Ciencias Morales de Martín Kohan, poder y vigilancia
Enviado por Mey1207 • 18 de Junio de 2019 • Monografía • 2.772 Palabras (12 Páginas) • 245 Visitas
INTRODUCCIÓN
La sociedad se ha formado en un sistema disciplinario por la aparición de los sistemas judiciales, y otras instituciones de vigilancia que los gobiernos han utilizado para la formación del comportamiento de los individuos a través del control, y la imposición del miedo. En esta monografía se pondrán al descubierto los mecanismos de vigilancia, poder y miedo que contaminan las aulas y los pasillos del Colegio Nacional Buenos Aires en la novela Ciencias Morales.
Foucault analiza las formas de examen sobre la población, la prisión y su relación con las instituciones de vigilancia como los hospitales psiquiátricos, la policía, y en especial las escuelas, en el ámbito de una pedagogía para la corrección del comportamiento de los jóvenes, tal como lo era el Nacional Buenos Aires durante el último gobierno militar de Argentina, controlando los “cuerpos” y los tiempos de cada individuo.
Pilar Calveiro aborda la temática sobre el poder implementado por la dictadura militar argentina de 1976, habla de los modismos utilizados por los militares para cometer terribles actos de lesa humanidad, similares a los que suceden dentro de los muros del Colegio Nacional Buenos Aires, pues la novela se desarrolla durante el último gobierno militar argentino y el comienzo de la guerra de Malvinas en 1982, la cual no se nombra, pero que se encuentra allí a punto de estallar dentro de los muros de la escuela.
Umberto Eco resalta la importancia del lector como aquel que llena esos espacios en blanco en el texto. Lo que no se menciona, lo que está ahí pero no se dice, son situaciones recurrentes en la lectura de esta novela. La figura del lector que se configura desde el texto, el narrador, lo fragmentario, el ambiente del Colegio Nacional o el silencio serán algunas de las cuestiones abordadas.
Pablo Pineau realiza una caracterización del sistema utilizado por el gobierno dictatorial en las escuelas a través de un esquema represivo, de persecución, censura y disciplinamiento.
Vigilando el orden
“Pero a veces las cosas se salen de su curso hasta tal punto que, tal como sucede con los ríos que desbordan el cauce, empiezan a desparramarse y consiguen invadir incluso los ámbitos mejor preservados.”
Ciencias morales
La narración de “Ciencias Morales” se constituye sobre la borradura de cualquier mención explícita del contexto socio-político e histórico en el cual transcurren los hechos, el espacio temporal del relato abarca desde fines de marzo de 1982 y finales del aguerra de Malvinas.
La situación del narrador dentro del espacio es difusa pues se encuentra dentro y fuera del colegio a la vez: “El efecto siniestro de esa doble realidad que era la clave de la dictadura. La amenaza explícita pero invisible que fue uno de los objetivos de la represión”. (Piglia, 2000, Crítica y ficción)
Este narrador modela la lectura. Las repeticiones minuciosas pero también las elipsis dotan al texto de una atmósfera propia: la atmósfera del encierro: “A veces simplemente pasa que la jornada transcurre en la suspensión espesa de un aire turbio” (Kohan, 2007, p. 169), y esa es la atmósfera de la subordinación. El acto de la lectura es alcanzado por ese tono, esa atmósfera, produciendo la presencia del lector en los claustros. Las fronteras entre los hechos y su posterior lectura parecen diluirse en lo simultáneo: el lector se acerca a la trama, y estará allí como un espía involuntario. “…un texto (con mayor fuerza que cualquier otro tipo de mensaje) requiere ciertos movimientos cooperativos, activos y conscientes, por parte del lector (…) el texto está plagado de espacios en blanco, de intersticios que hay que rellenar” (Eco, 1981, Lector in fabula).
El interés narrativo recae sobre los mecanismos disciplinarios específicos dentro y fuera de las aulas, en los pasillos y en los baños que representa la privacidad misma del individuo la cual no debería ser sujeto de vigilancia.
En la novela de Martín Kohan “Ciencias Morales”, se relata la escrupulosa y minuciosa acción de vigilancia, control y corrección a la que son sometidos los alumnos del Colegio Nacional de Buenos Aires, institución que funciona como una especie de Panóptico, (concepto propuesto por Michel Foucault) cuya estructura se conforma de un patio central rodeado por aulas de lado a lado (claustros) y con un claustro central en el que se reúnen los preceptores y el jefe de preceptores, el señor Biasutto. La mirada alerta que deben adoptar los preceptores en cada instante, en cada lugar, sobre el alumnado del establecimiento, debe ser constante, para así poder aplicar una corrección a las faltas que puedan cometer. Esto es revelado por el señor Biasutto a María Teresa, la joven preceptora de tercero décima, cuando ingresa a trabajar al colegio:
“No era fácil obtener eso que el señor Biasutto denominó ‘el punto justo’ (…). Una mirada alerta perfectamente atenta hasta el menor detalle, serviría sin dudas para que ninguna infracción se le escapara.” (Kohan, 2007, p. 16).
En “Vigilar y castigar” Foucault propone que en los inicios de los dispositivos disciplinarios se encuentra la “peste”, o si se quiere, el control político sobre la vida de la sociedad. Pues cuando llega la peste se imparten una serie de reglamentaciones colectivas en la cual los ciudadanos deben encerrarse en sus casas, ordenarse y separarse. Y el Panoptismo constituye el mayor desarrollo de los sistemas disciplinarios y el más efectivo.
El relato de la novela se va desenvolviendo en mostrar cómo se refleja el contexto socio-político dictatorial que imperaba en el país, en el funcionamiento disciplinario estricto del Colegio Nacional de Buenos Aires. El gobierno de facto fue una institución que impuso reglas, saberes y conductas que debía adoptar la sociedad para ser aceptable, a través del miedo y de una vigilancia que permitía la implementación de castigo y recompensa. Un poder de Panoptismo, utópico, que es trasladado al interior del colegio.
“El cuerpo de preceptores tiene la facultad, pero más que la facultad la obligación, de interceptar al alumno que anda suelto por el colegio, requerirle su carnet, verificar su foto y el nombre y el turno al que pertenece el alumno en cuestión (…) los preceptores tienen el deber de interferir en la conducta irregular (…) y hacerla saber con prontitud a las autoridades […]” (Kohan, 2007, p. 24-26). Con esta cita extraída de la novela se puede apreciar como el cuerpo de preceptores debía cumplir las mismas tareas y funciones que la policía la cual trabajaba como auxiliar del régimen dictatorial durante la última dictadura militar argentina. Debían accionar en la requisa de todo aquel que se considerase sospechoso de realizar cualquier
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