una excesiva pobreza, un mercado reducido, encerrado y monopolizado finalmente, un asistencialismo y paternalismo decimonicos”

ENSAYO

En cuanto al proceso económico improductivo e ineficiente, con poca demanda interna y sin competitividad internacional es una verdad tan grande que nos encontramos ante una situación de múltiples tratados internacionales de comercio, sin contar con la actitud para asumir ese reto. Colombia se ha caracterizado siempre, por ser un país exportador de materias primas o de productos sin procesar o procesados muy elementalmente. Cualquier persona sabe que es muy poco lo que gana el campesino que ordeña la vaca o recoge el café y mucho lo que captan quienes están al final de la cadena productiva, que es digamos donde se suma el esfuerzo de todos aquellos que han participado en el proceso, al punto que quien más gana es quien más se acerca al consumidor final.

Nuestro país en vía de desarrollo, vende petróleo y compra gasolina, y pudiendo construir refinerías para ganar más, permite que los extranjeros se queden con las ganancias; se vende el grano de café para que luego nos vendan el café procesado y sólo tenemos una fábrica de café liofilizado en Chinchiná que da muchas ganancias pero es sólo una; se vende el cacao y a nosotros nos venden las chocolatinas y chocolates elaborados con ese cacao en otros países; vendemos el caucho sacado del árbol y luego nos venden las llantas; vendemos prendas de vestir, para que les pongan etiquetas extranjeras y luego nos los vendan como gringos o italianos o de cualquier otro país, en fin, la lista sería infinita para demostrar lo inocentes que somos para el comercio internacional.

Nuestras grandes empresas le dan la espalda a las costas y se sitúan en el centro del país, como si a propósito se quisiera incrementar los costos de transporte para ser poco competitivos. El colmo de los colmos fue vender la Flota Mercante Gran Colombiana, cuando más se necesitaba para asumir los múltiples tratados que hoy nos inundan. Hace algunos años en tiempos del Presidente Gaviria, se dio inicio a la apertura económica y no se brindaron protecciones a nuestros campesinos; personas que por ejemplo acababan de sembrar caucho quedaron expuestos a la competencia de Malasia que producía más barato, porque en muchos países se protege al campesino, pero en Colombia se le deja a la voracidad de la competencia. En resumen, no estamos muy lejos de aquellos tiempos de la conquista, cuando se cambiaba oro de los indígenas por baratijas de los españoles, no es sino ver los mercados callejeros para enterarse que la invasión china, coreana y de otros países es evidente y sin pagar impuestos.

Realmente, Colombia no está preparada para lo que se viene en comercio internacional, le estamos entregando en bandeja de plata la incipiente industria colombiana, las empresas y hasta lo más elemental, ya hasta la bandeja paisa es internacional, porque el arroz y demás ingredientes los traen del exterior.

En el tema de la confrontación política exacerbada, mitómana y corrupta, pues no es sino mirar el escudo nacional, en donde reza Libertad y Orden, las dos consignas de liberales y conservadores, que por unos trapos rojo y azul nos han tenido en una guerra continua desde las propia independencia, la guerra de los mil días cuando perdimos a Panamá y dejó muertos a diestra y siniestra, la época de la violencia, suspendida con el frente nacional que llevó a la corrupción generalizada porque liberales y conservadores se repartían la torta del poder milimétricamente y nadie vigilaba el saqueo al erario público. Y ahora, otra vez la guerra por otros medios, con más dinero sucio de por medio, pero con la misma violación descarada de los más mínimos derechos fundamentales. Pareciera que liberales y conservadores se lucraran de un conflicto infinito, donde los únicos que mueren, son los hijos de los pobres que son reclutados por la guerrilla,

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