Capítulo VI: La búsqueda de las causas
Enviado por gmoon19994 • 6 de Marzo de 2021 • Apuntes • 865 Palabras (4 Páginas) • 156 Visitas
Capítulo VI: La búsqueda de las causas.
La mayoría de las veces, a determinados cuadros clínicos, se atribuye total o parcialmente una causa derivada de un proceso psíquico. Pero, ¿qué pasa con el resto de enfermedades cuyas causas físicas han sido inequívocamente demostradas? Es así como nos tropezamos con un problema fundamental, ocasionado por nuestros hábitos de pensamiento. Para el ser humano se ha convertido en algo completamente normal interpretar de forma causal todos los procesos evidentes y construir largas cadenas causales en las que la causa y el efecto tienen una relación equivocada. El concepto filosófico causal parece tan claro, que ya la mayoría de las personas lo consideran requisito indispensable del entendimiento humano. Y sin querer, empezamos a buscar las causas más diversas para las más diversas manifestaciones, así buscando claridad en las conexiones y la posibilidad de modificar el proceso causal.
Desde Aristoteles el concepto de causa se divide en 4 categorías, la causa efficiens, causa materialis, causa formalis y causa finalis. Para explicar esto, el libro nos presenta un ejemplo utilizando la construcción de una casa, dice que para construir una casa se necesita un propósito (causa finalis), después la energía que se puede traducir por ejemplo en mano de obra o inversión (causa efficiens), se necesitan los planos (causa fórmalis) y el material para llevar a cabo la construcción (causa materialis), si una de estas cosas falta es difícil que la casa se pueda construir. Pero esa necesidad que existe de encontrar una causa autentica ha hecho que estos 4 elementos se reduzcan, se forman 2 conceptos contrapropuestos, unos ven a la causa finalis (el propósito) la causa dicha de todas las causas, en el ejemplo de la casa el propósito de construirla seria lo primordial de todas las causas.
Se han formado dos tendencias con conceptos opuestos. Unos verían la causa final como la causa principal de todas las causas. En otras palabras: el propósito u objetivo representa siempre la causa de todos los acontecimientos. El concepto de la causa final, fue el inicio de las ciencias filosóficas, de las que las ciencias naturales se han mantenido apartadas, debido a que estas últimas se basan principalmente en el modelo causal energético, y no en la causa final.
Para la observación y descripción de las leyes naturales, lo normal es guiarse por una fuerza o impulso y no por un propósito y finalidad. Las ciencias naturales se atribuyen a una ley causal que es dirigida por un impulso energético. El pensamiento causal de las ciencias naturales busca la causa en el pasado mientras que las filosóficas se sitúan en el futuro.
Observando los hechos cotidianos, comprobamos que unos se prestan más a una causalidad energética del pasado y otros, a una causalidad final del futuro. Pero también es posible una visión ambivalente. La variante energética se refiere siempre al plano material, mientras que la causalidad final maneja motivaciones o propósitos que no pueden asociarse a la materia sino sólo a la mente.
Aquí conviene aplicar lo dicho sobre la polaridad. Entonces podremos prescindir de la elección al comprender que ambas posibilidades no se excluyen, sino que se complementan. Un solo punto de vista siempre será incompleto, pues las causas materiales y energéticas por sí mismas no producen un hecho o algo mientras no exista la intención. Ni la invención ni la finalidad bastan tampoco por sí mismas para producir una cosa.
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