Ciencias Sociales
Enviado por rodrigolalape • 10 de Noviembre de 2014 • 1.769 Palabras (8 Páginas) • 169 Visitas
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE HIDALGO
INSTITUTO DE CIENCIAS SOCIALES Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
CIENCIAS POLÍTICAS Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
ECONOMÍA DEL SECTOR PÚBLICO
INTRODUCCION:
El análisis de la política social constituye los ejes de la moderna sociología histórica y de los estudios del desarrollo económico.
Su formulación más sofisticada es quizá la del pensamiento keynesiano, que captó con precisión el círculo virtuoso entre lo económico y lo social en la dinámica de crecimiento económico y desarrollo social, reflejado en el capitalismo regulado de posguerra. Pese a sus diferencias, estas corrientes intelectuales y académicas, además de subrayar la cuestión de la equidad, no han perdido de vista la relación entre las modernas instituciones de la política social y el proceso de desarrollo y modernización capitalistas.
ABSTRAC:
The analysis of social policy is the axis of modern historical sociology and studies of economic development.
Its more sophisticated formulation is perhaps the Keynesian thought which accurately captured the virtuous circle between economic and social dynamics of economic growth and social development, reflected in the postwar regulated capitalism. Despite their differences, these intellectual and academic streams, while stressing the issue of equity, have not lost sight of the relationship between modern institutions of social policy and the process of capitalist development and modernization.
PALABRAS CLAVES
OFERTA
DEMANDA
MERCANCIAS
CONSUMIDORES
CURVA DE LA DEMANDA
DEMANDA DE MERCADO
COSTE DE PRODUCCION
RESUMEN DEL LIBRO. Estado de bienestar, desarrollo económico y ciudadanía: algunas lecciones de la literatura contemporánea
Capitulo uno. “Tratamiento integrado de la política económica y social.” CAPITULO 1
El análisis de la política social constituye los ejes de la moderna sociología histórica y de los estudios del desarrollo económico.
Su formulación más sofisticada es quizá la del pensamiento keynesiano, que captó con precisión el círculo virtuoso entre lo económico y lo social en la dinámica de crecimiento económico y desarrollo social, reflejado en el capitalismo regulado de posguerra. Pese a sus diferencias, estas corrientes intelectuales y académicas, además de subrayar la cuestión de la equidad, no han perdido de vista la relación entre las modernas instituciones de la política social y el proceso de desarrollo y modernización capitalistas.
Resurgimiento de estudios sobre el desarrollo económico, que reserva un espacio particular a la política social en la relación más amplia Estado-desarrollo económico-sistemas de protección social, la dinámica es pensada a partir de los efectos de los sistemas de políticas sociales sobre el crecimiento económico, y no solamente al revés, como hasta hace poco se venía planteando. Más que las bases materiales del progreso social, ahora se enfatiza la capacidad de los sistemas de política social para promover y facilitar el crecimiento económico, al mismo tiempo que se impulsa el desarrollo social. Aquí también, como es obvio, las vertientes y perspectivas de análisis son diversas.
Bajo el estímulo de las Naciones Unidas, la tesis de que la política social es condición del desarrollo económico, formulada hace más de 40 años bajo el concepto de desarrollo social, ha ganado amplitud y complejidad, y ha sido fortalecida recientemente por los principios de los derechos sociales y humanos, los nuevos conceptos de desarrollo humano, inversión en la gente, cohesión social y las más variadas demandas de inclusión social.
Igual que otras corrientes, esta concepción, que aspira a constituirse en teoría de un “nuevo
Estado de bienestar”, valoriza la política social que contribuye a ampliar la participación económica y el crecimiento. Ha sido criticada por reducir el bienestar a poco más que reglas morales y normas de conducta, y despreciar las cuestiones de justicia social, universalidad e igualdad, lo cual en última instancia encubriría un ataque real al Estado de bienestar3
(Sabel y Zeitlin, 2003). Pese a no haber logrado tan ambicioso objetivo, esta perspectiva ganó amplia difusión, hasta orientar reformas e innovaciones de programas sociales en muchos países con gobiernos de distintas orientaciones.
Programas educativos, de capacitación y los que favorecen el empleo productivo y el autoempleo en microempresas o mediante el microcrédito, muy presentes en la experiencia latinoamericana reciente, han traducido aquella concepción en política social concreta.
Cabe una referencia a la vertiente del enfoque integrado que concibe la relación entre desarrollo económico y política social desde la perspectiva de los derechos humanos, según principios y tratamientos cercanos a los de la agenda de Naciones Unidas, pero especialmente impulsada por los imperativos democráticos y de equidad social, bastante extendidos en tiempos recientes. Güendell y Barahona lo resumen bien, señalando que allí se integran “... tres cosas que normalmente se han visto separadas: el acceso a la riqueza, es decir el problema de las necesidades; el acceso a la libertad como autonomía, esto es, el problema del ejercicio de las capacidades y el acceso al poder, lo que alude al problema de la participación social y política” (Güendell y
Barahona, 2005).
El análisis histórico e integrado, en sus recientes y variadas versiones, ha avanzado y madurado mediante un amplio debate sobre las relaciones entre la economía y la política social, especialmente sobre los aspectos cambiantes y desafiantes del desarrollo económico en las condiciones actuales de globalización, confrontados con las potencialidades y límites que plantean a la política social (Esping-Andersen, 2002).
Más allá de las evidentes
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