Carta Del Jefe Seattle Al Presidente De EU

Esta carta nos muestra un hecho importante y el gran robo acontecido para el pueblo indígena-americano, cuando la tierra era de nadie pero los pueblos que la habitaban estaban en armonía con la tierra, la madre tierra, en un estado de simbiosis en la que era respetada, valorada e incluso tomada como deidad. Esto era que las tierras no tenían dueño, solo vivían sin preocupaciones de invadir territorio y tratando de causar los menos daños posibles a la naturaleza, conviviendo en armonía con ella, al contrario de la visión que se tenía planeado con la venta de las tierras: el de uno terrenal, seco y vacío, sin conexión, veían a los indígena-americanos como un estorbo para seguir avanzando con sus proyectos de urbanización.

Pero en la carta el jefe Seattle está demostrando su preocupación pero no por el dinero o el que será de ellos, sino por la tierra. El no niega la venta de la tierra ya que sabe de antemano que si no es por las buenas el hombre blanco entrara por la fuerza con armas y expone un punto muy importante, no se puede vender algo que no les pertenece. Incluso sugiere que el hombre no puede adueñarse de la naturaleza que la verdadera poseedora de todo y todos, es la madre tierra, la misma naturaleza que algún día reclamara lo que por derecho le pertenece.

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