Capítulo 5. El poder de las nuevas élites
Enviado por Alejandro Bustamante Perez • 7 de Junio de 2022 • Examen • 708 Palabras (3 Páginas) • 85 Visitas
Capítulo 5. El poder de las nuevas élites.
En julio de 1986, el mandatario Alan García del APRA convocó a 12 jefes de los primordiales conjuntos de poder económico (GPE) nacionales para que «invirtieran por el Perú». García necesitaba su apoyo ya que sus políticas ahuyentaron al capital extranjero, y el Estado, por la crisis fiscal, no podía ser «agente del desarrollo». Ha sido la última medida estatista del siglo XX y el anuncio de que los empresarios tenían tanto fuerza económica como política.
El poder de las nuevas élites. A finales de los años 1980 era evidente la realidad de una élite económica más burguesa y actualizada que tradicional y aristocrática (esta última ha sido debilitada por Velasco), cuya fuerza se hizo sentir cuando pudo desafiar a un jefe populista. Sin embargo, no les fue fácil a estos empresarios modernos impulsar un giro de 180 grados en materia de política económica y concluir apoyando el libre mercado. Se convencieron de que esa era la «única elección posible» debido a que el terrorismo, el sindicalismo y el estatismo eran sus mayores problemas y debido a que el viento soplaba con más fuerza a favor de la globalización económica, en la que podían participar en sociedad con el capital extranjero.
John Crabtree y Francisco Durand.
Mapa de la extrema riqueza: A lo largo de este lapso expansivo se ha sido transformando la élite económica nacional, perdiendo ciertos y triunfando otros, y apareciendo nuevos equipos de poder económico (GPE), tanto a grado nacional (Vásquez, 2000; Durand, 2014) como regional (Monsalve, 2014). Diversos de los «12 Apóstoles», como la situación de las familias Bentín, de la cervecería limeña Cristal, y los Lanatta Piaggio, sus rivales del Callao de la cervecería Pilsen, acabaron siendo comprados por la transnacional SABMiller. Algo parecido ocurrió con el conjunto Nicolini, que se observó forzado a vender sus molinos al conjunto Romero por deudas que poseía con el Banco de Crédito. Al fusionarse Nicolini con otras organizaciones alimentarias (Perú Pacífico, La Fabril), surgió el grande Alicorp, buque bandera del conjunto Romero. Los dueños de marcas peruanas exitosas como Inka Kola del conjunto Lindley han tenido que asociarse con Coca Cola, que controló de aquel modo a su contrincante histórico en el mercado de las bebidas gaseosas. Otros equipos, más fuertes y mejor preparados, entre los que destacaban los 3 mayores (Romero, de Credicorp y Alicorp; Benavides, de Minas Buenaventura; Brescia, de Inversiones Breca y BBVA), lograron hacer una «reingeniería», reforzando primero su presencia en determinados nichos de la economía peruana, asociándose con el capital extranjero, para después empezar a «globalizarse» y salir a invertir en territorios vecinos (Vázquez, 2000). Descendientes de campesinos como Flores (Huancavelica, dueños de Topitop), Huancaruna (Cajamarca, dueños de Perhusa), Acuña (también de Cajamarca, dueños de UCV) y los hermanos Rodríguez (Arequipa, dueños de Gloria), crecieron y se diversificaron hasta integrar las filas de los gigantes GPE, convirtiéndose ciertos en cierta forma de los nuevos «12 Apóstoles». Hacia 1986, se estimaba que las fortunas de los «12 Apóstoles», como los Bentín, Nicolini y Lanata Piaggio, llegaban a representar aproximadamente US$ 200 millones de costo de sus activos fijos. Lo viejo es que la riqueza, incluida la tierra, tanto las viejas cooperativas como las novedosas de irrigaciones, se ha reconcentrado en escasas manos; las élites nacionales coexisten con el capital extranjero en calidad de aliados menores; y las industrias extractivas han vuelto a ser «la locomotora del sector exportador», enfatizando la minería. Lo nuevo es además marcado y se caracteriza por los próximos recursos: la economía del siglo XXI es dirigida por corporaciones modernas lideradas por gerentes y especialistas educados en las superiores universidades; el incremento se inspira no solo en minería, gas o varios productos agropecuarios, además se basa en un más profundo y mejor conectado mercado interno; el capital extranjero por el momento no nace mayoritariamente del continente Europeo y los EUA, sino de diversos territorios entre los que resaltan China, Brasil y Chile; ha surgido una totalmente nueva hornada de empresarios famosas y se ha desarrollado una cultura capitalista famosa.
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