Certamen violación derechos humanos

RESEÑA:

        Este libro comienza con una visita al centro de incubación y condicionamiento de Londres por un grupo de estudiantes, éstos son guiados por un director quien les explica el proceso en el que se cultivan los seres humanos. Estos mismos nacen para ser adoctrinados, donde utilizan la hipnopedia (proceso de aprendizaje a través del sueño) para enseñarles que el valor de la sociedad es siempre mayor a la del individuo. Para que todo el sistema funcione mejor se dividen en distintas categorías: alfas, betas, gammas, deltas y épsilons. Siendo los alfas los más importantes y los épsilon los más ingenuos. A los que no son alfas se les dan sustancias peligrosas cuando aún se encuentran en el tubo de ensayo, por ello, las diferentes categorías se cultivan por lote. Los personajes fundamentales de la historia son Lenina Crowne y Henry Foster, ambos trabajan en la planta de incubación. Las relaciones en esa sociedad son algo habitual, por lo que Lenina se acuesta con Henri y el resto de los trabajadores. “Al fin y al cabo, todo el mundo pertenece a todo el mundo” (Huxley, 2002, p.58). El sexo es algo especial en la novela, siendo que cualquiera puede hacerlo con cualquiera, incluso a los niños se les enseña a jugar con elementos eróticos y las orgías son eventos obligatorios. Otra de las actividades de este mundo es ingerir una droga llamada “soma” una vez tomado esto los consumidores viajan a otra realidad, el tiempo es otra cosa y pueden experimentar los sentimientos necesarios para el momento. Mustafá Mond, uno de los controladores del mundo, explica lo que era el mundo a los estudiantes y cómo se creó esa sociedad. El mundo se estaba volviendo un desastre y tuvieron que cambiarlo; ya no hay guerras, individualidades ni soledad. Ellos admira a una especie de Dios humano, Henry Ford, el hombre que creo la producción en masa. Bernard Marx (otro personaje principal), un alfa plus, pero tiene características diferentes con respecto a la mayoría; se siente marginado por ser diferente y pasa mucho tiempo a solas pensando. “¡Prefiero ser yo mismo! –dijo Bernard–. Yo y desdichado, antes que cualquier otro y jocundo”. (Huxley, 2002, p.85) Conoce a Lenina y le dice que prefiere hablar con ella antes que acostarse, por lo que ella lo avergüenza públicamente.

Luego nos encontramos a Helmholtz Watson, otro alfa plus descontento con su vida al igual que Bernard Marx, que de hecho son amigos. Él expresa el deseo de crear algo intenso, apasionado, aunque no sabe cómo hacerlo. Bernard pasa la noche con Lenina a pesar de no quererlo y le termina diciendo que quiere ser un adulto, no un niño. Ambos planean unas vacaciones en la reserva salvaje, un lugar donde existen personas que no han tenido contacto con este nuevo “mundo feliz”. Antes de ir Bernard tiene que pedirle permiso al director, donde este le revela que cuando era joven visitó la reserva con una mujer que desapareció en ese lugar y tuvo que regresar solo. Avergonzado por haber contado esto, reta a Bernard a ir a la isla. Ambos empiezan su viaje y una vez que llegan a ella, Helmholtz llama a Bernard para decirle que estaba planeando deportarlo. Mientras tanto ellos comienzan a recorrer la reserva, Lenina queda espantada por la gente sucia, la ropa desgastada, el mal olor, etc. En cambio a Bernard le fascina y sorprende caminar entre los salvajes. Durante el recorrido se les acerca John, un salvaje blanco diferente al de los demás. Luego John confiesa su historia, donde cuenta que su madre vino de la reserva, se perdió y tuvo que dar a luz a John en ese lugar, por lo que, se quedó a vivir ahí. Bernard automáticamente le hace sentido con la historia del director y piensa extorsionarlo con  esta historia recién contada para que no lo destierre. Mientras tanto John y Lenina se van “enamorando”. Conocen a la mamá de John, Linda, que es una señora arrugada, vieja y que vive en la miseria. Bernard y John logran encajar rápido ya que ambos fueron marginados de sus sociedades. John tiene un libro que lo hace feliz, este son las obras completas de Shakespeare, el cual, cita durante toda la novela “John abrió el libro al azar. “Nada, sólo vivir en el rancio sudor de un lecho inmundo, cociéndose en la corrupción, arrullándose y haciendo el amor sobre el maculado camastro…”” (Huxley, 2002, p.137). Bernard planea su chantaje al director. Llama a Mustafá y le propone llevar a John y a Linda al mundo civilizado como prueba para la ciencia, este accede. Al volver, el director quiere exiliar a Bernard pero este no lo consigue porque lo amenaza con la existencia de John y Linda, donde este huye. Con el pasar del tiempo Linda se vuelve adicta al Soma y se va por completo de la realidad; todo el mundo lo nota y sabe que terminara muerta, pero a nadie le importa excepto a su hijo. Bernard exhibe a John como un animal y este se hace una celebridad. Helmholtz se hace amigo de John y comparten ciertos momentos al hablar de Shakespeare se da cuenta que puede escribir cosas apasionadas. A John el mundo civilizado no le afecta mucho, le desagradan los procesos de creación humana y los clones idénticos. Le gusta Lenina, pero donde el viene, el mundo salvaje, no se puede hacer nada hasta el matrimonio; Lenina en cambio busca acostarse con él a toda costa y no le resulta. Llaman a John desde el hospital por su madre, pero antes de que llegue Linda había muerto. El queda muy triste y nadie lo apoya, ya que, en esa civilización nadie mira la muerte como algo importante y no entienden su emoción. John esta en desacuerdo con la droga Soma y les dice a todos que la única manera de ser realmente felices es no tomarla. John harto de esta civilización se va a un faro, donde se castiga a si mismo; solo dura un tiempo ya que se corrió la voz y llego mucha gente a burlarse, entre la multitud estaba Lenina, el se castiga por desearla y todos al ver esto, provoca que termine en una orgía. Al otro día John se despierta y al acordarse de todo se atormenta por la culpa y se cuelga en las vigas del faro, “Lentamente, como dos agujas de brújula, los pies giraban hacia la derecha: norte, nordeste, este, sudeste, sur, sudsudoeste; después se detuvieron y al cabo de pocos segundos giraron, con idéntica calma, hacia la izquierda: sudsudoeste, sur, sudeste, este…” (Huxley, 2002, p.255). Y así es como finaliza esta novela de ciencia ficción.

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